Horror ordinario

El ser humano se acostumbra demasiado rápido al horror. Me lo señaló una víctima de un campo de concentración. En horas se habituó y resignó al espanto y la crueldad.

  Pero también se rebela. Venezuela se alzó ante el horror de la IV República. Solo quienes dicen que fueron felices en ese horror, “sin saberlo”, desean revivirlo. Desmoralización. Incluso chabacanería, como cierta foto brutal publicada por el diario amarillista El Nacional. No, Teodoro, no nos importa más la foto que lo que ella pretende denunciar, sino que ustedes están abusando farisaicamente de muertos que duelen a todo el mundo menos a ustedes. Más bien, en su táctica electorera, les conviene que haya más crímenes, por lo que despiertan sospechas descorteses el balazo no identificado recibido por la beisbolista de Hong Kong y el asalto a un autobús de niños vacacionistas. ¿Qué malandro codicia una lonchera con Toddy?

  Hace semanas en México amanecieron ocho cabezas cortadas en un mismo paraje. En Colombia hallaron una fosa común con más de dos mil cadáveres. Esos sucesos son noticia habitual en ambos países y pocas personas se alarman ya porque se desensibilizó deliberadamente a esos países. Una de las cosas que me estremecen es cómo en Colombia se narran las peores atrocidades como cosa trivial. A Fulano lo picaron en pedacitos con una motosierra. Fulana tiene diez años secuestrada.

  Pues bien, desde hace tiempo están desensibilizándonos tal como a Colombia. Ya se cortan cabezas entre nosotros, ya se matan cientos de dirigentes populares como cosa habitual. Ya nos aclimatamos a la actuación atroz del hampa, al secuestro, al asesinato de menores, al tiroteo callejero, al arrebatón y al terror rutinario. Ya el desenfreno criminal dejó de ser nocturno para ocurrir a cualquier hora, en cualquier lugar. Cuando me dicen que cierto barrio es zona cruda pregunto qué zona no es implacable para mudarme allí.

  ¿Nadie pregunta por qué en Cuba uno anda por cualquier calle a cualquier hora en total seguridad?

  Por ahora la crueldad es principalmente apolítica, pero ya estamos incursionando en esa otra especie de violencia, la política, con golpe de Estado, paro patronal, guarimbas, asesinatos, amenazas de invasión con proliferación de bases y flotas militares rondándonos, sabotajes eléctricos, desabastecimiento planificado, sicariato, propaganda terrorista, te van a quitar los hijos, la casa y la farmacia que no tienes; te van a meter una familia cubana en tu vivienda, ya vienen las hordas a arrancarte el tostiarepas, organicemos un simulacro de asalto, con infantes y todo. Horror ordinario.

  Aún no hemos llegado a la situación de Colombia, pero comienza a parecerse de modo amenazante porque la ultraderecha no vive feliz sino en un zurriburri colombiano, mexicano, afgano, iraquí. Lo crea doquiera que predomina, aquí lo están procurando cada vez que sale un pasquín chusma de esos o se lanza una campaña barata y chapucera como la de CNN, replicada por los medios que aquí están en el centro de toda cabalgata antidemocrática.

  Advertencia: En Venezuela desde hace once años no hay derecha sino ultra-derecha.

roberto.hernandez.montoya@gmail.com



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Roberto Hernández Montoya

Licenciado en Letras y presunto humorista. Actual presidente del CELARG y moderador del programa "Los Robertos" denominado "Comos Ustedes Pueden Ver" por sus moderadores, el cual se transmite por RNV y VTV.

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