Yo
no creo que te encuentres en la radical, ni la mayoritaria, por
supuesto que tampoco en la alacránica……deja las generalizaciones porque
corres el riesgo de incluir a los que no se merecen la inclusión; te
faltaron las corrientes quintas columnas, las infiltradas, las
joderevolución…….Radicales son muy pocos, pero estos pueden , con su
majadería dar al traste con el proceso, ¿serán solo esos los que se
queden con el premio? ¿Pero sin poder?. A esos radicales hay que olerlos
muy bien porque aroman a ambición de poder. Deja ya ese discursito
dizque radical, y ponte a tono con la denuncia clara y precisa de los
que se benefician monetariamente de esta revolución, no sigas con las
pingadas de los sectorizantes Samanes. El que quiera ser radical, que se
monte en la defensa y siembra de la moral de esta revolución, sin
aspavientos de diferente y “yo si soy honesto”. Eso de radical me suena a
búsqueda de posiciones ambiciosas. Si se desea limpiar la casa, no hay
por qué invitar al enemigo oposicionista. Hay que darles un parao, a
tantos que se creen dueños de la torta revolucionaria, eduquémoslos,
fórmemelos con el ejemplo y construyamos valores. Digámosles que no
podemos continuar haciendo lo mismo que hacían nuestros opositores: la
matraca, el 10% de bajada de la mula, la coima,. Accionemos para
combatir la corrupción administrativa, denunciemos con evidencias claras
y precisas, no con infundios de adeco resentido. Eso sí sería lo
radical. Pero ese jueguito sin “end” de que seremos radicales ( solo
de nombre) mientras globovisión le hace guiños a los “robolucionarios”
para que se ensamblen al ajedrez de los “perseguidos políticos”, sí le
mueve los cimientos al futuro revolucionario. Casi que llego a creer
que en eso de la Radicalización, tiene las manos metidas la oposición y
los infiltrados. Perdónenme, pero ruego a Dios, para que solo sea un
mal pensamiento. También la radicalización me suena a la búsqueda de una
“utopía”, la conformación de un partido de solo hombres absolutamente
honestos por no decir perfectos, y eso ni en el “vaticano” ha sido
posible. En nuestra revolución no deben existir intocables, que se
levanten los millones de dedos acusadores para señalar a los corruptos,
pero con la convicción de las evidencias solidas e innegables. Negar
que existe corrupción dentro de las estructuras e instituciones de la
revolución, nos hace cómplices. Callar por miedo a ser execrado del
partido y por ser señalado de traidor, es también indigno y perjudicial
para el proceso. Los canceres son destructivos, pero la mayoría de las
veces solo ocupan una mínima parte del cuerpo; ser sabio es entonces
extirpar ese cáncer antes que haga metástasis. Cortar por completo un
gran porcentaje del cuerpo eso si suena a radical.
Seamos sabios por favor! “Aquel que esté libre de pecado que lance el primer bisturí”.
enmanuel1@cantv.net