En un mundo casi totalmente dominado por el capital especulativo financiero, la globalización neoliberal, los planes demenciales de guerras de EEUU, en Irak, Afganistan, Irán, Corea del Norte, la ascendente especulación nacional e internacional con los precios de los alimentos, la decisión del Presidente Hugo Chávez, de expropiar el Grupo AGROISLEÑA C.A. (1955), sucesora de Enrique Fraga Alfonzo, ahora bautizada por el mandatario con el nombre de AGROPATRIA, era imprescindible para garantizar la cadena de producción y la seguridad alimentaria del país.
Tal como es costumbre, de inmediato arreció la brutal guerra mediática, financiada por la CIA, contra Chávez y la revolución bolivariana, con la acusación de apoyar los grupos terroristas FARC y ETA.y la costosa campaña internacional “TODOS CONTRA EL COMUNISMO TODO EL TIEMPO” respaldada por el grupo de ultraderecha español PRISA y los dirigentes fascistas del Partído Popular (PP), los micropartidos opositores del país, y los periódicos El Nacional, El Universal, Nuevo País, Correo del Caroní, La Razón, el canal de TV. Globovisión y algunos politiqueros muy desprestigiados.
En su conocido libro “Bolívar: Pensamiento Precursor del Antimperialismo”, el escritor y periodista cubano Francisco Pividal (1977), afirmó acertadamente que “el imperialismo está consciente que en este comienzo del siglo XXI la unidad de muchos países de América Latina y el Caribe como es el caso de Argentina, Bolivia. Brasil, Cuba, Ecuador, Nicaragua, Paraguay y Uruguay, así como también UNASUR y la nueva OEA, sin EEUU, cierra sus posibilidades hegemónicas en el continente en la misma medida que la desintegración la favorece.
Otros analistas políticos y expertos, entre ellos la abogada norteamericana Eva Golinger, han denunciado que para alimentar está última, el imperio y sus organismos de inteligencia no se detienen ante algo ni ante nadie, para tratar de desprestigiar, envenenar, manipular o desconocer los avances en la educación o la salud, o las luchas contra la …/
pobreza y la injusticia social de los Presidentes Correa, Evo Morales, Chávez o de la revolución cubana, entre otros.
Algunos psiquiatras afirman que ese “constante envenenamiento”de la población venezolana entre ellos los planes de magnicidio contra Chávez se transmiten en las campañas anticomunistas de la derecha fascista desconociendo el respeto y amistad existente con el líder cubano Fidel Castro. Tales sectores apoyaron al dictador Micheletti y justificaron el golpe de estado contra el Presidente Zelaya en Honduras, de la misma forma guardaron silencio y no condenaron el monstruoso sabotaje en 1976 a un avión cubano en Barbados que provocó 73 víctimas inocentes ejecutado por la CIA con el pretexto de que “en el avión no habían civiles, ni el equipo de esgrima sino militares que regresaban de Angola.”.
Sin embargo, todos los medios de comunicación incluyendo The New York Times informaron entonces la decisiva participación del terrorista Luis Posada Carriles, actualmente en libertad y protegido por tribunales de EEUU, pese a una solicitud de extradición en su contra por parte de tribunales de esta nación por haberse fugado de una cárcel venezolana.
La diputada electa al PARLATINO, Ana Elisa Osorio, afirmó que la empresa expropiada funcionó sin problemas durante los gobiernos de Acción Democrática, Copei y URD, protegida por los integrantes del llamado “Pacto de Punto Fijo”. En ese período, asumió la distribución de fertilizantes y pesticidas contaminados y prohibidos entre ellos: los llamados Dirty Dozen (docena sucia), Lindano, Gramoxone, Aldrín, Dieldrín, Parathión, Folidol, Partiofen y Paraquat . Por otra parte, se involucró en otras actividades ilegales entre ellas, la de efectuar operaciones bancarias mediante las cuales obtenía préstamos a través de instituciones financieras con tasas de interés del 6 por ciento y los transfería a campesinos cobrándoles tasas de hasta 16 por ciento.
Cuando conocían que estos pequeños productores tenían problemas económicos, les pedían que entregaran sus cosechas como parte de pago por los insumos agrícolas que recibían y si había algún excedente les daban fertilizantes.
Por su parte, el ministro para la Alimentación (MINAL), Carlos Osorio, indicó que la expropiación de agroisleña tenía en sus manos la distribución de 84 productos agrícolas, fertilizantes semillas y agroquímicos, en 64 tiendas, ocho silos y tres tiendas.La medida
Gubernamental, tiene como base legal los artículos 113 y 315 de la Constitución Nacional de 1999, relacionados con la prohibición de monopolios, dado a conocer en el decreto
número 7700 publicado en la Gaceta Oficial número 39.523. con capacidad de almacenamiento de 950.000 toneladas de maíz amarillo, blanco, arroz, sorgo y soya.
El Presidente Chávez, garantizó la estabilidad y los pasivos ambientales y sociales de todos sus trabajadores y campesinos, al igual que la consecución de créditos para 17.000 productores, la consolidación de un Centro Nacional de Semillas y la vigilancia permanente para impedir la contaminación con pesticidas. Enfatizó que todo será ganancia para el pueblo y afirmó que el único camino a la paz, es la justicia, la hermandad la igualdad y concluyó que no habrá paz, mientras no haya justicia en el mundo. Finalmente, anunció la siguiente reducción de precios en la nueva empresa:
Reducción del 49.3 por ciento en el precio de 12 fertilizantes; reducción del 41.7 por ciento en las semillas de arroz, caraotas y maíz; el saco de fertilizantes 12-12-17 de 50 kilos que antes vendían a 110 bolívares, ahora costará 36 bolívares y la reducción del 43 por ciento en 260 agroquímicos.
Mientras tanto, en el contexto de guerra mediática, la cúpula empresarial derechistas de Fedecámaras rechazó el plan oficial “porque destruye a Venezuela” y el economista Pedro Rivas, Presidente de Fedeagro, expresó que no entendía porque se habla de la importancia de la expropiación de Agroisleña porque esa empresa era una fuente de financiamiento para muchos productores.”Ahora, dijo, no sabemos cómo funcionará eso”. Esos mismos medios de comunicación, que ignoran y desconocen todos los cambios trascendentales impulsados por Chávez en Venezuela por la revolución bolivariana, ahora no dan oportunidad a cientos de organizaciones de productores y trabajadores del campo que respaldan AGROPATRIA.
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