El 26-S

Oligarca temblad

Nadie puede culpar a otros de sus propias torpezas. Los escuálidos -como siempre- equivocaron el camino hace cinco años, cuando decidieron no participar en las elecciones parlamentarias. Hemos contado con un Parlamento revolucionario en el último quinquenio. Ahora, al acercarse las elecciones, los representantes del pasado arremeten criticando a los Diputados de la Revolución. Atacan por atacar. Allí está la obra buena hecha desde la Asamblea, lo que garantiza un nuevo triunfo parlamentario para el Socialismo. No obstante los éxitos, por supuesto que hay fallas y errores que deben corregirse en el nuevo quinquenio.

La Asamblea Nacional le ha cumplido a la Revolución. Estamos orgullosos pero no satisfechos. Los Diputados han podido hacer más, y harán más en el próximo quinquenio. Una de las fallas del actual Parlamento está de manifiesto en los traidores, en los que le han jugado con trampa a Chávez y al proceso de cambio. De los 165 Diputados electos en 2005 por el pueblo revolucionario para ser nuestros abanderados, no todos han estado a la altura, ni todos eran en el fondo revolucionarios. Algunos estaban disfrazados. Ocurrió lo que siempre en la historia, pasado el tiempo de acrisolamiento, el grupo parlamentario de la revolución se depuró, se aquilató y purificó, dejando de lado a individualidades que fueron saltando en el camino y a los traidores de Podemos. Más recientemente se han quitado la careta los del PPT, que no son chicha ni limonada. El lastre quedó atrás. Más ligeros ahora, sin el peso de los camuflajeados y de la contrarrevolución, marchamos hacia el Socialismo.

Pa´qué han servido los Diputados, preguntan los contrarrevolucionarios, quienes llaman focas a los representantes del pueblo, difamándolos al resollar por la herida.

¿Qué pa’qué han servido los Diputados? Respondo a los oligarcas: han servido para legislar y hacer el marco jurídico de la Revolución; han servido para controlar y dejar atrás las viejas mañas del peculado y del uso indebido de los dineros del pueblo; han servido para representar al pueblo revolucionario en el Parlamento de la Patria.

Numerosas y de avanzada son las leyes que la Asamblea ha aportado al cambio con el que estamos empeñados. Allí van cuatro nombres, podría citar decenas de leyes: la de los Consejos Comunales y la de las Comunas, que abren camino a la nueva organización popular, para que los ciudadanos desempeñemos el rol protagónico que la Constitución nos reconoce. Consejos Comunales y Comunas son el arma del pueblo para que se sienta el Poder Popular. Pero allí están también la Ley del Consejo Federal de Gobierno, que marca una nueva manera de relacionarse los distintos poderes públicos entre sí, acercando y coordinando positivamente el Poder Nacional, con el Estadal y Local, y todos ellos con el Poder Popular. En cuarto lugar menciono la Ley de la Policía Nacional, para enfrentar el histórico mal de la delincuencia en Venezuela. Si querían leyes, ahí están las leyes.

Si querían control parlamentario, en la Asamblea se controla eficientemente, sin la estridencia y la grosería que se le escucha a las guacharacas opositoras de Podemos y a otras voces de la nueva derecha. Cuando los escuálidos dicen que nuestros Diputados no controlan, lo que quieren significar es que no sabotean al gobierno, no sirven de freno a la Revolución. Están conscientes las Diputadas y los Diputados que tienen que investigar las cosas que fallan y los delitos que se cometen. Por eso se investigó y solicitó el enjuiciamiento de Manuel Rosales, quien huye despavorido por sus delitos de corrupción. Por eso se investiga ahora el fraude del Banco Federal, así como los delitos de otras instituciones financieras, por no hacer larga la lista.

Por último, si en algún período los parlamentarios han cumplido su función de representar al pueblo, es en el actual, cuando han actuado en nombre de la gente y en representación de los venezolanos, a diferencia de como nos tenían acostumbrados, cuando los Diputados sólo eran voceros de los ricos, de los empresarios, de los oligarcas e imperialistas. Más que representar a Venezuela, parecían representar a los Estados Unidos, a Israel y a otros países o potencias, enemigos del pueblo de Venezuela.

De modo pues, que nuestro Poder Legislativo legisla, controla y representa. Lo bueno ha de seguir. Eso es lo inteligente. Oligarca te informo, que el 26 de septiembre el pueblo ratificará el triunfo popular de la Revolución y el Socialismo.

El 26 S te diremos nuevamente… ¡Oligarca temblad!

(*)Municipalista. Dirigente social

cesar.dorta62@gmail.com




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César Dorta(*)

Luchador social y municipalista

 cesar.dorta62@gmail.com

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