La oposición convalidó el proyecto de cambio. Ladran los perros Sancho, señal que cabalgamos

El debate decidió que vamos por buen camino

El debate del día martes 08-02-11, en la Asamblea Nacional, es uno de los mayores triunfos políticos del proceso revolucionario y una demostración que esa tribuna, tal como está constituida, no tiene por qué entorpecerle sino todo lo contrario.

Lo primero que salta al entendimiento es que el gobierno se relegitimò y hasta despejó dudas, en diversos sentidos, con aquel segundo encuentro verbal entre oficialistas o mejor revolucionarios y opositores en el marco de la AN.

Es difícil que alguien serio y desprejuiciado, después de haber observado por televisión, leído una medianamente imparcial crónica o un informe competente o nada sesgado, de lo sucedido ese día en la Asamblea Nacional, puede darle crédito a los posteriores reclamos oposicionista, según los cuales aquí en Venezuela ellos no gozan de libertad y de oportunidades de presentar sus puntos de vistas en las instancias competentes.

Al final de la jornada, se produjo un hecho inusitado e inusual, por decir lo menos, en circunstancias como esas; la directiva del órgano legislativo, dejó que hablasen con toda libertad sólo oradores opuestos, dando una demostración del carácter respetuoso de la opinión ajena de este proceso. Hecho que para algunos pudiera ser poco significativo y hasta pasarle desapercibido, pero pocas veces ha tenido y tendrá parangón. Sobre todo considerando que el llamado oficialismo tiene mayoría abrumadora y no estaba obligado a permitir aquello. Revela además, la seguridad que tiene de sus ejecutorias y razones.

Lo segundo que hay que destacar, el orden nada indica, es que la “oposición convalidó” el proyecto de cambio que lidera el presidente Chávez. Lo único que podría negar esto, es la angustiada expresión del diputado, que en estado de paroxismo, gritó: “…es que nosotros no queremos ser socialistas”.

Pero si comparamos esa aislada manifestación con el resto de los discursos, en un balance objetivo, encontraremos que nadie negó validez a las líneas maestras de las políticas revolucionarias en los distintos campos. Lo dicho por el diputado anzoatiguense, con respecto a la política internacional y los limpios intercambios en el campo económico, no tiene la coherencia y perspicacia necesaria para tomarle como una discrepancia importante. Pues no cuestionó la política misma, sino que se hiciesen “aportes” que el mismo inventó, como a China.

Lo oposición, mediante un discurso elaborado como cobija de retazos, se dedicó a hacer mención a “deficiencias” en el desarrollo de los programas y proyectos, pero nunca se pronunció contra ellos y menos dibujó siquiera una idea para sustentar otros. Criticaron cosas que cualquier chavista, fundamentado en la moral individual y colectiva, puede sustentar y de hecho sustenta.

Por los discursos, sin duda de ningún género, allí están las grabaciones, se puede asegurar que la insatisfacción de la oposición en el cuerpo legislativo es de carácter cuantitativo. Que en lugar de quince se hicieron diez o en lugar veinte oportunidades se abrieron dieciocho. O, el tradicional discurso, de señalar la existencia de corrupción, verdadera e inventada, que ellos apañan desde que se intenta castigar y no faltó el señalamiento persistente y hasta cómico de limitaciones a la libertad de expresión. Pero en definitiva, con nombre o no de socialismo, la oposición de modo tácito, aprobó el proyecto de cambio, sólo dejó constancia que hay insatisfacciones, en lo que no dejan de tener razones.

Pero para dejar constancia de sus discrepancias o desacuerdos, hicieron uso de cifras inventadas al desconocer los profundos avances en materia educativa, en la lucha contra la pobreza, la mortalidad infantil, el analfabetismo, el latifundio, las distintas formas de especulación, la niñez abandonada y hasta en pro de la seguridad ciudadana, con iniciativas de gran envergadura como la policía nacional. El colosal salto en materia deportiva, la introducción de la novedosa tecnología en los primeros años de la escuela pública, que hace que cada niño, de los dos primeros grados, reciba una computadora con todos los contenidos e informaciones necesarias. Pago de pensiones, equivalente al sueldo mínimo, siendo el venezolano uno de los más altos del continente hispanoamericano, a un inmenso número de ciudadanos en la tercera edad, hubiesen contribuido o no con el Seguro Social, servicio de agua potable por encima del 92 % y una reducción significativa del desempleo.

Esos discursos, que no cuestionaron lo fundamental, no son más que ladridos de perros y demostración que hay gente cabalgando.

damas.eligio@gmail.com


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Eligio Damas

Militante de la izquierda de toda la vida. Nunca ha sido candidato a nada y menos ser llevado a tribunal alguno. Libre para opinar, sin tapaojos ni ataduras. Maestro de escuela de los de abajo.

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