¡Y yo que me la llevé al río creyendo...., ¡perdón!, quise
decir y yo que estaba pensando cuánto iba a disfrutar el
tremendo espectáculo del encuentro entre los equipos de
fútbol de Brasil y Venezuela. En ese orden, que es tanto
alfabético como de jerarquía, sin lugar a dudas, pero como
uno tiene alguna fibra de nacionalista y en vista del
tremendo impulso que ha tenido el deporte en nuestro país,
en particular el fútbol, pues uno se decía "¿Quién
quita un palo en lo oscuro?" De repente y ganamos,
aunque eso no es lo más importante, pero lo que sí lo es,
como el Presidente Chávez lo señaló en su último programa
de "Aló Presidente" es que ya nuestra
selección de fútbol se está "tuteando" nada
menos que con el penta campeón del mundo.
El resultado del juego era previsible, aunque la anotación
pueda ser discutible, lo cual en ningún caso iba a cambiar
el resultado final: Brasil ganó sin pele y sin Pelé. A
llorar a El Valle. Recojamos nuestro gallo muerto y
felicitemos a los componentes de nuestra selección por el
excelente papel que hicieron ante ese gigante del fútbol
mundial. Adelante muchachos.
Pero la emoción que tenia ante la expectativa del juego,
se tornó súbitamente en arrechera aún antes de que éste
comenzara, al ser cantado el Himno Nacional de
Venezuela por una voz muy conocida en los medios de
la farándula y cuyos méritos no se pretenden negar, pero
cuya versión personal del citado himno no se corresponde a
la versión tradicional del mismo. Y digo tradicional, por
no decir oficial, ya que desconozco si realmente existe
tal versión (ignorante que es uno). Tal pareciera que no
existe, ya que desde hace algunos años, algunos
intérpretes se han tomado la libertad de cantar este
símbolo de la Patria a su particular manera y así le han
dado cabida algunos medios de comunicación de amplia
difusión, lo cual puede dar pie a que algún maestro de
escuela que considere que la versión musical que a él se
le ocurra suena mejor que otras se la enseñe a sus alumnos
y al final, cuando todos los niños de la escuela tengan
que cantar en coro, no se entenderá la canción, porque
unos la cantarán como balada, otros en ritmo de vallenato
y otros como merecumbé, en lugar del ritmo marcial que se
nos enseñaba hace más de medio siglo cuando yo asistía a
la escuela, y aunque tenga la misma letra, cada uno irá
por su lado, con lo cual la canción no se entenderá.
Entiendo y acepto que ese irrespeto a los Símbolos de la
Patria se acepte en otro país que pretende ampliar el
concepto de patria para sus ciudadanos al resto del mundo,
sin que los ciudadanos de ese resto del mundo puedan
considerar a ese país como su patria, aunque muchos darían
su alma por tenerla como tal.
Esa tremenda arrechera que agarré al oír la versión
distorsionada de nuestro Himno Nacional
sucedió estando con mi familia en un restaurat de una de
las zonas del Este de Caracas donde hay mayor
concentración de ciudadanos que adversan al Presidente
Chávez y cuando yo levanté la voz y dije: "Eso es
una falta de respeto" todos cuantos estaban en las
mesas próximas, sin yo conocerlos, me dieron la razón.
También dentro de la oposición hay mucha gente consciente
y que ama su patria y respeta sus símbolos.