Lamentablemente tengo que insistir, en colocar encima de la superficie y que esté a la vista de todos y todas las personas que les preocupa los caminos revolucionarios. Y evitar que el panorama en que se vá dibujando las condiciones para edificar las condiciones reales para ir visualizando un mundo posible, un espacio geográfico orientado a la formación de una nueva ciudadanía con valores orientados hacia la consolidación de la bases que nos permita poder decir, que vamos haciendo historia, que estamos en la mejor de las oportunidades, que concrete el más hermoso de los sueños revolucionarios: el nacimiento y desarrollo de una sociedad socialista a la venezolana.
Quiero señalar que la realidad política que se vive hoy, en el aquí y en el ahora dentro del PSUV, es de una significativa dosis de desencanto y desilusión, que me obliga a construir la siguiente gran paradoja”si para elegir a los candidatos y candidatas para aspirar a una diputación en la asamblea nacional, se realizaron elecciones primarias el domingo 2 de mayo del 2010 ¿por qué se utilizó el método de la cooptación para designar a los equipos políticos estadales?
Hay que recordar que para esas elecciones internas, se esgrimió de manera constate y a viva voz, que la oposición hizo elecciones primarias en pocos circuitos electorales, es decir, que no practicaba la democracia protagónica y que la inmensa mayoría de sus candidatos y candidatas fueron seleccionados por el método de la cooptación.
Ahora, parece contradictorio, que ese argumento que se utilizó para cuestionar las decisiones políticas de la oposición, no sea válida para nosotros dentro del PSUV.
De verdad, que nos falta más autenticidad, ¿cómo es posible que la militancia esté esperando que se realicen asambleas generales para postular personas para formar parte de los equipos políticos municipales y parroquiales y luego que en una especie de “caja negra” se hagan las designaciones definitivas?
La ironía, es que el PSUV, considerándose un partido revolucionario, debería de crearse “la defensoría de los derechos del militante” ya que pareciese que somos de “utilidad política” para: buscar votos, trabajar en las mesas electorales, las unidades de batallas, patrullas, marchas, mítines, caravanas, pegar afiches, murales, etc.
Pero, somos invisibles para elegir a nuestra dirigencia, que contradicción!
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