Se ha equivocado, se equivoca y probablemente se equivocará en el futuro. Es humano errar. Es de grandes corregir. Si algo tiene Chávez, es capacidad de enrumbar la nave, de afinar el destino cuando hay tropiezos o circunstancias que obligan a rectificar. El peor daño que podemos hacerle al Presidente y al proceso en el que creemos y militamos, es jugar a la adulancia, a la posición deleznable del adulador -o como decimos en criollo- del jala mecate. Quien no es crítico y autocrítico, es sepulturero de la Revolución.
Debo confesar mi indignación cuando veo a los adulantes en plena faena, jalando mecate sin vergüenza, con entusiasmo digno de mejor causa.
El mejor militante de este proceso es quien, creyendo en nuestro destino común en marcha, trabaja y acciona por el mismo. Con razón se dice que del dicho al hecho es largo el trecho. Lo primero es creer, y creer de verdad, no de la boca pa` fuera. Lo segundo es dar testimonio de vida, expresar con hechos lo que se dice creer. Es fácil llamarse socialista y revolucionario, proclamarse afecto al proceso, pero luego no actuar en ese camino, ni dar testimonio.
¿Acaso cada uno de nosotros no conoce a uno o varios que vociferan condición de revolucionario, pero cuya vida nada dice de tal condición? Seguramente ellos son de quienes prefieren enriquecerse que servir; de quienes ponen su interés particular por encima de los desafíos colectivos; de quienes suben poniendo sus pies sobre los hombros de los compatriotas, escalando posiciones sin merito propio. No tengo duda, ellos también son de quienes jalan mecate de oficio, de quienes dicen al oído del Jefe, lo que a este pudiera resultarle grato, aún a sabiendas de que es mentira.
Le escuché recientemente al Presidente una frase que habla bien de él mismo, frase que dibuja al Líder de cuerpo entero. Expresaba con pasión que si algún día lo ven dar un paso en falso o lo escuchan decir o hacer algo en el camino de la burguesía que pueda afectar la Revolución, que de inmediato demos un paso adelante, y nos pongamos en el camino de reclamar y exigir rectificación. Esa es la posición corajuda de un buen conductor democrático que cree en el Poder Popular. Si Chávez pide que se vea su acción y se critique si hay fallas, no seamos torpes creyendo que el camino del revolucionario es el del jala mecate
He visto y escuchado a Ministros, Diputados, Directivos de Instituciones Oficiales que se arrastran sin dignidad y sin defender la verdad, transitando el camino de la adulancia. También he visto y escuchado a dirigentes del Partido de la Revolución, a compatriotas del PSUV, transitar el mismo camino de la adulancia. Es hora de decirles que están equivocados, que corrijan.
Quienes están más cerca del Jefe, que no le hagan creer que todo está bien, cuando no es verdad. Que no limpien la calle por donde luego haya de pasar el Presidente, si antes no han limpiado todo el barrio. Que cuando él visite una escuela, no la presenten como ejemplar, si el comedor no funciona, si la biblioteca está destartalada, los pupitres no sirven y los baños son un desastre. Que cuando asista a un centro de salud, a una misión o a cualquier instrumento de la Revolución y el cambio, le hagan saber de los aciertos y dificultades. Déjenlo ver la realidad.
Escuché a un Alcalde decirme, estando yo en compañía de otros compatriotas, que no le hiciéramos saber al Presidente -en la visita que pronto realizaría al lugar- que teníamos un grave problema de inseguridad ante el ataque del hampa, ya que eso podría mortificarlo. Esa es la actitud errada de quien hace que el Presidente vea a través de un cristal color de rosa, y no con los blancos y negros, los rojos y amarillos que la realidad pueda ofrecerle. Con la verdad siempre, con la mentira nunca, porque es mala paga y tiene patas cortas. Con ella no se llega lejos.
Si Chávez fuera un engreído, sino tuviera la capacidad de escuchar reclamos y criticas, los jala mecates tendrían chance y posibilidad. Este no es el caso. No engañemos al Presidente ni nos engañemos a nosotros mismo, sería un flaco servicio a la causa del pueblo. Quien en verdad está comprometido con el proceso, con Chávez, con el Socialismo y la nueva sociedad que estamos empeñados en construir, será crítico y autocrítico, agradecerá los señalamientos y observaciones que puedan hacérsele a sus propuestas o actos. Adelante con la verdad.
cesar.dorta62@gmail.com