Ya descubrimos que somos capaces y podemos producir y distribuir la gasolina para todos los venezolanos sin distinción de ninguna clase. . Todas las clases sociales, ricos y pobres se benefician de este bien que es de todos los venezolanos. Todos recibimos de alguna manera nuestra gota DE PETROLEO QUE NOS PERTENECE, independientemente de la capacidad de consumo. Ante el hecho de comprar combustibles todos los venezolanos somos iguales. Hemos logrado la igualdad de oportunidad total. Nos falta todavía la igualdad de condiciones Corroborado este hecho, ¿no podríamos hacer lo mismo de lograr la igualdad de oportunidad con seis (6) rubros esenciales de la alimentación?.
De allí que nos atrevamos a sugerir ideas para potenciar ese Socialismo que estamos construyendo entre todos. Pensamos que si lo hemos logrado con la gasolina, también podemos lograrlo con lo mas básico de todo, que son los alimentos. Ya veo la cara de escepticismo de alguno de mis lectores y algunos sorprendidos porque podría oler a “tarjeta de racionamiento a la cubana”. Nada de eso. Estamos inventando, de acuerdo a nuestras realidades, mecanismos de distribución acordes con las experiencias que ya hemos probado. Nos hemos dado de cuenta que mientras el pueblo organizado, no tenga realmente el poder en sus manos y que el gobierno sea, quien asuma toda la responsabilidad, la corrupción, la negligencia y la indolencia echaran a la borda todos esos intentos que hace la revolución por lograr la igualdad y la justicia para todos.
De allí nuestra proposición de “Alimentos para Todos” en el cual El Estado provea a toda la población, tal como lo hace con la gasolina, de los alimentos siguientes: Leche, carne, pollo, arroz, harina de maíz y aceite vegetal. El Estado, con los Consejos Comunales y Comunas Socialistas, se encargarían de la producción y distribución de estos seis rubros alimenticios que se considerarían básicos, indispensable y de primera necesidad y que hacer uso de ellos como mercancía será considerado un delito. Por ejemplo serán penados: el contrabando, el desperdicio, la impericia y sobre todo la negligencia demostrada al manejar estos rubros.
Cada Consejo Comunal deberá abrir un Centro de Distribución Comunitario (CDC) o ( incorporar un vocero en la gerencia del Abasto Bicentenario que esté en su jurisdicción geográfica) para expender durante todos los días del año, (como las gasolineras) los seis rubros alimenticios señalados. El Consejo Comunal se beneficiará con un 10% del valor de la venta para financiar su funcionamiento. Los precios serian fijados por las Empresas de Producción Social que han participado en el proceso productivo.
Estos rubros alimenticios solo podrán ser adquiridos en los CDC, por la población que ha sido censada por los Consejos Comunales, los cuales tendrán asegurada la provisión de esos alimentos en el lugar donde habitan y de alguna manera los obligará a participar en el Consejo Comunal de su Jurisdicción geográfica. Las Empresas de Producción Social que procesen alguno de estos seis rubros alimenticios y que lo usen como materia prima para elaborar productos derivados y que estén funcionando en el ámbito geográfico del Consejo Comunal también serán surtidos por los Centros de Distribución Comunitarios. Por ejemplo si existe una Arepera Socialista, un comedor escolar o una casa de alimentación en el área, los ingredientes a consumir le serán suministrado por el CDC, igual que toda producción artesanal de alimentos promovida por las estructuras del Poder Popular Organizado.
¿Que hacemos con MERCAL Y PEDEVAL?
1.Eliminarlos.
2.-Transferirle toda la infraestructura física y equipos a los Consejos Comunales y Comunas para que estos se responsabilicen de la distribución de los 6 rubros alimenticios básicos que deben llegar a cada CDC.
3.- Dejar al Ministerio del Poder Popular de la Alimentación la responsabilidad de importar los rubros que no producimos todavía y hacer que este ente los haga llegar a los CDC.
¿Que hacemos con los Abastos Bicentenarios y demás Centros de Abastecimiento que existen en el país? 1.-Colocar a un Vocero del Consejo Comunal o Comuna dentro de la gerencia de cada Abasto para que se responsabilice del manejo y control de los seis rubros alimenticios antes señalados. El 10% del valor total de las ventas de esos seis rubros a los precios regulados serán transferidos al Consejo Comunal donde pertenece el vocero, el cual le cancelará a él los emolumentos acordados.
Este podría ser un camino inmediato a recorrer a fin de darle un freno a la perversa corrupción que se ha instado en MERCAL y dar muestra fehaciente de que se quiere en verdad transferir poder al pueblo, tal como lo manifiesta a cada momento el Comandante Chávez.
juanveroes64@hotmail.com