Dedicado al Gabinete Cultural de Mérida, en su presidente.
"La palabra constituye altísimo y exclusivo privilegio del hombre. Nada puede compararse con el milagro eterno de la palabra. En el lento proceso de la evolución, en el preciso momento en que floreció la palabra nació el hombre. Fue por la palabra que el hombre se conformó en su definitiva esencia"
Armando Rojas, El escritor y la sociedad. ANH Libro Menor. 1986, pág. 12
"...el hombre que duda... escribo o no escribo, probablemente asumí este riesgo. Si escribo puedo equivocarme... si callo puedo perder la oportunidad de decir algo original..."
Simón Alberto Consalvi
Sirvan sendos epígrafes de tan insignes diplomáticos y literatos tovareños para ilustrar la importancia de la palabra escrita que resalta la trayectoria de un pueblo sobrevenido en Ciudadela de escritores, poetas y artistas… porque Tovar ante todo es Arte y es Cultura, más allá de un slogan o frase liberada al viento. Lo confirman los hechos: más de 200 periódicos publicados desde la aparición del Ensayo Periodístico en 1884 redactado y dirigido por el Pbro. Adolfo López, casi el millar de libros publicados desde la época dorada de la Imprenta de Don Vicente de Jesús a finales del siglo XIX y la señera Guía de Tovar editada en diciembre de 1928. Aunado a tres premios Arturo Michelena: Jesús Guerrero (1992), Néstor Alí Quiñones (1996) y Dayson Alzate (2024), más de una membresía en jóvenes con FIAT y demás salones de arte nacionales e internacionales. Todo esto constituyen razones más que suficientes para que por primera vez la FILVEN se realice en un espacio fuera de la capital del Estado, gracias al empeño del Gabinete Cultural de Mérida liderado de manera diligente por el politólogo Óscar Upegui, quien le puso alma, vida y corazón para que la cita fuese digna de la ocasión para el relanzamiento cultural de Tovar. Allá quienes no lo entendieron ni quisieron verlo así.
Según los díceres del pueblo, las oportunidades son únicas y difícilmente se repiten, ayer al mediodía bajó el telón de la FILVEN Tovar 2024 con saldo positivo a pesar de los tiempos que vivimos. Uno de los logros más resaltantes es que se movió un sentimiento en el sector educativo por conocer a nuestros escritores, vivenciarlos, imitarlos y revivirlos en imágenes, en sus libros y además ponerlos a caminar por la carrera cuarta -en algunos casos a sus hijos-, queda pendiente la tarea de estudiarlos debidamente en las aulas de clase y no verlos solamente como personajes atrayentes de un desfile. Llegará el momento en que la literatura tovareña y sus creadores sean objeto de estudio obligatorio y sistemático en las escuelas. Difícilmente exista en Venezuela una ciudad con tantos literatos, al punto que entre el 2021 al 2043 -en 22 años- se conmemoran 50 centenarios de escritores tovareños, que en el desempeño de diversas profesiones se dedicaron al arte y a la literatura. Ese milagro sólo es posible en un pueblo llamado Tovar, emulo de la Florencia del Renacimiento italiano según la acertada expresión del Dr. Domingo Alberto Rangel, al afirmar que: "El Tovar de mi infancia era una Florencia mucho más modesta pero no menos culta"
Ahora bien, ¿a qué se debe todo este adelanto y progreso cultural de Tovar?, sin lugar a dudas a la buena educación que se impartió entre 1881 y 1949, a la palmeta señera de la niña Ananías Avendaño y al espíritu de superación de una generación de prohombres que hoy son modelos de ciudadanía. Remarco la fecha de 1881 por un hecho histórico que la mayoría desconoce, en ese año se creó en Tovar la escuela de Primera Categoría, en contraposición de los merideños que no cesaron en su protesta. Aunque por dos años con el rabo entre las piernas nos les quedó de otra que resignarse a venir a estudiar a Tovar. Después vendría el Colegio San Agustín fundado por Don José Matías Codina y el Dr. José Antonio Hernández en 1884; el Colegio San Francisco octubre de 1889 hasta mayo de 1892, cuando fue clausurado por los efectos de la guerra; el recordado Colegio Miranda inaugurado el 15 de septiembre de 1898 a 1910; Instituto Miranda regentado por Don Claudio Vivas a partir del 21 de abril de 1921 a 1948; el Colegio Santa Rosa dirigido por Herminia Valbuena de 1900 a 1906 y la escuela de la Niña Ananías. A partir del 15 de abril de 1949 el Colegio Miranda devino en el liceo Félix Román Duque por decreto del ejecutivo del Estado. Sin contar las innumerables escuelas privadas y el Instituto Alemán de Don Federico Buchard, creado a instancia de la Casa Burguera.
Pero retornemos a la FILVEN 2024, tres días del 5 al 7 de presencia de los artesanos con sus maravillosos trabajos, de la Asociación de Poetas del Valle del Mocotíes con sus cuadernos de poesía en búsqueda de quien los edite y de un buen número de libreros; que si bien es cierto no vendieron lo esperado, fueron tratados por igual y atendidos a cuerpo de rey con buena posada, comida y transporte interno por parte de la Alcaldía -eso es dignificar el oficio y el esfuerzo-. Fue una jornada de música, teatro, danza, tertulias, conferencias, presentación de libros, talleres y sendas exposiciones: Figuración hoy con los artistas Onai Quiñonez, Hugo Rodríguez y Dayson Alzate en el Ateneo Jesús Soto y Una vida en el Arte en la Galería Juan Alí Méndez del Centro de Formación Elbano Méndez Osuna que reunió a más de 50 artistas. Actividades para todos los gustos y disgustos. Fue una Feria terrenal sin encuentro ni desencuentro de dioses encapotados.
La Feria contó con la grata presencia del Licdo. Elis Labrador, tovareño de El Llano, extraordinario editor y Director Ejecutivo de la Editorial el Perro y la Rana, con quien tuve el placer de reunirme en el Centro de Saberes de Tovar, mientras el taxi lo esperaba para seguir vía el aeropuerto de El Vigía, compartimos 15 minutos de inquietudes e ideas sobre algunas ediciones de escritores tovareños.
Traer la FILVEN a Tovar no creo que haya sido tarea fácil, menos sacarla por vez primera fuera de la capital del Estado -Mérida son 23 municipios y no sólo el Libertador como vedette, ya basta de centralismo-, convencer a los libreros, a las autoridades -incluso a las locales-, apostar al éxito y entender que Tovar reunía todas las condiciones necesarias, aunque pareciera una osadía. En mi tiempo de director del IMUCU quise traerla a la Granja de Bailadores y no pude. Ahora fue posible porque el Gabinete Cultural de Mérida entendió que también se hace cultura al andar, incluso al desandar, les queda aprender la lección de ser más incluyentes, tolerantes y seguir los pasos de su director que con su gran sensibilidad social logró unir esfuerzos y multiplicar voluntades. En lo personal, debo agradecer al politólogo Óscar Upegui que mientras pintaban la fachada del Centro Cultural -algo que quedó de la FILVEN- ayudó solidariamente para resolver dos delicados casos sociales de operación de la vista en tiempo record del poeta y agricultor bailadorense Don Benjamín Oballos -cataratas en ambos ojos, que lo mantienen ciego- y del músico, cantautor, poeta, escritor Licdo. Juan Ramón Suárez Zambrano -Facoemulsificación de cristalino e implante de L.I.O. en uno y otro ojo-. Mis respetos poeta, por entender que esto forma parte de la deuda social y que la gota de petróleo debe alcanzar para todos por igual. Pocos gerentes culturales lo asumen, se creen intocables y que nunca saldrán de los cargos, los hombres somos pasajeros, los puestos y las instituciones quedan.
Concluyo afirmando sin ambages que Tovar, es una República independiente de la cultura venezolana; aunque a muchos les choque, me importa un pepino. Lo explico llanamente, en Tovar la Cultura no depende del Estado y por el contrario es un parto divino de sus creadores. Ni siquiera del Municipio que abandonó el sector a la mejor suerte mientras se dedicó a desvelar estatuas desdeñables de deplorable calidad. En Tovar los creadores se imponen por encima del status, no son conformistas y menos mantenidos. Las galerías de arte privadas se han convertido en la mejor opción. En Tovar se patentiza aquello que en definitiva es el pueblo quien construye y encausa su propio devenir, que es la Cultura. Para el Dr. Domingo Alberto Rangel y eso aplica para Tovar: "La cultura no son los libros, no son los liceos, no son los discursos o los debates. La cultura es ante todo la manera de ser, la forma de conducirse, el ambiente social que reine, los instrumentos de producción y la eficiencia para manejarlos, en fin, el grado de alfabetización de una comunidad. El trato social, terso o abrupto, la actitud frente a los extraños, acogedora o repulsiva, la capacidad para analizar con un lente civilizado los sucesos de la vida cotidiana y tomar decisiones frente a ellos, constituyen también capítulos cimeros de la cultura"
Felicitaciones a todos los que hicieron posible FILVEN Tovar 2024, bien y enhorabuena por los creadores… mejor por las instituciones y personalidades que con su empeño lo hicieron posible. ¡Arriba corazones! Bienvenido diciembre y si así llueve en Tovar que no escampe.