Por no haber
solicitado ninguna clase de permiso y burlado el bloqueo que se tenía
a la entrada del Río Orinoco desde el mar, dos embarcaciones de bandera
estadounidense, Libertad y Tigre, a mediados del año 1.817 fueron abordadas
y revisadas por tropas venezolanas, con ésto se comprobó que
los gringos traían armas, municiones y otros enseres para ser entregados
a los españoles. El derecho que tenían los patriotas de apresar estas
naves era indiscutible por lo que fue considerado por Bolívar
procedente la confiscación de las naves y su contenido, allí no había
discusión posible, ello, por la circunstancia de haber traído armas
para el enemigo y de esta manera colocarse en posición beligerante
anulando la calidad de neutralidad en que se declaró el gobierno de
los Estados Unidos en el conflicto entre España y Venezuela, por tal
motivo Bolívar no las devuelve y las retiene a pesar de que el gobierno
estadounidense envía un emisario para procurar las liberen, pretendiendo
hacer creer que la venida de su Agente, Bautista Irvine, tiene como
principal propósito el reconocimiento por parte de aquella nación
de la lucha independentista, sin embargo Bolívar no se deja engañar
y mantiene firme la decisión de no liberar las dos goletas y de una
manera enfática se lo hace saber a Mr. Irvine en varias oportunidades;
hasta que cansado de referirse al tema le pide al Agente estadounidense
que no insista más sobre el caso.
Bolívar y sus tropas el 27 de Mayo de 1.819 sale rumbo a Casanare, Colombia, la marcha dura 65 días y en el transcurso del recorrido tiene que atravesar por lugares inhóspitos, al comienzo ellos extremadamente calurosos y al final sus tropas sin la vestimenta apropiada por sitios donde la temperatura era sumamente fría y con una ventiscas que penetraba hasta los huesos, es el famoso Paso de los Andes; proeza que fue admirada por el mundo entero y reconocida como una de las acciones más osadas de la historia militar universal. Una semana después de llegar Bolívar a un lugar de clima agradable descansa un poco para reponer su fuerza física y después reanuda su marcha al sitio denominado Boyacá, allí combate el 7 de Agosto a las tropas españolas y aunque éstas sobrepasan en número a las tropas independentistas, el empuje que en la lucha pone los patriotas, además de la sorpresa que causa en los españoles la presencia de Bolívar dirigiendo a sus tropas son causas suficientes para infringirles una terrible derrota; esta es la celebre batalla de Boyacá ganada por Bolívar con la que se libera la provincia de la Nueva Granada de tropas española en su suelo.
El Congreso de Angostura en el pasado febrero de 1.819 había designado
a Simón Bolívar Presidente de Venezuela y al colombiano Francisco
Antonio Zea, Vicepresidente, de manera que cuando Bolívar sale para
Casanare en el mes de Mayo deja encargado del Poder Ejecutivo al Vicepresidente.
A finales del mes de julio, Zea sin consultar con nadie hace entrega
a los Estados Unidos de los barcos Tigre y Libertad, esta acción irrita
extraordinariamente a los patriotas y al cometer Zea otros desaciertos
en la conducción del gobierno venezolano se produce el primer golpe
de Estado que sufre la república y el general Arismendi asume el poder;
Bolívar al enterarse del humillante proceder de Zea por la entrega
de las dos embarcaciones y atribulado por su violenta remoción de Zea
regresa rápidamente a Angostura. Simón Bolívar se presenta ante el
Congreso y rinde informe de su gestión, en una parte de éste dice:
“Cuatro batallas campales ganadas, cuatro millones de hombres devueltos
a la libertad, tal ha sido el motivo de mi ausencia” Inmediatamente
el general Arismendi, presente en la reunión, se levanta y responde:
“Jamás podremos recompensar dignamente a un héroe que nos ha dado
patria, vida y libertad”.
La buena fe de Bolívar es traicionada por quien él propuso para que ocupara la Vicepresidencia de Venezuela, tratando de demostrar así la voluntad de llevar a la práctica su concepción integracionista de estas repúblicas, Bolívar está consciente que aquella traición se debió a la intromisión de los gringos en los asuntos internos de este país y a la oferta hecha a Zea de recibir un sustancioso beneficio personal, sin embargo, Bolívar sigue empeñado en su propósito de la unión de las naciones de América del Sur, sabiendo que está enfrentado a los gringos y que ellos harán hasta lo imposible para que esta unión no se materialice, pero él también sabe que si ésto no se lleva a feliz término estas naciones Sur Americanas quedarán desprotegidas de la avidez política estadounidenses que desde hace ya tiempo está sembrando cizañas entre las almas bajas de algunos altos oficiales patriotas vende patrias, y para detener definitivamente aquel empeño del Libertador por la integración de los pueblos del Sur, sucede lo de aquel 25 de Septiembre de 1.828, en Bogotá, cuando Bolívar otra vez vuelve a ser traicionado por otro Vicepresidente, pero ahora de la Gran Colombia, el colombiano Francisco de Paula Santander, a quien los gringos convencieron que esa noche se atentara contra la vida de Simón Bolívar, El Libertador.
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