En paralelo, tratemos de enterarnos sobre los sucesos “en pleno desarrollo” en la actualidad de ahoritica mismo. No es un secreto que los poderosos, dueños o adueñados del mundo, con inclusión de sus países satélites y gobernantes serviles, de derecha e izquierda juntos, programen sus fuertes acciones para la fecha de estos eventos.
Cuando el mundo se halla monopolarizazado con esta “silenciosa y sonora”, y virtual droga deportiva, muy probablemente USA y sus aliados está aplicando las sanciones que aprobó en la ONU. Recordemos que su Consejo de Seguridad es la ONU efectiva; los demás países son sólo parapetos con voz sin voto efectivo, países que además cotizan fuertes sumas para su mantenimiento. Son países informantes de sus pareceres, a manera de quejas de los hijos antes sus padres. Y conste que ese Consejo de Seguridad, con sus privilegios vetatorios, asume una postura lógica y perfectamente razonable para los países ya altamente industrializados, postura que se corresponde con sus privilegios derivados del capitalismo imperante.
Pero hay más, recordemos que el Presidente Chávez pudo aplicar racionamientos de energía eléctrica a fin de subsanar el déficit nacional acusado en esa materia, pero no pudo aplicarle racionamiento ni suspensión, de ni siquiera 5 minutos, a la mediática televisiva, ni a la Oficialista ni a la Oposicionista. Fueron apagones a toda hora, por horas y días en todas las actividades privadas, salvo las estrictamente emergentes o sanitarias, pero esas televisoras siguieron operando sus 24 horas completicas en todo el país.
Bien, sobre ese privilegio y gracias a Internet, los países como Venezuela que se hallan situados en husos horarios contrapuestos al de los países que suelen servir de sede a eventos transnacionales, como el actual Campeonato de Futbol, ven afectada su productividad. En un campeonato de beisbol criollo no se estila realizar juegos los días laborables a horas que choquen con los horarios de trabajo.
De resultas, mientras a allá se llenan de dólares, aquí merma considerablemente nuestro Producto Interno B (PIB), ese que debería preocupar un poco al gobierno nacional, habida cuenta de que está peligrosamente viniéndose abajo y tragándose lo poco o mucho que se había recuperado, gracias a un futbol mediáticamente consumido en horas de labor .
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