Los torturados de hoy en Venezuela

Usted como un ser sensible deberá sentir mucha lástima por las personas que en algunas plantas de transmisión televisiva o radial laboran, porque ¡que terrible es que aquellas personas por horas y horas, todos los días, durante todas las semanas del año y por varios años, se vean forzadas a estar viendo y oyendo el delirio dantesco que desde allí se esparce a la sociedad! Ojalá que algunas de esas personas, si fueran todas mejor, hayan sido previsivas y realizado alguna clase de práctica para fortalecer la psiquis, ésto con la finalidad de que el intelecto, espiritualidad y entereza no hayan flaqueado ante tan tremendo martirio. ¿Acaso será que estas torturas psicológicas seguirán difundiéndose libremente por más tiempo en un país en donde existen leyes que taxativamente condenan la divulgación de toda clase de mensajes considerados nocivos a la mente y buenas costumbres? Y algo peor, ¿Como es posible que el gobierno permita que miles o millones de ciudadanos y ciudadanas se vean bombardeados por las iniquidades que transmiten estas empresas radiales y audiovisuales?

Las emisoras de radio y televisión dirigidas por personas que como jauría de hienas tienen allí formada siniestras madrigueras donde es tal la fuerza negativa que allí se respira durante las 24 horas del día, que quienes a ella se acercan quedan impregnadas por la pestilencia, petulancia, irreverencia y malevolencia que desde ese sitio se proyecta; lográndose que aun lo bello se vea feo en aquel ambiente. Se sabe que ésto está fuera de toda regla lógica de convivencia de los seres humanos y sin embargo, aquellas empresas funcionan patrocinadas económicamente por entes privados, y aunque usted no lo crea algunos oficiales, y que a fuerza de dinero han conseguido que otras empresas televisivas, radiales y medios impresos se sumen a ese furibundo esquema para confundir al público en general al hacer público cualquier barbaridad en contra de la paz y sosiego que debe existir en la ciudadanía. Mientras los propietarios de estos medios se solazan ante tales degenerados mensajes sin la más mínima repulsión por transmitir cualquier irracional confabulación contra el pueblo, las autoridades no actúan.

Venezuela está gobernada por un Presidente que ha sido paciente en relación a la libertad de expresión, actualmente ella no se práctica pues en manos de los medios de comunicación se ha convertido en libertinaje de la expresión, ya que quien usa directamente los medios de comunicación y quienes los dirigen no guardan ninguna clase de recato al enviar al aire todo cuanto se les ocurre. Un abuso como éste no merece ninguna clase de contemplación y sea quien sea debe recibir alguna restricción, pero resulta que cuando se debe tomar alguna medida punitiva, las máximas autoridades nacionales, que tienen que salvaguardar la salud mental de todo un pueblo antes que nada, no lo hacen, por lo que hay que reconocer que con el renombrado libertinaje de la expresión han sido unos malos conductores políticos, debido a que están permitiendo que gran número de venezolanos sean conducidos hacia un destino incierto. La revisión de la actual política comunicacional debe de llevar a una rectificación, ya que hasta ahora no se ha actuado con justicia por tratar en vano de evitar que la oligarquía y sus voceros sigan propalando el infundio de que el Presidente es un hombre perverso y antidemocrático; y por tal motivo se haya resuelto no aplicar las leyes que juraron cumplir y hacerlas se cumplan.

No, ya está bueno, no se debe seguir permitiendo que esos medios de comunicación entren a los hogares y todos los días envenenen las mentes de miles y miles de infantes, adolescentes, adultos jóvenes, adultos mayores y adultos de la tercera edad con toda clase de mensajes desestabilizadores de la paz y de la psiquis de los venezolanos; y que ésto se haga abiertamente ante la mirada de las autoridades que están en la obligación de proteger al pueblo. La impunidad con que actúan los dueños de los medios de comunicación, debido a que saben que el gobierno tiembla de miedo por el que dirán, provoca que otros delincuentes hagan lo que se le venga en ganas basados en que el gobierno no aplicará las leyes concernientes. Por favor Presidente Chávez, no siga consintiendo continúe la tortura que está aplicando a la integridad del venezolano algunos medios de comunicación; usted sabe que cuenta con el apoyo mayoritario del pueblo.

joseameliach@hotmail.com


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José M. Ameliach N.


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