Hugo Chávez un acta de compromiso, más conocido como un compromiso con la Historia, es un compromiso con su pueblo. La defensa de los derechos humanos del pueblo venezolano y de los indígenas en particular, están explanados en nuestra Constitución Bolivariana, es la única en el mundo que ha incluido de manera innovadora el reconocimiento de un abanico amplio de derechos de los pueblos originarios. Derechos que, para su enunciado han contado con la participación de esos pueblos. Desde que nuestro comandante llego a Miraflores; los desposeídos, los invisibles, los pueblos originarios han pasados de una situación de anonimato, de marginalidad y de no reconocimiento de sus derechos específicos, a una realidad de participación, y protagonismo activo en la defensa de esos derechos y de su vida colectiva.
No nada más, los campesinos y campesinas de las 47 fincas ocupadas, eran esclavos y explotados por sus jefes; en el día de ayer, mientras el vicepresidente Elías Jaua, y el ministro Juan Carlos Loyo, sostenían un encuentro con los trabajadores de las fincas ocupadas por el gobierno revolucionario, digo ocupada, ya que no es expropiación, sencillamente porque no tienen propiedad alguna; me traslade hasta el kilometro 32, en donde estuve una conversación con trabajadores de la finca “La Florida”, ubicada en el mencionado kilometro, su presunto propietario es Alejandro Mora, quien vive en su mansión Mérida; en esta finca laboran 10 trabajadores, sus nombres: Antonio Bravo; Jaime Muñoz; John Alviar; Carlos Salinas; Iván Badillo; Ramón Salas; José Santiago; Gilberto Flores; Cristal Márquez y Ciro Castillo; son los diez trabajadores de esta finca, pero, también podemos mencionar a la señora Ninfa, quien es pareja de John Alviar, y quien trabaja en la cocina, desde las 4 de la mañana hasta las 7 de la noche, cuando se sirve la cena; la señora ninfa no recibe ningún salario por parte del dueño de esta finca; ahora bien, todos estos trabajadores viven en la finca, en una casa en precarias condiciones, que casi se cae, estando muy asustados los trabajadores, porque la misma puede ceder por las lluvias, trabajan de domingo a domingo, desde la 1 de la mañana hasta las 7 de la noche, con intervalos muy pequeños de descanso; con un salario de CUARENTA Y UN BOLÍVARES (Bs.- 41,oo)diarios; sin pago de horas extras, sin seguro social, sin médicos, sin medicinas; lo que si abunda en esta finca por parte del dueño, son las mentiras, mentiras estas, que se convierten en una desesperación para cada uno de estos trabajadores, cuando le toca solventar sus necesidades.
El llamado es, al Vicepresidente Elías Jaua, y al ministro de Agricultura y Tierras Juan Carlos Loyo, para que se reúna con todas las campesinas y campesinos de la zona; para que sean oídos de viva voz, todas, absolutamente todas sus calamidades, maltratos, vejaciones, violaciones, que a cada segundo, a cada minuto, de cada hora, de cada día, son objetos. Bajo estos esclavistas, la explotación se caracteriza por
sus dimensiones, incomparablemente mayores (pues los esclavistas imperialistas esclavizan a la inmensa mayoría de la población del Sur del Lago) así como por la aparición de nuevos métodos de opresión, en gran medida velados, más no por ello menos duros. Ciudadano vicepresidente, no nada más los trabajadores de las 47 fincas ocupadas; son el 100% de los trabajadores que laboran en esta zona, que siguen siendo esclavos, y explotados por sus jefes; hay que seguir haciendo cumplir nuestra constitución, para que los campesinos preserven sus trabajos pero, no como esclavos, sino como dueños y propietarios de esos predios, que son del pueblo.
Patria Socialista ó Muerte estamos Venciendo.
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