Dos millones de razones para hablar del problema de vivienda en Venezuela– 2da parte.

 

Pero a mi casa la azotan los rayos
y un día se va a partir en dos.
Y yo no sabré dónde guarecerme
porque todas las puertas dan afuera del mundo.

Ésta es mi casa de Mario Benedetti.

Fuimos sometidos desde la llegada del invasor a concentrar la población cerca de las costas, situación que luego se profundiza con la explotación del petróleo, el abandono del campo se tradujo en grandes extensiones de territorio despoblado, algunos vivos se aprovecharon de hacerse de algunas tierritas y otros a través de sus cargos públicos crearon verdaderos imperios.

A Eugenio Mendoza, “El Rey del Cemento” no le fue difícil crear su imperio, como Ministro de Fomento de Isaías Medida Angarita conocía la ubicación de las minas de caliza (material base para la producción del cemento), y eso no le impidió hacerse de una de las principales industrias del país.

Para finales de la década de los 40, no solo comenzó el éxodo hacia las ciudades, sino a desplazarse los materiales tradicionales por los industrializados en las viviendas del campo venezolano, bajo la premisa que el chipo se alojaba en las paredes de barro. Claro, comenzaba a agarrar fuerza la industria cementera.

Hacia 1958, Mendoza crea la Fundación Vivienda Popular, para dar “solución” al problema de la ranchificación, el guaro se convirtió en contratista de si mismo, denuncia que hicieran voceros de Acción Democrática en su oportunidad.

Fue la época en que comenzaron a multiplicarse las empresas de responsabilidad social bajo la figura de fundación, decía Mendoza que garantizando vivienda a la gente que trabajaba con él, había más continuidad en el trabajo, los trabajadores se apegaban más a sus puestos, trabajaban mejor, con mejor ánimo, con más dedicación. El tipo no era tonto, aplicaba esa de que no se muerde la mano de quien te da de comer.

Crea también en 1958, la Fundación Vivienda Popular, de la que se desprenden las empresas: VIPOSA, Viviendas Populares S.A., con la finalidad de “producir componentes industrializados de concreto para la construcción, con especial énfasis en las soluciones de viviendas de bajo costo”,  Productos Derivados de Concreto, C.A. (PRODECON), para la fabricación, comercialización y venta de los productos VIPOSA, y el Banco Hipotecario de la Vivienda Popular. Hoy en día bajo ese modelo operan los productores de viviendas privados, existen empresas vinculadas a la misma directiva, es decir los mismos dueños, que promueven la venta de la vivienda, otra la construye y otra la financia (a veces el banco financiador es alto pana de la empresa promotora). Lo único que no han podido incorporar y porque ya esta en manos del Estado es la industria del cemento, sin embargo tienen garantizados sus cupos para la adquisición de cemento a granel, son los que menos sufren a la hora de comprar el producto.

Muera el Rey, Viva el Rey, la C.A. Venezolana de Cementos VENCEMOS pasa a manos de la trasnacional mexicana CEMEX en 1994, nuestro cemento es enviado fuera del país a través de Pertigalete, toneladas de cemento de alta calidad y la obtención de dividendos en dólares hacen que sea más negocio venderlo “afuera” y a nosotros que nos orine un perro.

Por tales razones, el 03 de abril de 2008, en cadena nacional, el Comandante Chávez nacionaliza la industria del cemento, en aras de la necesidad estratégica de esta industria.

En fecha 13-10-2010, la página web del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias publica noticia donde la Corporación Socialista de Cemento informa: “las cementeras venezolanas satisfacen la demanda interna del consumo social del principal insumo para la construcción”, dice además “la nacionalización de esta industria, le da prioridad a la disponibilidad y el acceso del cemento para aquellos que históricamente han sido víctimas de la especulación capitalista de dicho insumo para la construcción, convirtiéndolo en un producto que ahora se distribuye a un precio justo“. 

Lo cierto es, lo que se oye y observa en la calle es lo contrario, quienes necesitan adquirir el producto lo hacen con sobreprecio. Muy probablemente quienes están al frente de la Corporación se defiendan diciendo que no todos los cementos están regulados, eso lo sabe el pueblo, pero es absurdo que un saco de cemento de cualquier tipo cueste entre 30 y 40 Bs estando en manos del Estado su producción y comercialización, ojo eso sin el flete.

Existe un pueblo que no tiene la necesidad de acudir a los entes del Estado por una vivienda, parte de ese pueblo cuenta con una entrada económica que le permite ahorrar para mejorar, ampliar o reparar la que tienen, pero ¿cómo hacer con esos precios especulativos?.

Ministro Menéndez, venga a Lara, llegue hasta la Planta de cemento, no deje que solo le muestren cuadritos con cifras, hable con los trabajadores. En esta planta se produce el cemento tipo I, el regulado, pero si hace un recorrido por la ciudad se dará cuenta que no hay cemento tipo I en ninguna parte y si lo hay, lo venden con sobreprecio, decían en un programa regional de televisión que los especuladrones están haciendo de las suyas. Fíjese que ilógico, en Lara se vende el cemento que se produce en Pertigalete y el de acá se lo llevan hacia otras ciudades, se me ocurren un montón de preguntas, por ejemplo, ¿a que lumbrera se le ocurrió esa distribución?, ¿sale más barato traer de tan lejos?.

En este momento, todo el esfuerzo del Gobierno revolucionario debe enfocarse a darle respuesta a los compatriotas que se quedaron sin vivienda, para que estas familias puedan dejar atrás el amargo trago de haberse quedado en medio de la nada, pero también hay que imprimirle mayor velocidad a la posibilidad que los venezolanos y las venezolanas podamos acceder a los materiales de construcción sin dificultades y abusos de parte del comercio ferretero.

No es tema fácil de dar respuesta, tantas marramuncias que nos dejaron los reyezuelos que se congraciaban con los gobernantes de turno durante la 4ta república, por lo que hay que conocer ese pasado y reconocerlo en el presente y así evitar errores que serian cobrados en el futuro.

Por viviendas dignas y empresas recuperadas al servicio del pueblo!


Patria socialista o muerte – Venceremos!


v2querales@hotmail.com

electronlibre.radio@gmail.com



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Valentina Querales

Productora, Investigadora. Dra. en Ciencias para el Desarrollo Estratégico. Ex-presidenta de INDEPABIS Trabajadora de CORPOELEC Lara Vocera de Fábricas e Instituciones GPP Lara

 mtse13deabril@gmail.com

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