La cúpula financiera que gobierna al mundo, con EEUU como centro, se basa en el incremento del gasto militar, la especulación financiera y políticas neoliberales que fortalecen las tendencias recesivas, tal como ocurre hoy en Europa.
Esta tríada genera guerras, empobrecimiento de la gente, destrucción del planeta, de la soberanía, de los derechos humanos y de la democracia, y por supuesto, una aceleración de la acumulación de capital. Mientras el año pasado el número de hambrientos se incrementó notablemente, los millonarios crecieron en casi 20%.
Bancos quebrados, rescatados por el Estado, no generan fortalecimiento de la economía real y crecimiento del empleo, sino millonarios prósperos.
Este proceso no favorece la acción abierta de movimientos sociales contestatarios. El totalitarismo, la represión y la desestabilización de los gobiernos progresistas, parecen ser el horizonte del capitalismo. Estratégicamente es débil, pero a corto plazo, podría conducirnos a la destrucción de la humanidad y del planeta.
A menos que un gran movimiento social por la paz, los derechos humanos, la defensa del planeta, la diversidad cultural y la cooperación Sur-Sur, que influiría en los pueblos del Norte, se levante por el mundo.
La crisis capitalista también abre esa posibilidad, pues obliga a luchar para existir. Existir tiene que ver, entre otras cosas, con la posibilidad de convertir la cooperación Sur-Sur en palanca que permita destruir la coerción financiera, económica y militar, que se ha desatado sobre los países y pueblos del Sur.
La recesión continúa y puede agudizarse, lo que provocaría una fuerte caída de los precios del petróleo y otras materias primas. Es necesario acumular reservas y crear instrumentos monetarios que permitan emitir liquidez para financiar proyectos productivos y de beneficio social, que faciliten el empoderamiento de la gente sin lo cual, nada cambiará. Dicha política generaría inflación sólo si el dinero va hacia canales especulativos, que incrementen la corrupción y la ineficiencia.
Hay que adquirir autonomía monetaria con respecto al capital financiero, creando instituciones, unión monetaria y comercio justos entre una alianza significativa de países del Sur, que no descarta el trueque y la existencia de monedas para el intercambio local.
julio.escalona99@yahoo.com
