Durante el receso vacacional, por demás, sucedieron eventos que permitieron a las usuarias/usuarios del servicio dotarse de buenas expectativas de mejoramiento del servicio, por demás pésimo. Con la eliminación del nefasto Mopvi, y la creación del nuevo ministerio de Transporte y Comunicaciones, vino un nuevo ministro, el Ing. Francisco Garcés, a retomar la problemática del Metro de Caracas, bajo la eficiente guía del Vicepresidente, el camarada Elías Jaua, se montaron sendas Mesas de Diálogo en las que los trabajadores/trabajadoras fueron partícipes de la búsqueda de soluciones a la grave problemática, acumulada en los últimos años, que aqueja a esta estratégica empresa propiedad de todos los venezolanos y venezolanas. Igualmente, desde la Vicepresidencia de la República se convocó a los mal llamados “trabajadores/trabajadoras de confianza” a fin de discutir su problemática que data ya desde hace un año y pico, sin que en ese tiempo se le diera solución a sus exigencias de homologación de los beneficios contractuales del personal regular, establecidos en la Contratación Colectiva.
Además de esas iniciativas, el Camarada Presidente, Hugo Chávez, destinó recursos por el orden de un poco más de 150 millones de BsF a ser utilizados en la revitalización del servicio e incluso, públicamente, instó a los directivos/directivas de MetroCaracas que de necesitar recursos para repotenciar los sistemas de aire acondicionado de los vagones que se lo hicieran saber para asignarles más recursos. En otras palabras, sobre nuestra compañía pública, Metro de Caracas, se han vertido todo un conjunto de buenas intenciones que deberían presentar a sus usuarios/usuarias una nueva oportunidad de mejoría del servicio que diariamente nos presta. Pero, la realidad dista mucho de la buena voluntad manifestada por los distintos actores que hacen vida en el escenario MetroCaracas; por supuesto, las malas actuaciones las sufrimos, en última instancia, los usuarios/usuarias del servicio.
Estas semanas de inicio del año escolar, hemos padecido, con sospecha, los harto conocidos retrasos del servicio; curiosamente, ocurren dentro del mismo período de tiempo entre 7 y 30 a.m. y 8 y 30 a.m., valga decir, parecieran planificados, esos sí. La semana pasada ocurrieron martes 13 y miércoles 14; ya para esta semana, se fueron desde el propio inicio, lunes 18 y martes 19, a la misma hora. ¿Curioso verdad?. No existirá, dentro del organigrama de la compañía, una instancia que investigue las causales de estos eventos y ubique los/las responsables, en caso de ser causados por fallas humanas, provocadas o fortuitas?.
La “gerencia del desastre” todavía continúa a la cabeza de MetroCaracas, por lo tanto, consideramos que desde el MTC debería surgir una instancia que le haga seguimiento a estos eventos que, nuevamente, traen malestar a los usuarios/usuarias del servicio, si van a continuar con esta situación hasta 2012, fecha en que se realizarán las elecciones presidenciales, imagínense que evento puede ocurrir en esos año por venir. Otras situaciones que ocurren a lo interno del subterráneo nos indican que éstas no son fortuitas; las escaleras mecánicas, por ejemplo, se paralizan, se coloca un cartelón que impide el acceso a las mismas, informando que están en reparación, lo curioso es que no hay nadie trabajando en las mismas, valga decir, se paralizan por paralizar; mientras, los usuarios/usuarias tenemos que desplazarnos por decenas de escaleras hacia abajo o hacia arriba y lo peor es que hasta compatriotas discapacitados los hemos observado subir sus escaleras, con sus muletas; hasta este nivel de indignidad, está llegando nuestro principal servicio de transporte público en la ciudad capital de la República Bolivariana de Venezuela.
Será que entre los revolucionarios/revolucionarias no hayan camaradas capacitados/capacitadas para encarar esta problemática y darle solución? ¿Hasta cuándo Camarada Presidente, Hugo Chávez, Camarada Vicepresidente, Elías Jaua, tendremos que soportar este pésimo servicio?.
Como se ha demostrado y evidenciado, no es suficiente involucrar solo a los trabajadores/trabajadoras en la búsqueda de soluciones a la problemática, también hay que involucrar a los usuarios/usuarias en la gestión del servicio y en la solución de los problemas, ¿por qué se le teme a la participación popular?.
En definitiva, urge la
designación de un nuevo equipo directivo que haga factible los cambios
urgentes que está reclamando nuestra estratégica empresa de servicio
público: Metro de Caracas, póngase bravo, quien se ponga, EL INTERÉS
COLECTIVO ESTÁ POR ENCIMA DEL INTERÉS DE GRUPITOS POLÍTICOS FRACASADOS
EN LA GESTIÓN PÚBLICA…
Caracas, 19 de octubre de 2010