Nunca es tarde para tomar una decisión como la que ha tomado el Comandante con su decreto ley prohibiendo todo tipo de promoción y propaganda con su nombre y con su imagen, lo cual contribuye no solo a ahorrarse un montón de dinero que puede ser destinado a otros fines que a la final producen más dividendos sino también a mantener a la figura presidencial en el lugar de respeto que le corresponde pues el abuso de su nombre y figura para cualquier cosa sin trascendencia, lo que hace es diluir en el público la importancia que debe tener y preservarse la majestad presidencial.
Ahora bien ese ejemplo debería extenderse a nivel de toda la administración pública pues basta con recorrer el país y hacer un conteo de las miles de vallas, pancartas, pendones, afiches a todo color, en los cuales se promociona la imagen y el nombre de gobernadores, alcaldes y hasta concejales para darse cuenta de las sumas multimillonarias que con estos fines se han gastado y siguen gastando, lo cual debería incluso ser objeto de sanciones por parte de los organismos contralores, pues es una manera de despilfarrar el dinero del pueblo y un medio para la corrupción, pues no sería nada raro que si se investigara los contratos de elaboración de tanta propaganda, nos encontraríamos con sobreprecios y con más de una comisión que el contratado paga y el contratante recibe o por ejemplo, cuando son obras publicas los contratados, son obligados a colocar vallas que con toda seguridad van a cargar al precio total de la obra o a recuperar lo gastado restándole calidad a la misma, como un caso del que tuve conocimiento en la IV y denuncié sin resultados. Sucedió en un emblemático muro llamado de La Cuacara, aquí en San Cristóbal, el cual con frecuencia es remodelado. Le oí a un amigo mío, contratista él, que a quien le consiguió el contrato de remodelación y asfaltado de la vía adyacente tuvo que darle 12 millones de los viejos pero que él se los cobró, con menos cemento, una capa asfáltica reducida entre otras artimañas, que dado es creer era una práctica generalizada en los gobiernos adeco-copeyanos y que lamentablemente hay que admitir todavía sucede en la Quinta.
Entonces no sería malo que alguien, podría ser a través de un trabajo de investigación de cualquier cátedra universitaria, se procediera a contabilizar a lo largo y ancho del pais la enorme cantidad de propaganda con la figura, no solo del presidente sino de la mayoría de gobernadores y alcaldes; estoy seguro que el primer lugar se lo llevarían el gobernador del Táchira y la alcaldesa quienes le colocan su foto y su nombre a todo, incluso a obras inconclusas y paralizadas y en las cuales no es exagerado afirmar, vale más el despliegue de propaganda que la misma obra.-
Creo que en esto las Contralorías Nacional y Regionales tendrían mucho que hacer y decir.-
SOBRE LA ANUNCIADA SOLUCIÓN AL PROBLEMA DE LA GASOLINA EN SAN CRISTOBAL,.
La solución que se asoma par el problema del suministro de gasolina en San Cristóbal, a simple vista pareciera el correcto, pero, ¡qué broma! que siempre hay un pero o un imponderable que en este caso son realmente dos, y los cuales por lo menos sobre lo que se nos ha informado, pareciera que no se han tomado en cuenta.
Uno es la considerable cantidad de residentes en Cúcuta, con vehiculo y cédula venezolanos, que vienen a diario a “tanquear” como dicen ellos y por lo tanto incrementan considerablemente las colas, pues para ellos es un negoción por la enorme diferencia de precio del combustible entre los dos países; con toda seguridad esa gente va a proveerse de la calcomanía con código de barra y así burlarán los controles ; y dos no se ha dicho qué se va a hacer con quienes sin vivir aquí están de paso, son turistas y al no residir en la ciudad ni en el Táchira no se van a a proveer de respectivo control.
Así que vamos a darle al menos el beneficio de la duda a la medida, pero para ser sinceros, lo más que podemos augurarle es suerte al la nueva modalidad que se anuncia.-
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