Aquí la parte final de la carta que el Libertador Simón Bolívar, desde Lima, el 7 de Diciembre de 1.824, envía a los presidentes de Colombia, México, Chile, Río de la Plata y Guatemala; invitando a sus gobiernos a conformar un Congreso Anfictiónico en el Istmo de Panamá.
“Con respecto al tiempo de la instalación de la asamblea, me atrevo a pensar que ninguna dificultad puede oponerse a su realización en el termino de seis meses, aun contando el día de la fecha; y también me atrevo a lisonjear de que el ardiente deseo que anima a todos los americanos de exaltar el poder del mundo de Colón, disminuirá las dificultades y demoras que exijan los preparativos ministeriales, y la distancia que media entre las capitales de cada Estado y el punto central de la reunión. Parece que si el mundo hubiese de elegir su capital, el Istmo de Panamá sería señalado para ese destino, colocado, como está en el centro del globo, viendo por una parte el Asia, y por el otro el África y la Europa. El Istmo de Panamá ha sido ofrecido por el Gobierno de Colombia para este fin, en los tratados existentes. El Istmo está a igual distancia de las extremidades: y por esta causa podría ser el lugar provisorio de la primara asamblea de los confederados. Difiriendo, por mi parte, a estas consideraciones, me siento con una grande propensión a mandar a Panamá los diputados de está república apenas tenga el honor de recibir la ansiada respuesta de esta circular. Nada ciertamente podrá llenar tanto los ardientes votos de mi corazón como la conformidad que espero de los gobiernos confederados a realizar este augusto acto de la América.
Si vuestra excelencia no se digna adherir a él, preveo retardos y perjuicios inmensos a tiempo que el movimiento del mundo lo acelera todo, pudiendo también acelerarlo en nuestro daño. Tenidas las primeras conferencias entre los plenipotenciarios, la residencia de la Asamblea., como sus atribuciones, pueden determinarse de un modo solemne por la pluralidad; y entonces todo se habrá alcanzado. El día que nuestros plenipotenciarios hagan el canje de sus poderes, se fijará en la historia diplomática de América una época inmortal. Cuando, después de cien siglos, la posteridad busque el origen de nuestro derecho público, y recuerden los pactos que consolidaron su destino, registrarán con respeto los protocolos del Istmo. En él encontrarán el plan de las primeras alianzas, que trazará la marcha de nuestras relaciones con el universo. ¿Qué será entonces el Istmo de Corintio comparado con el de Panamá?
Dios guarde a Vuestra Excelencia.
Vuestro grande y buen amigo.
Simón Bolívar.
El Ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores.
José Sánchez Carrión.”
Este Congreso Anfictiónico se realiza en 1.825 y resulta un total fracaso debido a la intervención malsana de los agentes del gobierno de los Estados Unidos, éste, invitado por el general Francisco de Paula Santander quien, encargado por Bolívar de la presidencia de la Gran Colombia, lo traiciona al permitir aquella indeseable presencia. Sin embargo, la idea luminosa de nuestro Libertador se pone en práctica al crearse la Organización de Estados Americanos, OEA, la que se desvirtúa al comprobarse que solo se ocupa en cuidar los intereses de los Estados Unidos, por cuanto al manifestarse algún conflicto en cualquier país latinoamericano este organismo es forzado por los mismos Estados Unidos a hacerse el loco y no actuar; o actuar sin ninguna eficacia y tardíamente. Ahora, el pueblo venezolano tiene que estar convencido de que la intención de Bolívar por construir un escudo que protegiera a todas las naciones de América del Sur hoy está bien arraigada en las mentes de las personas que gobiernan estas patrias; y tal proceso está en plena efervescencia. Es seguro que más pronto de lo que muchas personas piensan veremos como los países ricos a costa del robo y la explotación de las riquezas de estas naciones de Sur América, tendrán que cambiar su forma de ver y tratar a estas tierras que antes estuvo bajo el dominio de los ibéricos.
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