Se ha determinado que la impunidad comisial cercena la administración de justicia republicana deslegimando todo proceso de sufragio soberano, colocando así en duda al sistema vinculante distributivo de justicia en los poderes de una República; es por ello pertinentemente recomendable y determinante se consideren legislativos controles juridícos y apliquen los procesos administrativos correctivos procesales necesarios aunados a su aplicación real y concreta práctica para el debido y pertinente ejercicio de Estado de derecho en pro de la justicia social. Justicia social socialista.
Los hechos claros y evidentes que sobre este vicio se manifestarán recientemente en las elecciones primarias del PSUV son evidentes muestras de corrupción moral y por lo tanto deslegitima éticamente a sus actores. Perjudicando a todo el sistema electoral.
Actores que arbitran, pugnan y participan electoralmente en una contienda, que si bien les merece dado sus atributos, también muestran su lastre cultural en vez de una debida ética ciudadana.
Es necesario por ello; formar culturalmente a la V Republica en la égida de la “Moral y Luces…” para pregonar y practicar autoconciencia socialista desde los ejemplos personales vitales no oportunistas.
Así la teoría revolucionaria imbricaría morales condicionales oportunas, cohesionando y acelerando la transición hacia el concreto y efectivo poder popular virtuosa, deslustrándolo de toda suerte de arrivismo ventajista endosado desde una “conciencia desventurada” en múltiples aspectos y sectores de nuestra sociedad transicional hacia la justicia social cientifica.
El ventajismo vergonzante de algunos precandidatos actores a nivel nacional observado por todo el país es amoral, y no por ello suprimirá el que los votantes, si aclarados éticamente, -moraleja- concurran masivamente el próximo 26 de septiembre a sufragar.
Sufragando claramente conscientes por los supremos ideales morales ciudadanos en pugna democrática de la inédita revolución social impregnada de valores éticos nacionales republicanos de justicia social.
La lección moral será también evidente para los profanadores, así sean electos diputados, se sabrá claramente que tipo de hombres son y que ética socialista practican dichos estos actores. "El amo y el esclavo"
En fin, como no se trata de sufragar por hombres particulares y sus intereses, sino de establecer mediante el sufragio soberano y legitimo procesos sociales cruciales concurrentes mayoritarios protagonicos universales ungidos de ética colectiva del bien común supremo como legítima y soberana expresión de decidida moral socialista, "el espíritu absoluto del pueblo" el pueblo en mayoria sufragará a bien común.
Así, “El pueblo es sabio y paciente” pero no enfermo.
Mientras el código de ética socialista se cuece a fuego lento algunos se apresurán a quemarlo.