Es interesante recordar que ha sido la confrontación la que le ha permitido al proceso revolucionario capturar posiciones que históricamente habían estado bajo el control absoluto de la oligarquía Venezolana y trasnacional. Para ello es bueno retrotraer los acontecimientos del golpe de Estado concebido planificado por el alto gobierno de los Estados Unidos y ejecutado al pie de la letra por la oligaquiía antipatria, que asesinó vilmente a decenas de Venezolanos para justificar su golpe de Estado y demás acciones terroristas del 11, 12 y 13 de abril de 2002. O el Paro General de más de 60 días del mismo 2002 y principio del 2003, que aún con todo lo trágico, doloros y perdidas que éllo trajo consigo, tenemos que reconocer que le abrió al proceso la opción de rescatar entre otras cosas importantisimas la industria petrolera que estaba en manos de la oligaquía nacional y transnacional desde hacía cerca de 100 años.
Por qué digo y reitero que es bueno que vayamos a la confrontación que se nos avecina; Porque tengo la percepción que estamos en tiempo de revolución, hacía harto tiempo que no viviamos una coyuntura que hiciera rabiar a la oligaquía y si dejamos que se esfume esta gran oportuidad estaríamos perdiendo una gran momento.
Prueba de éllo, es que el líder esta en la calle, al lado de los suyos, haciendo lo que sabe hacer, creando concienca de la necesidad de radicalizar la revolución, saliéndo al paso a la derecha endógena y exógena que tiene sus planes desastibilizadores de todo tipo, incluido el magnicidio en la persona del propio Presidente de la República. Y como la pelea es peleando, considero que recomendable que todos los que podamos hacerlo, leamos el Decreto de Guerra a Muerte, para que sepamos que las razones por las que Bolivar, asumió esa acción que ante los ojos de muchos parecía como una locurar o irracionalidad. Creo que si bien es cierto no deberíamos llegar hasta ese extremo, si considero que tenemos que asumir una posición de ofensiva capaz de contrarestar el terror y los miedos que la mediática nacional e internacional han montado e instalado en el subconsciente y consciente de millones de Venezolanos, que hoy pudieran estar temerosos ante la manipulación abierta e incubierta que hacen al abusar de la libertad que se practica en Venezuela.
La contrarrevolución cumple ordenes del imperio, por eso de élla podemos esperar cualquier atrocidad, esta oligarquía rentistica y parasitaria es para los capitales transnacionales y por ende para el gobierno gringo especie de “Contrartistas” que venden sus servicios a travésa de ONG y otras franquicias en que se han convertido los llamados partidos políticos de la cuarta república y sus derivados, quienes a punta de billetes verdes inyectados desde la metropolis de norteamérica y las europas, hacen como peones de ajedrez su trabajo sucio en contra de la revolución Bolivariana. Ante esa traición a la patria, los verdaderos Venezolanos estamos en el sagrado deber de salirle al paso a sus pretensiones y asi evitar que el suelo que nos lego el padre Libertador sea mancillado por la ignominia imperial.
Estos son tiempos o mementos en que se conocen a los verdederos revolucionarios e igualmente a los contrarrevolucionarios que seguramente están allí como quinta columnas, a los primeros porque estamos dispuestos a todos y nos encanta la confrontación porque de ella se fortalece la revolución y de los segundos porque de ellos, solo escucharemos sandeces y reproches en medio de su cobardia a la hora de la confrontación. El ambiente huele a revolución.
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(*) Delegado PSUV -Táchira