¡Con ésto la delincuencia tiene todas las de perder!

La formula más apropiada para luchar exitosamente contra la delincuencia, es el deporte, porque el deseo de jugar es un instinto innato que existe en las personas desde que nacen y ello es fácil de observar cuando los bebés a los pocos días de nacidos buscan distraerse al tocar o golpear algún objeto pequeño que se encuentre al alcance de sus manos, por lo que los padres y allegados se encargan de suministrarles a los niños en sus primeros años de vida cosas que les sirvan para sus juegos. Pero a medida que los niños crecen y entran a su etapa infantil, 5 años de edad, ya a los padres les resulta más difícil proporcionarles los implementos de juego, ésto debido al alto costo de los elementos deportivos y además por necesitarse espacios amplios y acondicionados para realizar el juego que a cada quien pueda gustarle, los niños después de los 5 años de edad requieren desplazarse en campos y canchas deportivas y utilizar implementos y artículos deportivos que por su elevado importe a los padres les es casi imposible comprar, por tales razones los entes del Estado están obligado, por ley, a proveer tales elementos.

Sin embargo el Estado venezolano hoy como ayer casi no le presta atención al deporte entre los niños y adolescentes, y ello ha constituido un garrafal error, porque es en él en donde hay que buscar el buen comportamiento de la sociedad. Tal descuido en el Estado es absolutamente necesario que cambie radicalmente para bien del pueblo de Venezuela, por lo que debe comenzar con la creación, como en el sector educativo, de un segundo Ministerio de Deportes, para que éste se ocupe del deporte y la recreación en niños y adolescentes con el propósito de incitarlos al hábito por el deporte y enseñarle las buenas costumbres y buenos sentimientos hasta que cumplan los 13 años de edad, pues habría que estimarse que este nuevo Ministerio opere como un ente especializado en la capacitación física, psíquica, mental y espiritual de los niños, y de esta manera influir en ellos y lograr que adopten una serie de convicciones que seguro les impedirá en el futuro tomar decisiones incorrectas en contra de algún otro semejante. La nomina del personal será la estrictamente necesaria para la promoción, entrenamiento, técnica y organización de eventos deportivos, personal que debe salir de sus oficinas a desarrollar diferentes juegos deportivos en los barrios, urbanizaciones, aldeas, caseríos y comunidades en general, llevando a cabo competencias deportivas permanentes con el propósito de no darle tiempo a los niños y adolescentes a utilizar su tiempo libre en actividades que pudieran ser perjudicial a ellos mismos, a sus familiares, a la comunidad y al país en general al permitirse sean captados por personas corrompidas y persuadidos a entrar al sórdido mundo de la delincuencia.

La creación de la nueva estructura oficial para la conducción del deporte en los niños y adolescentes venezolanos deberá ser novedosa, evitando la contaminación anómala que hoy persisten en el manejo del deporte en los entes públicos locales, regionales y nacionales, para lo cual tendrá que establecerse el conceptos que este nuevo organismo será un ente de cuido y formación de gente buena de espíritu, al pensar que cada centro deportivo es una escuela de excelente enseñanza en la preparación y formación de buenos ciudadanos. Cristalinamente todo ésto ya fue contemplado en la Asamblea Nacional Constituyente cuando la mayoría de sus diputados aprobaron la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y plasmaron allí el artículo 111, éste, resultado de estudiar concienzudamente su texto en diferentes comisiones y sesiones plenarias de la A. N. C. Releamos la parte de ese artículo 111 que dice “El Estado asumirá el deporte y la recreación como política de educación y salud pública y garantizará los recursos para su promoción. La educación física y el deporte cumplen un papel fundamental en la formación integral de la niñez y adolescencia” El extracto anterior se refiere a la oportunidad de superación que tendría que brindársele a cada niño y niña de la patria para lograrse el bienestar de todos los seres humanos que conviven alrededor de ellos; el colectivo venezolano. De manera que hay que estar claro que el legislador cuando aprobó tal artículo constitucional fue su propósito y razón beneficiar a toda la población venezolana y por ello encomendó al Estado realizar el máximo esfuerzo por mantener a la niñez sana de cuerpo, mente y espíritu. Por favor, cúmplase el artículo constitucional Nº 111.

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José M. Ameliach N.


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