No hay nada más amenazante para el imperialismo que el ejemplo de un pueblo, el ejemplo de dignidad, de fe, de convicción, de lucha, de patriotismo son cohetes que aciertan en el corazón de un sistema capitalista que hace todo lo posible por mantenerse hegemónico a costa de la existencia de la propia especie humana. Es por ello que el imperialismo ataca el ejemplo de Cuba revolucionaria, todos sabemos que no representa una amenaza militar para los EEUU, sin embargo, el ejemplo de ese noble pueblo que sin los grandes recursos naturales con que están dotados otros países, no obstante, el pueblo cubano, sus médicos, sus deportistas, sus técnicos recorren el mundo invadiéndolo de amor y de paz.
Si al ejemplo de sacrificio de un pueblo se le suma la primera reserva petrolera del planeta es evidente que la preocupación imperialista se incrementa a niveles inmensamente altos. Este es el caso de Venezuela en esta batalla contra el imperio. No escogen los pueblos enfrentar a los imperios, los imperios nos obliga a defendernos, por ello, la lucha de los pueblos históricamente ha estado signada por la tozudez imperialista. El imperio, el capitalismo es generador de violencia en todos los aspectos, el sistema en si lleva engendrada la violencia, forma parte de su naturaleza y en ese sentido actúa. Lo absurdo de los capitalistas es que en vez de asumir su conducta recurren al manejo fantasioso de escenarios, de teatros, de puestas en escena en donde se quieren vender como los amantes de la paz. Es el ejemplo de Obama, como para signarlo le imponen el Premio Nobel de la paz ¡Tamaña ridiculez! Y por el otro lado lo ponen dizque al frente de un estado guerrerista, como vocero o representante de ese estado guerrerista…qué hace un estado guerrerista, obviamente que la guerra y su “presidente” el ridículo, algo así como para doblegar cualquier vestigio que lo vincule a su raza…debe haber mucho racismo y el sistema capitalista es racista.
La superioridad en el aspecto humano se desborda con ejemplos como el cubano y eso preocupa al imperialismo, por eso un bloqueo criminal, por eso la conspiración permanente, por eso el ataque. En el caso venezolano los imperialistas se juegan varias cartas: Venezuela es un país petrolero, con muchas riquezas en el subsuelo, posee inmensas riquezas hídricas, terrenos aptos para la producción de alimentos, entre otras ventajas. Analicen este escenario, si Cuba con la poca riqueza que posee ha logrado desarrollar un inmenso potencial técnico y científico, imagínense a Venezuela con toda la riqueza que poseemos aunado al desarrollo de su pueblo y de un modelo humano, socialista y con una conciencia que supere todas las taras y complejos engendrados por la mezquindad y la envidia propia del sistema capitalista.
En ese escenario, el imperio juega a que en Venezuela se derrumba la revolución, juegan a que desde el propio estado nos autodestruiremos y consideran que el pueblo no es capaz de superar una cultura capitalista y transitar hacia la cultura socialista. Es muy común oír a las clases dominantes, a los representantes de la cultura burguesa señalar cosas como: “el venezolano es flojo”, “los negros son oportunistas”, “el pueblo no tiene real porque es perezoso”, etcétera. Esta es la matriz, por llamarla de alguna manera, es cierto que el viejo estado implantado en Venezuela es lo que el presidente ha llamado “un peso muerto” muy importante que termina convirtiéndose en contrarrevolucionario por naturaleza, no obstante, la revolución bolivariana ha venido construyendo una poderosa organización comunal que en el tiempo, al madurar suficientemente, sin duda se convertirá en la herramienta más efectiva y poderosa para el cambio. Venezuela está ante un inmenso reto, siendo un país con la riqueza petrolera más grande del planeta, en medio de un consumo enloquecido de energía principalmente por los países imperialistas, poseemos esa gran riqueza, capaz de ser el puntal fundamental para la marcha hacia el socialismo o en su defecto convertirse por su dinámica, por su legado cultural distorsionado en enemigo de su propia liberación, ese es el reto que tenemos planteado.
Esta combinación de petróleo y ejemplo puede ser fatal para las pretensiones imperialistas, es así como la conspiración de éste se hace cada vez más latente, por cuanto, el dolor de cabeza que debe estar significando para los planes expansionistas de los países imperiales el ejemplo de Venezuela es una absoluta realidad ¡Qué hacer con Venezuela! ¡Qué hacer con Chávez! ¡Qué hacer con un pueblo que está decidido a ser libre y poco a poco asume conscientemente la necesidad de profundizar la revolución! Podemos deducir también, tomando en cuenta lo que está ocurriendo en Libia que Venezuela está en la mira imperialista para derribar la revolución a como dé lugar, incluso invadiéndola, no debemos perder eso de vista; internamente se mueven las fuerzas contrarrevolucionarias para estancar el proceso y desviarlo, se juega desde adentro, intentan paralizar todo, evitan como sea la organización popular y que el pueblo tome consciencia de su rol histórico y se decida en masa a ser el protagonista principal de la revolución. Asimismo banalizan todo el debate profundo que en materia política se hace, intentan condenar al pueblo a un debate sin sentido, plagado de miserias humanas, centrado en el tema del posicionamiento dentro de la estructura del estado burgués, es así como se ataca toda iniciativa que signifique acercarse al socialismo, es así como en materia económica se conspira para que las empresas socialistas fracasen, intentan colapsar el estado y pretenden que con el esquema burgués instaurado apagar el vuelo libre del pueblo.
El imperialismo seguramente está jugando a que se implotará la revolución, sin embargo, por otra parte juega al caos con la quinta columna que opera abiertamente agrupada en los partidos de oposición, es decir, desde las viejas estructuras del estado se conspira y desde la oposición abierta se diseñan y estructuran planes para crear escenarios propicios para el golpe de estado. Lo que no han analizado los imperialistas y los burgueses es que a pesar de todo este escenario de ataque constante y permanente el pueblo sigue confiando en su comandante y en la revolución y seguramente ya está considerando oportuno utilizar su plan preferido, la invasión. Los ensayos imperialistas no han cesado, desde antes incluso de llegar Chávez a la presidencia. El plan de invadir a Venezuela no es abierto, se han cuidado entre otras cosas porque esperan un momento más propicio, sin embargo, para neutralizar estos planes imperialistas el respaldo a Chávez es determinante, si en las elecciones de 2012 el triunfo del comandante es aplastante, como debe ser, seguramente intentarán evitar la realización de dicho proceso, desde ya están disparando contra el mismo, desde ya el muñeco que llaman MUD opina y ataca sin cesar a las instituciones, desprestigian las mismas, sabotean, se infiltran en todo lo que signifique el desarrollo de un proceso electoral en paz ¡Están jugando al fracaso del proceso electoral! Nosotros los revolucionarios debemos tener bien claro que si no han actuado directamente los imperialistas es porque las condiciones no son nada propicias para la derecha en Venezuela, a la derecha de Venezuela le es imposible gobernar bajo el esquema del pacto de punto fijo, si van a gobernar van a tener que masacrar al pueblo y ellos lo saben.
El análisis hecho por el General venezolano Rangel Silva, en torno a que sería complicado para la derecha gobernar en un escenario en el cual pudieran ganar unas elecciones, análisis objetivo por demás, fue catalogado por los sectores de oposición como un desconocimiento por parte de las FAB al sistema democrático, sin embargo, si vemos con detenimiento la realidad de Venezuela, hemos llegado a un punto en el cual la derecha no podría gobernar con tranquilidad el país, tendrá que dar un golpe de estado. Luego del 27 de febrero de 1989, es decir, luego del llamado caracazo, el pueblo partió en dos la historia de este país, un antes y un después. El pacto de Nueva York fue pulverizado y esto abrió las compuertas para la llegada de Chávez al poder y la revolución bolivariana. Luego del triunfo de Chávez ocurre el 13 de abril de 2002, el pueblo revierte un golpe de estado y restituye a Chávez en el poder, sin duda, así como el imperio afina sus planes, el pueblo también sabe cómo actuar a la hora de una agresión. De 2002 a 2011 la diferencia a favor del pueblo es significativa. A pesar de las fallas y los errores se ha logrado construir espacios eminentemente socialistas, verbigracia las misiones sociales, potente arma para desplazar el viejo estado burgués y sustituirlo por un nuevo estado en una reingeniería de inserción o injerto como la llama el presidente.
El titulo de este escrito ha querido llamar la atención en dos vertientes vitales para la consolidación de una revolución y muy particularmente la venezolana: el ejemplo y la riqueza de este país, esto es para el imperialismo lo que la kriptonita para el superman imperialista, de allí el desespero de la burguesía nuestra y el imperio. Los venezolanos debemos tener bien clara la situación y prepararnos para seguir ganando las batallas que sean necesarias ganar sin perder de vista que dada la posición de Venezuela para el sistema capitalista mundial reviste una importancia capital, por eso el ataque será con todo.
En estos momentos están intentando aplastar al pueblo libio, veremos que ocurre pero lo que sí está claro es que la historia es de los pueblos, la anti historia de los capitalistas.
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