La respuesta a mi modesto entender es que debemos darle sin lugar a dudas, continuidad a Fundecem con una propuesta clara concertada con el colectivo cultural: hacedores e instituciones sin ningún distingo pero consientes que el compromiso es con Mérida. La Cultura en nuestro Estado ya no aguanta un nuevo fracaso.
Dejo en manos de los lectores, algunas consideraciones de qué hacer para llevar de nuevo a la cima cultural al Estado, como destino y ciudad modelo, con la seguridad que sólo con el esfuerzo de todos está vez la balanza se inclinará hacía el lado correcto:
1.- Una Constituyente Cultural sería lo ideal. ¿Miedo a qué? ¡Que sean los hacedores quienes definan su futuro! Eso es Democracia participativa y protagónica, dejemos de una vez por todas la Democracia representativa.
2.- Descentralizar la Red de Casas y Centros Culturales que nunca funcionó como tal, sólo como una entelequia desarticulada y burocratizada. En cogestión con los municipios, se puede diseñar una programación que responda a los verdaderos intereses locales y consolidar la infraestructura que en su gran mayoría está en deplorables condiciones. Además para el presupuesto del estado representa una carga que ya le es imposible mantener y menos hacerla funcional, salvo excepciones que las hay.
3.- La política de gestión de Fundecem debe ser del conocimiento general, que exista en el papel pero también en la mente y corazón de los hacedores. Esto sería más fácil si la Fundación contara con un Consejo Consultivo donde estén representados los cultores y promotores culturales de todos los municipios, electos en asambleas populares.
4.- Con los grupos culturales estables debe diseñarse con el auspicio de Cormetur, un plan de presentaciones permanentes en espacios públicos, en especial con los grupos de teatro de calle, que sientan que la calle les pertenece y nadie los persigue. Tienen todo su derecho.
5.- Los eventos populares deben consolidarse y realizarlos para que la gente vaya, que la población sienta que no es un simple espectador sino un protagonista.
6.- Destirpar de la Fundación cualquier muestra o rezago de nepotismo y/o comadrazgo.
7.- Fortalecer la política editorial en especial la Colección Solar, para mostrar al mundo el potencial creativo del merideño y a su vez promocionar nuevos talentos.
8.- Decretar una amnistía cultural donde se revisen los casos de gente valiosa, que fueron despedidos injustificadamente por no seguir las órdenes de quienes más mandaban, caso específico de María Leonor Peña Pinilla, secretaria de Presidencia y Orlando Acevedo, coordinador del Cine Arte Skene. Además que esa indulgencia contemple la inclusión de los excluidos por pensar o disentir de las políticas culturales, si es que existieron.
9.- Diseñar una consulta pública a grupos y hacedores de las artes musicales, escénicas, de la imagen y del espacio, artesanos, del patrimonio cultural (archivos, bibliotecas y museos), directores de cultura de los municipios para saber qué opinan y cómo visualizan la nueva gestión de Fundecem.
Señor gobernador y respetado amigo, una vez más le digo, usted tiene la última palabra. Rectificar es de sabios y ya que ha dado el primer paso siga adelante. Mérida le agradecerá a encarrilar la cultura en Mérida, ya que en artículo publicado el 07/02/2010 manifesté que: “Los Carrillo descarrilan la cultura en Mérida” y el tiempo me dio la razón. http://www.aporrea.org/contraloria/a94731.html
(*)Promotor cultural