En Vargas se ocultan cadáveres

En el Aló Presidente de hoy, domingo 31 de octubre de 2010, el presidente Chávez tocó el tema de la transmisión de información desde la base hasta él, un punto escabroso para muchos de los que ocupan cargos del gobierno, tanto central como local.

El asunto es que esta misma página Aporrea, es un centro donde confluyen denuncias desde todos los rincones del país –autocrítica – de la más necesaria. Aquí se exponen los problemas y se proponen posibles soluciones.

Pues bien, desde esta página hemos hecho cientos de denuncias durante toda su existencia y desde Antiescuálidos, que era la página más visitada antes de surgir Aporrea y nunca recibimos una correspondencia de algún ente oficial que acusara recibo de la denuncia o que dijera que sometería a su consideración alguna de las propuestas - Nada, solo un silencio sepulcral ha retumbado en esos mausoleos.

Finalmente, después de los últimos retortijones en las tripas de la revolución, en donde una larga sarta de flatulencias post-electorales que impregnaron la atmósfera revolucionaria, el Comandante decidió establecer una línea de comunicación con las bases, saltándose las instancias intermedias. Sabemos que toda consulta realizada por el Ejecutivo a los cuadros superiores de la administración pública, esto es: Ministros, Viceministros, Presidentes de Institutos Autónomos y así por el estilo, jamás, pero léase bien JAMÁS arrojará un retrato verdadero de la situación, simplemente porque la realidad puede ser demasiado cruel con las instituciones. No hay antídoto contra el miedo y también, por qué no, contra la vergüenza, por lo que reconocer ante el Jefe del Gobierno los dislates y la desobediencia a sus líneas no entra, no cabe en los pechos revolucionarios de cuadros de primer rango...

Una vez más el Presidente intenta lanzar “un cable a tierra” un estetoscopio que descifre los mensajes que se escuchan en las entrañas y que quieren ser negados por esta nueva suerte de “silencio soviético” que se ha alojado en nuestros medios oficiales de comunicación. No quieren, o no pueden entender que la glasnost (transparencia) fue una de las promesas básicas de malhadado Gorbachov cuando ya todo estaba perdido, pero, como decimos por acá “tarde piaste pajarito” y el chinazo “revolucionario” derrumbó al gigante del socialimperialismo. Bueno voy con un refrán, ya que estamos hablando así, para que los compas cojan el hilo: ¿Si viento tumba pilón, qué queda para las conchas de ajo? Y sí, parodiando a Chávez –esta revolución todavía no es más que una leve brizna de paja en el viento.

Vamos con Vargas.

Hace poco decíamos por enésima vez que las autoridades locales (Gobernador y Alcalde) no le para al problema del transporte en Vargas. Miles de Varguenses trabajan en Caracas y todos los días son objeto de los más insoportables maltratos por parte de las líneas de transportistas, que no son más que un conglomerado de forajidos, verdaderos asaltantes de camino. Cobran lo que les da la gana cuando les da la gana. Tienen una línea de piratas desde donde despellejan a los pasajeros con la connivencia de la policía, de la Guardia Nacional y por supuesto, de la Gobernación y la Alcaldía. Porque si estas instituciones no actúan, su inacción le hace cómplices del delito. Pero desde el fondo de los mausoleos llamados Alcaldía de Vargas y Gobernación no se oye ni una voz, no se ve ninguna medida de protección a los usuarios –simplemente no hay coincidencia de intereses entre los usuarios y los jefes de las instituciones elegidos por el pueblo. Hay RESISTENCIA INSTITUCIONAL, las autoridades se resisten a hacer cumplir la Constitución y las leyes, a proteger al pueblo al que se deben. Esto es desobediencia. Y sólo el silencio nos consume.

Los autobuses bajan a exceso de velocidad ante las miradas INDIFERENTES y NEGLIGENTES de la Guardia Nacional. Ahora bien imagínense ustedes que el Gobernador de Vargas es nada más y nada menos que un GENERAL EN JEFE ¿Dónde queda su autoridad moral, cuando no quiere o no puede controlar a una banda de locos al volante, ni a un grupo de militares que miran pasar frente a sus ojos autobuses llenos de gente (mujeres, niños, estudiantes) a toda velocidad sin hacer NADA y que se entienda bien NADA. No podemos ni siquiera mencionar a la Alcaldía con su Alcalde, porque citando a Parménides “El no ser no es”. Me imagino a la Alcaldía como un oscuro camposanto llenos de huecos – de todos los huecos de las calles de Vargas.

No hablemos del problema del transporte y los supertransportistas cuyos camiones circulan a toda velocidad a cualquier hora- uno de los tramos más peligrosos para los camionesros y los choferes de los autobuses es frente al aeropuerto, donde alcanzan velocidades que compiten con la de los aviones y jamás, pero JAMÁS hemos visto un punto de control ¿Qué le pasa a estos servidores públicos que son incapaces de imponer la disciplina y el orden entre sus filas, proteger a la gente, cumplir las leyes?

De las expropiaciones de terrenos, no vale la pena siquiera mencionarlo. Vargas está repleto de dormitorios de camiones, y en ese respecto nuestras autoridades sufren de una ceguera cómplice y de una muerte cadavérica. Los únicos vivos en ese asunto son los dueños de las transportistas que han puesto de rodillas frente a si a las autoridades, algo que sólo podemos calificar como una posición nada decorosa...

Danzan los cadáveres montados en sus camionetas tan negras como las carrozas fúnebres, donde adivinamos que el aire acondicionado no le permiten percibir la hedentina a orine y a pescado podrido que impregna a toda Catia La Mar... Pero no importa porque en esa zona viven los pobres ¡Y negros!, dos cosas suficientes contundentes como para no considerarlos personas.

Los muertos, más muertos que los de James Joice, pasean sus sombras por las inalcanzables oficinas del desprecio, mientras el estado Vargas se va a pique con un Elevado cojo que ha tardado siglos en construirse; anunciado en las peores vallas elaboradas en Venezuela, desde Cipriano Castro hasta nuestros días. No sabemos que es más catastrófico, si el elevado o las vallas, con sus respectivos ejecutores, por supuesto.

Se nos queda en el tintero un interminable rosario de problemas tratados en artículos anteriores referentes a Vargas, sin embargo quisimos concentrarnos en el transporte Caracas- La Guaira para poner a prueba el Aló Presidente de este domingo 31 de octubre, ahora vamos a ver si el cambur verde mancha... Intentamos la denuncia una vez más a través de este conducto, con la convicción que tenemos todos los elementos para dudar. Y es que la respuesta es simple - los muertos no leen.

Quedamos a la espera del nuevo mecanismo con el que el Presidente pretende poder comunicarse con el pueblo. Alguna vez nuestros clamores serán escuchados y si es verdad lo que dice el Presidente que somos mayoría, entonces a esos cadáveres los echaremos al mar.

elmacaurelio@yahoo.es


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El Macaurelio

Periodista, Politólogo, poeta, escritor, humorista y ensayista. Columnista en varios medios, digitales e impresos.

 elmacaurelio@yahoo.es

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