Así como hemos exhumado el cuerpo de nuestro libertador y le hemos regalado una nueva bandera, deberías exhumar los recuerdos de Caracas, y regalarle la bandera del socialismo, pero que difícil ha sido lograr este objetivo.
Caracas, la de los techos rojos y la sucursal del cielo se ha esfumado, para darle paso a una inhóspita ciudad, agresiva, de habitantes (más no ciudadanos) cargados de una gran violencia urbana, ciudad de hacinamiento, una ciudad donde hay un vehículo por cada cuatro habitantes, más de un millón de vehículos y “cuatrocientos mil ingresando cada año preparando su colapso” (Fruto Vivas, Ideas para una Caracas posible, Editorial el perro y la rana, 2007).
Caracas, producto de la concentración de poder, es un territorio con complejos espacios para su expansión y crecimiento, con poca capacidad de desarrollo hacia el sur, este y oeste, he imposibilitada de crecer al norte, está bajo el manto protector del Guarairarepano, su verdadero pulmón, maltratado por la agresión permanente de unos caraqueños que ya no tienen espacio para convivir y una falta de política cónsona con lo que profesa en la actualidad.
De los casi doce años de revolución, diez ha estado bajo el control mayoritario de sectores “progresistas”, que sin embargo, no han logrado hacer progresar a nuestra ciudad, apenas algunas reivindicaciones como la reubicación de la economía informal han sido logros parciales, pero aún la ciudad espera por una reurbanización digna de tan gran majestad.
Sin embargo, a Caracas aún la mantiene el sueño de que algún día llegue la revolución en hechos para ella, la indolencia del fraccionamiento de la ciudad en municipios divididos en clases sociales y grupos políticos opositores y la falta de políticas coherentes en planificación urbana han hecho de ella un espacio anarquizado y borracho de poder.
En la actualidad, Caracas, vive una transformación acelerada en su organización político-territorial, en pugna con un sistema de organización heredado de la colonia que ha sido desbordado para la creciente conciencia política del proceso revolucionario, pero que no ha impacto en lo más mínimo en la transformación de la conciencia ciudadana de los habitantes, generando una continua agresión a sus espacios. Invasiones, deforestación, contaminación, basura y caos en la atención de los espacios públicos hacen de Caracas una ciudad sólo para la acción económica y política, pero no para la vida digna y menos para el socialismo orientado al trabajo productivo.
La inorganicidad de la concepción del trabajo en nuestra Caracas, hace de ella un espacio de explotación capitalista que dista de ser erradicada por buenas voluntades. Por otra parte, el emerger del Poder Popular como panacea para el logro del socialismo bolivariano se distancia de las condiciones objetivas para que ese fin se logre, produciendo una frustración que se va acumulando y puede generar una reacción que conduciría a un mayor retraso en la aplicación de verdaderas políticas públicas que nos enrumben a una ciudad socialista.
Una ciudad socialista es aquella que está habitada por “ciudadanos” que deciden sobre los asuntos públicos de manera directa, y estos tienen el control en el destino productivo de la misma, y eso aún no se logra en nuestra ciudad.
Caracas, cuna de las formas de organización más revolucionarias en los últimos tiempos, Círculos Bolivarianos, Comités de tierra Urbana, Comités de Salud, Mesas Técnicas de Agua, Consejos Comunales, Comunas, que se desarrollan al fragor de las decisiones ciudadanas, ahora coexiste con unos Gobiernos Parroquiales, escogidos a dedo por el Alcalde, que va en detrimento de ese mismo poder popular por su ilegitimidad.
Pero no sólo es lo político, nosotros los ciudadanos, bajo condiciones de abandono, tiramos la basura al piso, contaminamos sónicamente todos nuestros espacios para aturdirnos y alejarnos de la realidad que nos rodea, no respetamos las normas básicas de convivencia, y deterioramos lo que medianamente aún está en pie, he incluso atentamos contra nosotros mismos en un acto de desesperación contra lo ingobernable que se han transformado nuestros espacios comunes, mediados por la contaminación ideológica de los mass media y sus mensajes de consumo exacerbado.
La aspiración desclasada de una ciudad Cosmopolitan que inunda la mentalidad de los caraqueños, que choca con la realidad ya descrita, se convierte en lastres que frenan el surgimiento de una mayor calidad vida en una Caracas que aún tiene mucho por dar en pensamiento y acción.
Por ello, mientras lo político avanza hacia una ciudadanía más cónsona con el socialismo que profesamos, y en el espíritu crítico de todos mis escritos, retomaré algunas propuestas de Fruto Vivas para la reflexión propositiva.
1.- En el Transporte, establecer horarios alternos para cada actividad, por ejemplo: -Que los bancos abran de 8 am. a 2 pm. –Las oficinas públicas de 9 am. a 6 pm. – Los comercios en general de 3 pm. A 10 pm. – Los colegios de 7 am. a 1:30 pm. – Las oficinas privadas de 10 am. a 7 pm.
2.- Prolongación de la Cota Mil desde la av. Baralt hasta la autopista hacia la Guaira. Mitiga las congestiones en la Av. Sucre y Bolívar en la autopista Fajardo.
3.- Eliminar el uso de la gasolina en los automóviles de la ciudad usando gas, que es más económico y menos contaminante.
4.- Transformas todo el transporte de autobuses en Trolly Buses eléctricos, según el modelo de Quito en Ecuador, bajando la gran contaminación que producen los autobuses con combustible diesel.
5.- Nacionalizar el oxígeno: “o salvamos los árboles y vivimos con ellos o desaparecemos del universo”.
6.-…hacer un programa de reforestación para la ciudad dirigido por expertos en arborización urbana…
7.- Reponer el plan desarrollado en 1980 por Ofelia Suárez. “La basura es un tesoro”, que tenía su centro de producción y enseñanza en Caricuao, para educar en el área de reciclaje de basura y crear el sistema de los tres pipotes: materia orgánica, vidrios y metal.
8.- La aplicación de técnicas de transformación de basura urbana en industrias populares, “vender la basura transformada”.
9.- Aprovechar el programa en desarrollo de saneamiento de los ríos Guaire y Valle, para hacer programas de uso de todas sus ribieras, con pasarelas que permitan la instalación de ventas de artesanía y fuentes de soda e interconexión del norte y el sur de la ciudad.
10.- Tomar experiencias en el mundo que pueden emularse, como lo son las viviendas productivas del barrio Jerusalén en Bogotá, que desde los ochenta abastecen de hortalizas los hoteles de Bogotá con huertos hidropónicos realizados en los techos de las casas.
11.- Colocar sensores de contaminación ambiental en las áreas críticas de la ciudad, como lo tienen Moscú, Curitiba y Ciudad de México, que permitan alertar a la población y desviar el tráfico cuando el aire sea irrespirable.
12.- Establecer el lavado semanal de las calles y avenidas con grandes aspersores agregando azufre natural. Todas las grandes ciudades lo tienen.
13.- Crear el día comunitario de la limpieza urbana, de mantenimiento de los árboles, barrido de las calles, pintando las fachadas.
A estas le agregaría:
1.- Una políticas de reconstrucción de aceras y brocales pensando en la tercera edad y los discapacitados.
2.- El cumplimento estricto de las leyes de tránsito, empezando por las autoridades.
3.- Creación de más espacios peatonales, que impida el acceso vehicular en el centro de Caracas, con transportes eléctrico en los bulevares y estacionamientos públicos subterráneos de amplias dimensiones para los sectores de acceso.
4.- Ampliación de la iluminación pública con páneles solares en los sectores populares.
5.- Masiva acción pública para la esterilización de perros callejeros.
6.- Una política masiva de adopción de perros callejeros.
7.- Sanciones más punitivas a los vehículos estacionados en aceras y áreas verdes.
8.- Generar una política de mantenimiento comunal de las áreas verdes y de esparcimiento.
9.- La construcción de una línea 1 paralela para la descongestión de la actual línea.
10.- Ampliación de los actuales andenes de la línea 1 a lo largo para la incorporación de nuevos vagones.
11.- Creación de un sistema de transporte público que sea público, partiendo de un sistema troncal masivo.
12.- Desincorporación de vehículos chatarra del parque automotor con la creación de impuestos costosos a la falta de mantenimiento de los vehículos y transportes públicos.
13.- Estímulo al ensamblaje y venta de vehículos nuevos para la sustitución y no para la incorporación de nuevo parque automotor.
14.- Sustitución de ranchos por viviendas productivas.
15.- Profundización de la política de restauración patrimonial y reconstrucción de las mismas.
16.- Generan una política de reseñalización de las calles y avenidas de Caracas, manteniendo su actual nomenclatura e incorporando una que numere las mismas.
17.- Reorganización de las paradas del transporte público y la creación de terminales interurbanos en coordinación con el Poder Popular.
Estas son algunas de las recomendaciones de muchas, que desde el Poder Popular en coordinación con las instituciones púbicas pueden hacernos recordar una ciudad para los ciudadanos.
Caracas dista aún mucho de ser una ciudad socialista, y a pesar de nuestras aspiraciones políticas y revolucionarias, no sólo con la constitución de novedosas formas de organización popular se resolverán los problemas, hace falta políticas públicas socialistas y una gerencia revolucionaria eficiente para lograrlo.
