Campeonísimos
de exageración, manipulación y mentiras, factores de oposición cuya
actitud rima con disociación, ejecutan planes encaminados a la
desestabilización nacional, empeñados en engañar
comparando a Venezuela con Haití. Manejan la inflación enredando cifras
internacionales, a sabiendas de la inmadurez política de nuestro
colectivo, una vez más en su miopía y vidiotización incapaces de darse
cuenta que pasó el tiempo en el cual nos dejábamos guiar por
cancioncitas-jingles, frases electoreras y promesas descaradas,
asegurando que “fulanito arregla esto” o “ese mocho si camina”. Así
elegimos presidentes con minúscula, sólo destacados por hablar en inglés
en la ONU o quienes… por no hablarlo… decían haber sido engañados por
la banca... Expulsadas quedaron épocas de primeros magistrados electos
para disfrutar sus borracheras, las barraganas, satisfacer su ego
inflado o hacerse multimillonarios. Lacayos, soberbios e irresponsables,
no volverán a imponer la influenciocracia de amantes decidiendo
ascensos de altos oficiales, en aquella fuerza desarmada
nacional, nada soberana y entregada a placeres, dinero y uniformes de
gala, abandonando la necesaria y moderna logística castrense. Tuvimos
una nación con su fuerza armada atrasada y sin preparación para la
defensa soberana por tierra, mar y aire, educación que en un momento de
aquellos gobiernos llegó a estar a nivel de países africanos,
convirtiéndose en noticia alarmante sin respuesta para evitar semejante
deterioro académico. La salud era entregada al voraz capitalismo privado
de las clínicas sin interesarles como aumentaba la mortalidad infantil y
de parturientas, pues no existía política preventiva y en cuanto a la
educación eran cada vez menos los institutos públicos construidos por el
ejecutivo nacional. En materia económica la banca enseñoreaba sus
abusos, imponiendo intereses imposibles de cancelar, impidiendo destinar
créditos a sectores de menores recursos, desapareciendo la ayuda social
al colectivo emprendedor que quisiera progresar. Sin embargo esos
resentidos del pasado, en la actualidad hablan de inflación olvidando
que el pueblo los recuerda como mariscales de los desatinos y
economistas de logroño…, quienes no reconocen cifras internacionales del
progreso patrio, porque ayudan a la hiperinflación mediante aumentos
indiscriminados e incontrolados, para engordar sus cuentas bancarias,
comparándonos en sus inmoralidades declarativas, con la sufrida nación
haitiana. ¡¡¡Mayor desatino imposible!!!, El feliz año les explota como
pólvora frente al rostro, a los hacedores del odio auxiliados por
quienes -permita Dios que en periódicos, televisoras y emisoras de
radio-, abandonen su desequilibrio informativo y tengamos una prensa
privada más nacionalista. Aprovechemos los primeros días de Enero para
el tradicional FELIZ AÑO, porque estos especímenes de la amargura y la
intolerancia reflejados en periódicos, radiodifusoras y en la TV,
desequilibrados en inmensa mayoría vuelven a la carga desinformativa e
intolerante, ahora desde la Asamblea Nacional, para continuar su
permanente engaño de obligarnos a vivir en desasosiego, desesperanza e
incertidumbre. Afortunadamente ANTV, la televisora del Poder
Legislativo, permitirá oírlos y verlos, para hacer comparaciones entre
su manipulación y los discursos revolucionarios de la mayoría en el
Poder Legislativo, que más allá del bla bla blantismo opositor
infecundo, seguirá aprobando leyes en beneficio de la soberanía y el
bienestar de todas y todos, superando a quienes aprovechan la confusión
inflada, para activar su deporte favorito: la especulación.
luissanchezibarra@hotmail.com