Lo sucedido en Anzoátegui tiene nombre y apellido… no, no es Tarek y su equipo, podríamos sintetizar para el análisis general que fue la falta de una política orientada a fortalecer y desarrollar el socialismo y no la repetición de los esquemas de la cuarta República, que solo han servido para aumentar la corrupción y el clientelismo político.
La fortaleza y orientación del Comandante Presidente se empaña con las desviaciones de los cuadros dirigenciales que manejan Anzoátegui; que agazapados en la sombra del líder, desposeyeron el poder correspondiente al pueblo para su beneficio particular; tal como en el pasado, solo que ahora la responsabilidad recae sobre el PSUV y nuestro Comandante ajenos a estos cuadros que fueron los encargados de adelantar los lineamientos emanados por el líder de la Revolución Bolivariana, pero erraron de manera descomunal.
¿Qué hacer? Tal como se planteó Lenin en su momento, pero en este caso ante la pretensión contrarrevolucionaria de darle un traste al gobierno legítimamente constituido con hasta elecciones si le es posible; pero como saben que no es el caso, ya plantean “calentar” la calle para sus propósitos de carácter putschista; en fin, requerimos devolvernos sobre el camino transitado; analizar, ver y corregir los errores políticos, empoderar verdaderamente al pueblo; sancionar y expulsar a los corruptos y devolver el partido al pueblo y su dirigencia de base. Pero sobre todo aplicar las tres erres, dictadas por Chávez.
El partido en el estado Anzoátegui debe renovarse, su actual directiva debe renunciar y dejar paso a nuevos cuadros que emergen en este vasto territorio; el gobernador Tarek debe facilitar el debate interno para corregir los entuertos y enderezar esta desviación que nos condujo a disminuir considerablemente la votación regional, igualmente es necesario la renovación del tren del ejecutivo, muchos han secuestrado el poder y se manejan con mucha soberbia, característica pequeña burguesa aun no desterrada de las filas del PSUV.
No pretendemos una "cacerías de brujas", pero es urgente una política radical, la cual recupere la credibilidad revolucionaria del gobierno regional, al igual que en otras locaciones del país donde se manifestó la victoria de manera inequívoca.
