“Cuando los extraordinario se convierte en cotidiano: estamos en revolución.” Pude digerir plenamente el contenido de la frase entrecomillada y según creo, original del Che Guevara, cuando asistí como facilitador invitado a una actividad educativa de la UBV, específicamente en la Aldea Universitaria que funciona en el Grupo Escolar Ramón Antonio Godoy del Municipio Libertador del estado Mèrida.
En las escuelas de periodismo de todo el mundo enseñan, que el “impacto noticioso” o primicia a reflejar en primera pagina de un diario, nace cuando la noticia hace referencia a algo extraordinario, insólito, increíble, descomunal, escandaloso, etc. Y que lo normal, cotidiano, sencillo, no llama la atención al lector;. de allí que ponen como ejemplo ilustrativo que “si un perro muerde a un hombre, no es noticia; pero si es el hombre que muerde al perro, eso si es noticia”.
Todo lo anterior, como introducción a esta crónica de hechos revolucionarios, que se han convertido en cotidianos y que no aparecen reflejados en ninguna prensa ni medio audiovisual, y sólo pasan a ser cifras estadísticas que se disuelven en la trama burocrática de los entes oficiales que manejan el hecho educativo.
Yo que estudié 5 años, como alumno regular, en la Escuela de Ciencias Jurídicas y Políticas de la ULA, recuerdo el esfuerzo titánico que significaba organizar una Conferencia, donde había que invitar a personalidades con alto pedigrí profesional o político y luego constatar que no mas de 50 alumnos asistían a esa actividad a la que los promotores de ella le habíamos invertido tantas horas de planificación y recursos de propaganda. Felices estábamos si por lo menos la mitad de los asistentes previstos se quedaban hasta el final. Hoy no puedo dejar de asombrarme cuando mas de 150 personas, estudiantes de la UBV, en la aldea universitaria antes señalada, asisten a escucharme a mi y a una recién graduada politóloga, Rocío Briceño, para oírnos hablar sobre la Ley Habilitante y la Ley de Universidades. Y no sólo nos oyeron con atención y respeto, sino que un 80% permanecieron hasta el último momento. Si esto, que para mì es una experiencia extraordinaria y es ahora un hecho cotidiano de las actividades estudiantiles de la UBV, no es revolucionario...entonces no podría explicar que es la revolución.
Mas aun, cuando veo a Antonio Prato y a Tamara Cañas, dos indios de la etnia Jivi, estudiantes de la aldea, con sus atuendos típicos haciendo una danza en honor a sus compañeros de estudios, además cantando el Himno Nacional y organizando la presentación del acto; como algo normal y rutinario, aceptado y celebrado por todos los asistentes, mi asombro aumentó y se transformó en un hecho que merecía estar en la primera página de cualquier periódico o noticiero digital. De allí que hoy me haya ocupado de escribir sobre este hecho, que por su trascendencia, debe darse a conocer como una praxis de la revolución socialista y bolivariana que hoy estamos viviendo.
Si lo antes dicho fuera poco, todavía hay más: comenzamos exactamente a la hora fijada: 7:P.M y concluimos dos horas después: 9:00' P.M.. Los equipos de sonido y el vídeo bean sin ninguna falla, el agua y jugo para los expositores suficiente y a tiempo. Una comisión de protocolo para recibirnos y presentarnos. Los asientos suficientes y ordenados y sobre todo un público organizado que hizo preguntas y aportó a los temas. El paraíso terrenal para un expositor en cualquiera universidad del mundo.
Es muy posible que este sea el articulo, que menos será revisado por los lectores de Aporrea o ensartaos, pues ya es costumbre que yo escriba sobre hechos negativos o haga criticas a funcionarios del reeeeeegimen, pero después de vivir la positiva y extraordinaria experiencia revolucionaria que ya les conté, no seria ético de mi parte si no se las comunico a mis lectores, que aunque no son muchos, me envían mensajes diciéndome que me leyeron. A todos gracias.
juanveroes64@hotmail.com