De cómo la oposición endógena nos metió un primer strike y se apresta a meternos el segundo
Cuando en febrero del 2004 se devaluó el bolívar en un 20%, con anterioridad ya habíamos denunciado que esta acción y el presupuesto del año 2004 constituía una efectiva arma de la oposición para desestabilizar al gobierno bolivariano desde sus propias entrañas. Nos atrevimos a lanzar tan audaz denuncia en “Carta Abierta al Presidente Hugo Chávez Frías con Motivo de la Anunciada Devaluación del bolívar” (http://www.aporrea.org/dameletra.php?docid=6205), publicada en Aporrea en Diciembre del 2003. Los hechos posteriores lamentablemente nos han dado la razón: La oposición no ha derrocado al gobierno todavía, pero al obtener más de 4 millones de votos en el pasado referéndum era una señal inequívoca de que esa oposición reaccionaria y antipatria había logrado penetrar y captar efectivamente densos sectores populares que otrora habían sido sostén entusiasta del Presidente Chávez. Porque a mi nadie me va a convencer diciéndome que esos 4 millones de votos pertenecían en su mayoría a la clase media, simplemente porque en este país no existen ni 2 millones de votantes pertenecientes a la clase media. Ergo, una gran parte de esos 4 millones de votos oposicionistas pertenecían a las clases humildes. Lo cual debiera haber elevado una señal de alerta, una alarma en las filas bolivarianas. La intelectualidad progresista no ha dicho esta boca es mía, ni realizado un análisis serio que le de una explicación plausible a ese fenómeno. No, la gran mayoría de los bolivarianos se regodean por el espectacular triunfo alcanzado en el referéndum y ahora se frotan las manos preparándose para la gran victoria que indudablemente ocurrirá en las elecciones regionales. Pero, la reacción no descansa en la procura de sus siniestros fines. Ellos saben que las elecciones regionales no cuenta, las dan por perdidas y se concentran en cómo seguir erosionando lenta pero inexorablemente, como la gota de agua va perforando a la piedra, las bases de apoyo de este gobierno. El objetivo que persiguen es derrotar al Presidente en el 2006 o sacarlo antes mediante la desestabilización de su gobierno. Para ello cuentan con importantes fichas dentro del mismo gobierno que han venido realizando su trabajo con efectividad y sin levantar la menor sospecha. Es más, muchos bolivarianos de buena fé inocentemente se han convertido en sus defensores a ultranza y denigran de los bolivarianos bolsas como yo que se atreven a elevar la voz de alarma. Si, los bolivarianos bolsas como yo, que no tenemos padrinos, ni partido que nos respalde, ni cargo alguno en el gobierno, ni pretendemos a ello. Cada vez que se nos ocurre plantear estas graves denuncias inmediatamente nos caen encima dos o tres mosqueteros defensores a ultranza de la Quinta Columna, nos insultan, nos mencionan del mal que nos vamos a morir, nos llaman ignorantes, nos acusan de ser agentes de la CIA y otras bellezas por el estilo. Eso sí, puras descalificaciones, pero cero debate de ideas, de confrontación de argumentos, de cifras o de hechos. Con su voz destemplada, ellos simplemente pretenden callarnos y amedrentarnos. Aparte de eso se nos trata de aislar como la oveja negra de la familia y se nos pone toda serie de obstáculos para publicar nuestras humildes opiniones. Pero como somos porfiados como buenos llaneros, seguimos insistiendo en esta lucha de David contra miles de Goliaths, hasta que alguien no tan pendejo como nosotros, alguien en el alto gobierno se decida a escucharnos y por lo menos decirnos: “Mira, tú estás equivocado por esto, por esto y por esto”. Si eso ocurriera, estaríamos agradecidos porque somos lo suficiente humildes para admitir cuando nos equivocamos. Pero nada, sólo recibimos unos cuantos insultos, pero cero argumentación.
Pero volviendo al tema que nos ocupa, decíamos que mientras todos los bolivarianos sólo están pendientes de quiénes serán los próximos gobernadores y alcaldes, de los que tumbaron la estatua de Colón, o de si absolvieron a Capriles Radonsky, y mientras los diputados de la AN se auto aprueban 6 millardos de bolívares para viáticos, la oposición se prepara para meternos su segundo strike (el tercero será el ponche). El primer strike fue el Presupuesto 2004, en el cual artificialmente se creó un déficit inexistente, mediante el sencillo artificio de inflar los gastos, minimizar los ingresos, crear una brecha fiscal de Bs. 18,4 billones. ¿Cómo se subestimaron los ingresos? Muy sencillo: Se estimó el precio del barril de petróleo en 18,5 dólares, cuando se sabía de antemano que estaría realmente ubicado alrededor de los 30 dólares. Por tanto, los ingresos petroleros este año tendrán un excedente de $14 millardos (o Bs. 26,8 billones, el doble de lo presupuestado). Al mismo tiempo se subestimaron los ingresos no petroleros (SENIAT) en Bs. 5 billones por debajo de la recaudación real. En total, el Fisco tendrá este año un superávit de Bs. 31,8 billones, de los cuales se habrán gastado para fines de año Bs. 7.1 billones en créditos adicionales, que no fueron presupuestados por los brillantes planificadores del presupuesto. Aunado a los anteriores pelones, que en cualquier otro país, habría ocasionado la destitución del Ministro, los brillantes genios de las finanzas del país al final de este año habrán endeudado innecesariamente al país en Bs. 18,4 billones (o $9,58 millardos). Decimos que es una deuda innecesaria porque ¿Cómo justificar endeudar al país en 18,4 billones de bolívares si ha habido un excedente en los ingresos netos de Bs. 31,8 billones? Esto nos recuerda a lo que hizo el bandido de CAP en su primer gobierno, cuando criminalmente endeudó al país a niveles escandalosos al mismo tiempo que el país percibía ingresos petroleros record. Nos gustaría preguntarle a Fidel qué castigo merece un Ministro que conscientemente incurre en semejantes debacles presupuestarias? Adivinen ustedes, amables lectores.
Pero no solamente no va a ser castigado el Ministro, sino que insólitamente, se le va a permitir que nos aplique una vez más la misma medicina del año anterior. ¿Cuál es esa medicina? Pues adivinen: Nada menos que más devaluación, más endeudamiento, ambos absolutamente injustificados, como lo hemos comprobado en nuestro pasado artículo por Aporrea: “Consideraciones de un lego antes del Presupuesto del 2005”.
http://www.aporrea.org/dameletra.php?docid=10088 . ¿Y cómo nos van a meter ese segundo strike. Pues muy sencillo. De la misma forma que lo hicieron con el Presupuesto del 2004, a saber: Inflando los gastos y subestimando los ingresos. Veamos: Han estimado que la inflación en el 2005 estará en el 15%. Ustedes podrían esperar entonces que el monto total del presupuesto del 2005 sea 15% más alto que el del 2004 (que fue de Bs. 49.9 billones), o sea que ascienda a Bs. 57,4 billones para cubrirnos por la inflación. Pero no es así, sucede que el presupuesto del 2005 ha sido inflado a Bs. 69,3 billones (que equivale a un aumento del 39%, con respecto al del año pasado). ¿Y cómo subestimaran los ingresos del 2005? Pues en la misma forma que lo hicieron en el 2004: subestimando los ingresos petroleros. ¿Cómo? Pues, estimando un precio irreal para el barril de petróleo: 23 dólares, cuando bien sabemos que es imposible que su precio esté por debajo de los 30 dólares, dadas la creciente demanda mundial del petróleo y el hecho de que ya prácticamente la OPEP casi alcanzó su techo de producción, aunado a la disminución de la reserva estratégica de los Estados Unidos, la guerra de Irak, la crisis de la petrolera rusa Yukos, la crisis política en Nigeria, etc. En base a ese artilugio de subestimar el precio del barril de crudo, han estimado los ingresos petroleros para el 2005 en Bs. 26,1 billones. Pero, si se usara como base más realista para el cálculo de esos ingresos un precio mínimo de 30 dólares el barril, y si le deducimos a este precio 6 dólares de gastos de operación y gastos misceláneos, más 6 dólares de gastos de inversión, el ingreso al fisco por cada barril exportado será de 18$, que para una producción promedio de 2.870.00 barriles diarios, resulta en un ingreso petrolero (mínimo) para 2005 de: 18 x 2870000 x 365 = $18,86 millardos (o Bs. 36,2 billones). Entonces, con esas estimaciones chimbas, los abnegados y revolucionarios planificadores del presupuesto pretenden crear un déficit artificial o brecha fiscal de Bs. 14,4 billones. ¿Y cómo piensan cubrir dicho déficit? Pues muy sencillo: con más endeudamiento del país y más devaluación de la moneda.
Ahora bien, en nuestro artículo anterior, “Consideraciones de un lego antes del Presupuesto del 2005”, demostramos que el bolívar actualmente se encuentra subvalorizado en un 12%. Lo lógico sería entonces que en el presupuesto del 2005 se contemplara revaluar el bolívar en la misma proporción y de hecho, nuestra Asociación Civil “Defensores del bolívar” ha propuesto que se revalúe a razón de un 1% mensual por un año. Pero saben ustedes lo que plantean nuestros abnegados, brillantes y bienintencionados planificadores? Pues nada menos que una devaluación adicional del bolívar del 12% para el 2005, argumentando falsamente que el bolívar ya se encuentra sobrevaluado en esa proporción.
La devaluación es una bendición para los que sacaron sus dólares del país y especulan con los mismos en el mercado negro, pero para el 99% de los venezolanos que no tenemos dólares, para los que devengan sus salarios en bolívares y para los desempleados y la vasta mayoría de los pobres que apoyan al Presidente Chávez y siguen teniendo fe en su proyecto humanista, la devaluación es una maldición, un castigo inmerecido, que sólo trae inflación y miseria, pues sabemos que no existe ningún bien ni servicio que consumamos o usemos los venezolanos que no contenga un componente importado por lo menos. Esos componentes o insumos importados se adquieren con dólares que se tramitan ante CADIVI. Pero si ocurre la devaluación, absolutamente todos los productos y servicios se encarecen y se vuelve más angustiosa y miserable la vida de los pobres, que son, repetimos, en su gran mayoría los fieles sostenedores de este proceso trascendental de cambio y justicia social, que encabeza nuestro máximo e indiscutible líder, el Presidente Chávez.
Ahora bien, no deseamos transmitir la falsa impresión de que abogamos por cerrar nuestras fábricas e importar todo. Por supuesto que no, Creemos que nuestras fábricas e industrias se beneficiarían con una revaluación gradual como la que proponemos, pues por una parte ya no sería necesario para nuestros empresarios enfrentar fuertes demandas de aumento salarial, pues al aumentar el poder adquisitivo de los trabajadores, gracias a la revaluación, dichas demandas se reducen. Por otra parte, nuestras industrias no petroleras tendrían un alivio adicional con la revaluación gradual, ya que con la misma se abaratarían los insumos importados, lo cual reduciría los costos de producir los bienes y servicios y las haría más competitivas en los mercados internacionales.
La suerte está echada. En este mes de octubre, muy pronto el Ministro estará presentando ante la Asamblea Nacional el anteproyecto de Ley de Presupuesto para el 2005, la cual contempla devaluar nuestro signo monetario en un 12% y endeudar más el país en Bs. 14,4 billones. La gran pregunta es: ¿Dejarán nuestros diputados que nos metan ese segundo strike? ¿Lo permitirá estoicamente el noble pueblo venezolano, sin pasar factura? El que tenga oídos para oír y ojos para ver que oiga y que vea y que actúe en consecuencia.
Eudes Vera,
Ingeniero Electricista, Defensores del bolívar
eudesvera@cantv.net
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