Ola nacionalizadora augura futuro promisor

Construir el socialismo implica un estado donde el pueblo es gobierno, una economía donde prime las relaciones socialistas de producción y una cultura con valores y principios profundamente igualitarios, de solidaridad, de justicia social, de justa distribución de las riquezas, de vocación internacionalista, de autodeterminación como pueblo y de profunda soberanía como nación. Ahora bien, lograrlo por la vía pacífica y respetando la institucionalidad establecida por la oligarquía-burguesía es un reto harto difícil, ya que inducir los cambios básicos que exige este modelo de sociedad tienden a ser atrapados e impedidos por el mundo de controles propios del viejo sistema, el poder económico concentrado en esas pocas manos burguesas pro imperialistas y las contradicciones que emanan de una cultura de dominación sembrada en la conciencia de todo un pueblo.

Y esto es así, porque hablar de socialismo implica en primera instancia la toma del poder político para desde allí generar los cambios necesarios que permitan acabar con las estructuras de poder político establecidas e ir paulatinamente destruyendo el aparato burocrático, corrupto y depredador instalado por la oligarquía-burguesía, reto hoy presente en el gobierno revolucionario y en firme avance con la consolidación del Poder Popular, a través de la creación de los Consejos Comunales y las Comunas. En segundo lugar, es vital acabar con las relaciones de producción y explotación capitalistas e ir construyendo la nueva economía socialista, que implica poner en manos del pueblo, a través de su ente administrador como lo es el gobierno revolucionario, todos los medios de producción del país. En esta fase al comandante Presidente Hugo Chávez no le ha temblado la mano y con paso sostenido viene generando una ola nacionalizadora del grande y mediano capital, constituyendo empresas de propiedad social que nos permite augurar un futuro promisor y lleno de felicidad para todos los venezolanos. Y en tercer lugar, hay que destruir de la conciencia colectiva el espíritu conformista y de aceptación de miles de años de explotación, subyugación y dominación, para sembrar en el ideario colectivo nuestras raíces libertarias y de emancipación, la filosofía cristiana de amor, paz y liberación, la hermandad como estructura vivencial cultural de nuestros aborígenes, las relaciones de vida y lucha de la cultura afro caribeña y el pensamiento universal que insurge contra la explotación del hombre por el hombre.

Todo lo cual nos debe permitir conjugar un extenso e intenso esfuerzo político, económico y cultural en la construcción del hombre y la mujer nuevos, para hacer realidad la estrategia de dar la mayor suma de felicidad posible al pueblo todo.

Aquí juega un papel determinante el partido de vanguardia de la revolución, el PSUV, que debe ser la brújula que guíe todos estos cambios, para lo cual tiene que realizar un profundo análisis organizativo e ideo político, sin cortapisas, de cara al último evento electoral y en concordancia con la estrategia planteada.



Presidente Fundación La Voz Del Valle De caracas

Vocero de la Red Nacional de Círculos Bolivarianos

lavozdelvalle2@yahoo.es


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Rubén Mendoza

Dirigente de los Círculos Bolivarianos, comunicador alternativo, Director del periódico La Voz del Valle

 lavozdelvalle2@yahoo.es

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