Revolución Socialista que no rompa con las estructuras y no destruya al enemigo que sostiene esas estructuras no tiene futuro. Podemos darle cualquier otro nombre. Cristo era revolucionario, pero no hizo la revolución. El Imperio Romano quedó intacto por más de 700 años después de su muerte y luego se transformó en los que hoy es la Iglesia católica apostólica y romana. La revolución de la Burguesía, también llamada Revolución Francesa, tuvo que guillotinarle las testas coronadas a la nobleza europea hace mas de 200 años y todavía se mantienen muchas de sus estructuras vivitas y coleando. En estos dos ejemplos no se produjo diálogo que favoreciera las esperanzas de los oprimidos. En esos dos fracasos, el pueblo puso los muertos y las clases dominantes se quedaron con el botín.
El tiempo de Revolución, es de confrontación. O ellos o nosotros. No hay término medio. Si le tememos a eso, entonces no digamos que estamos en Revolución y menos socialista. La Socialdemocracia tiene ese problema solucionado. Ellos dicen que están haciendo una Revolución Democrática de Concertación de Clases y con ello se alejan de la disyuntiva de tener que confrontarse en la lucha de clases enemigas y llegan al dialogo tripartito para convivir sin las convulsiones que conllevan hacer una Revolución Social.
Así como la palabra” libertad” es una burla del fuerte hacia el débil; el diálogo entre enemigos es una mentira para ganar tiempo. El dialogo solo es posible cuando existe la igualdad de condiciones y la existencia de una de las partes no depende de la otra. El obrero no podrá nunca dialogar con el patrón que lo explota, lo roba, lo humilla y lo destruye sacándole su fuerza vital a través del trabajo alienante. En ese medio sólo cabe El Contrato, donde una de las partes impone las condiciones Allí no hay adversarios para dialogar, sino enemigos que se destruyen, donde uno y solo uno debe sobrevivir. La CONCERTACION DE CLASES SOCIALES ANTAGONICAS es solo posible en un régimen capitalista. Y en eso está montada la estructura económica que hoy por hoy reina en el planeta tierra.
Cuando hablamos de Revolución, para construir una Sociedad Socialista, que supere o deje atrás al Sistema Capitalista de Producción, cada acto del gobierno revolucionario, debe ir dirigido a trastocar y destruir una praxis y con ello a los que realizan esa praxis. Por ejemplo montar una “arepera socialista” con el sólo fin de vender más baratas las arepas para que el pueblo pueda alimentarse, no es un Acto de gobierno revolucionario. Es solo una actividad de beneficencia social. Las Misiones, si no dejan un saldo organizativo del sector popular y una elevación del grado de conciencia de las masas que gratuitamente reciben estos servicios, son solo paliativos que mejoran las condiciones de la población para ser mejor explotada por el régimen capitalista.
Sería injusto de mi parte negar los esfuerzos del Comandante para hacernos participar en la construcción de lo que se ha dado por llamar “socialismo del siglo XXI”, lo hemos acompañado porque sabemos que en él priva la buena fe y ha demostrado su amor por ese pueblo que le sigue y está dispuesto a todo. Por eso le queremos decir que nosotros no creemos en el dialogo con esos sectores, pues ellos no entienden de eso y que sólo el poder organizado del pueblo es capaz de romper las cadenas que les atan al capitalismo para construir el socialismo.
El Comandante Chávez, tratando de “dialogar” con sectores que dialécticamente no pueden dialogar con él por los intereses en juego, no contribuye a la formación de conciencia en las masas que lo sostienen en el poder. Más bien los confunde y los debilita para la acción revolucionaria. El día que Chávez se reúna a “dialogar” con Fedecamaras, la cúpula de Iglesia católica, los sindicalistas adecos y la MUD sella su” muerte política “ y resucita a José Antonio Páez. (www.ensartaos.com.ve)
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