Copenhague,
Dinamarca, es la región europea anfitriona de la XV Cumbre de la Organización
de las Naciones Unidas (ONU). Allí se reunieron ciento noventa
países para discutir y llegar a acuerdos y propuestas que permitan
disminuir el fenómeno del cambio climático o calentamiento global.
Estuvieron presentes por las naciones del ALBA, los Presidentes Hugo
Chávez Frías, de la República Bolivariana de Venezuela y Evo Morales
de Bolivia.
El panorama de este encuentro internacional lucía como
uno más de los realizados anteriormente, como un acto sin importancia
en torno a un tema tan delicado e influyente en los seres humanos. Los
más poderosos estados que dominan la economía mundial parecían rígidos
e indolentes, ante los clamores de miles y miles de manifestantes que
a las afueras de la Cumbre pedían poner fin a tanta destrucción en
el mundo, que eran reprimidos duramente y detenidos. La intención de
los que dominan el sistema económico mundial era hacer de este grave
problema planetario del calentamiento global, un caso sin relevancia.
Se olvidaban de ellos mismos y de toda la existencia humana.
La verdad es que la intervención de nuestro Presidente Chávez en la
ONU, rompió los esquemas del acartonado protocolo y de manera clara
y contundente demostró su pedagogía política, sus conocimientos y
sobre todo el compromiso con los pueblos del mundo. Chávez supo relacionar
y contextualizar el fenómeno del calentamiento global y su causa con
el sistema económico-social capitalista, definiéndolos como elementos
inseparables estrechamente ligados a la contaminación ambiental. Fue
muy aplaudido y por supuesto, también muy escuchado, por millones de
personas de todos los rincones de la tierra, al igual que el Presidente
Evo Morales, quien llevó la voz de los indígenas americanos al viejo
continente europeo, donde los medios de comunicación pertenecientes
a cadenas internacionales opuestas al proceso de transformación en
Latinoamérica buscan deteriorar la imagen de mandatarios de los países
de la ALBA.
Una de las primeras acciones en
la Cumbre fue la de imponer un documento que nadie conocía, elaborado
por el grupo de Estados que representa el 50% de las emisiones de gases
tóxicos y de efecto invernadero que destruyen la capa de ozono. ¿Es
este un método democrático? La primera observación fue hecha
por la representante de Bolivia, y Chávez fue enfático ante el hecho
del secreto del documento que sería firmado como conclusión. Dijo
el Presidente Chávez: “…Así que no nos extrañemos pues de esto,
no hay democracia en el mundo y aquí estamos una vez más ante una
poderosa evidencia de la dictadura imperial mundial…” También expreso
Chávez: “…Si el clima fuera un banco capitalista de los mas grandes,
ya lo habrían salvado los gobiernos ricos…”
El deslinde ideológico surgió de la gran estrella del Sur, del ALBA,
una estrella fulgurante que iluminó a los pueblos oprimidos, explotados,
saqueados e invadidos. Por ello Venezuela y su gran Presidente Chávez
conmovieron al planeta entero, con el llamado a construir otro modo
de vida. Hay otro mundo posible, con una visión distinta. No es equivocado,
pero si valiente y arriesgado retar a las grandes potencias y dentro
de ellas al emblemático Estados Unidos cuando están en su más grave
crisis económica y buscan sobrevivir a como de lugar y bajo cualquier
pretexto. Las cartas están echadas: las causas del cambio climático
están en el uso irracional energético y en las sociedades de consumo.
Chávez terminó su discurso de esta forma: “…Seamos capaces de
hacer de esta tierra no la tumba de la humanidad, hagamos de esta tierra
un cielo, un cielo de vida, paz de hermandad para toda la humanidad,
para la especie humana.”
Les deseo una feliz navidad, plena de grandes satisfacciones y alegrias. Me despido hasta el próximo mes de enero. Felicidades.