Los miserables

La palabra "MISERABLES" es una de las muchas del castellano que admite más de una acepción. Una de ellas comprende el conjunto de seres humanos desdichados, infelices, abatidos, que, dentro de una sociedad, viven en condiciones de pobreza extrema, excluidos del disfrute de los mínimos derechos que esa misma sociedad proclama en sus Constituciones, las más de las veces no por decisión propia, sino producto de las imperfecciones del sistema o la injusta aplicación de las leyes. Otra acepción es la de mezquinos, tacaños, avaros, que escatiman los gastos, y abarca a otro conjunto de seres humanos que, teniendo bienes de fortuna más que suficientes para no pasar privaciones, son incapaces ya no de compartirlos con el prójimo necesitado, sino ni siquiera permitirse el disfrute de ciertas comodidades o la satisfacción de algunos placeres. Es una forma de vida asumida voluntariamente, tal vez de manera inconsciente, producto de un temor a no tener algún soporte monetario si alguna vez llegaran a necesitarlo. Muchas veces esas personas no llegan a tener esa necesidad y mueren sin haber disfrutado de la vida.

Hay otra acepción que es la que tiene un carácter realmente peyorativo: la de viles y abyectos, que comprende un conjunto de seres con apariencia humana, poseedores o no de bienes de fortuna, pero carentes de cualquier tipo de sentimiento. Dentro de esta "categoría" pueden encontrarse individuos catalogados en las dos anteriores. Son seres que actúan movidos por impulsos primitivos, ambición desmedida o afán de poder por lo que entre ellos se pueden encontrar sicarios, empresarios, políticos y hasta.........religiosos.

En el abominable crimen que tuvo como víctima a DANILO ÁNDERSON (q.e.p.d.) no cabe la menor duda de la participación de MISERABLES de todas las "categorías" antes señaladas, desde los autores materiales (simples peones, sicarios) hasta los intelectuales (empresarios, políticos, etc.). Son los mismos MISERABLES que por su ambición desmedida o afán de poder (o de joder) tratan de frenar el avance del proceso que lidera el Presidente Chávez, que los despojó de los obscenos privilegios que tuvieron durante casi cincuenta años; los mismos MISERABLES que el 11 de abril de 2002 condujeron a una multitud indefensa, pero envenenada por los medios de comunicación, a una trampa montada por ellos mismos para masacrarlos y atribuirle la responsabilidad al Presidente para justificar un golpe de estado; los mismos MISERABLES que propiciaron el paro petrolero sin importarles las consecuencias de su alevosa acción que no merece otro calificativo que traición a la patria; los mismos MISERABLES que "decretaron" la suspensión de las navidades del año 2002 hasta que se fuera Chávez; los mismos MISERABLES que promovieron las "guarimbas"; los mismos MISERABLES que aún permanecen agazapados en la Asamblea Nacional, gobernaciones y alcaldías saboteando las iniciativas del Gobierno; los mismos MISERABLES que continúan envenenando la mente de muchos venezolanos con la basura que transmiten a través de sus medios e, incluso, utilizando el púlpito para deformar la imagen del proceso; y los mismos MISERABLES que, mayoritariamente, dictaminaron que en la República Bolivariana de Venezuela no hubo un golpe de estado, sino que lo que se produjo fue un "vacío de poder" que unos abnegados militares "preñados de buenas intenciones" trataron de llenar colocando a un monigote que en su primer y único decreto, arrasó con todas las instituciones de la República.

A estos últimos MISERABLES es a quienes corresponde la mayor cuota de responsabilidad de la muerte de DANILO ÁNDERSON.




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Ño Leandro


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