Nació el 8 de Abril de 1.911, en Araguita, actual municipio Acevedo del Estado Miranda., Su madre Maria Lope era la partera del pueblo y por lo tanto, necesitó la ayuda de otra comadrona para que Carmen Dionisia naciera.
Carmen Dionisia perdió su virginidad a los 15 años, ella me contó que a esa edad, el Administrador de la hacienda mas grande de Araguita, llamado Ernesto Sanchez, llegó donde su mamá y le dijo:”envíame a Carmen Dionisia a la hacienda” y su mama lo hizo y a partir de allí formó parte del grupo de mujeres que le servían al administrador y allí salió preñada de su primera hija. Trabajó en la hacienda recogiendo Cacao, con un canasto en la cabeza y le pagaban tres lochas por cada canasto. Parió su primera hija, se la dejó a su mamá y se fue para Caracas buscando mejores vientos. Durante 16 años trabajó de cocinera, sirvienta, planchadora hasta que en 1946 conoció a un trujillano de Pampanito que le movió el piso y con el cual se juntó casándose y procreando 5 hijos mas, formando con él una familia durante 31 años.
Conocí a Carmen Dionisia cuando yo tenia 7 años, o sea en 1.947. Era una negra fuerte de carácter, que había tenido seis hijos, todos de diferentes padres y que estaba haciendo grandes esfuerzos por reunirlos alrededor del trujillano de Pampanito, con el cual había iniciado una nueva pareja. Durante doce años conviví con esa extraordinaria pareja que hacia de la noche día y que llevó adelante un hogar donde engendró cinco hijos mas, para un total de once, los cuales hasta hoy 8 de Abril del 2011 han resultado todos buenos ciudadanos y responsables hombres y mujeres donde cada uno de ellos han constituido familias respetables y honestas que aman a su país.
Los que conocimos a Carmen Dionisia sabemos que no sabia leer ni escribir, pero hacia una arepas redonditas sin haber estudiado geometría. Se dedicó toda su vida a la cocina, le trabajó a la familia Lares Martinez y en el restaurante de Jaimes Vivas en Caracas y a sus hijos y marido les cocinó hasta que la funesta parca se la llevara en el año 1977.
Una vez conversando con ella, cuando el comezón revolucionario me llegó al alma, le dije que había que terminar con los ricos y ella me respondió: “Si acaban con los ricos, a quien le vamos a trabajar los pobres?.
Carmen Dionisia era racista, le inculcó a todas sus hijas que se casaran con hombres blancos para que sus hijos no se parecieran a los monos y a los varones que buscaran mujeres blancas. Había que mejorar la raza decía siempre. Nos imaginamos las experiencias racistas que tuvo en su vida, debido a su color de piel y a su condición de analfabeta. Si todavía hoy en día las mujeres que llevan esas dos marcas sufren esos estigmas, como seria eso en los años que a ella le tocó vivir.?
Pasados 100 años de su nacimiento, Carmen Dionisia con 34 años de muerta, dejó una gran familia que ya pasa de los 100 miembros y que por crecimiento exponencial llegará a doscientos en la primera década del año 2011. Por lo menos en la primera generación, todos salieron normales. Tampoco hay corruptos, ni ladrones, ni drogadictos. Sus genes han salido sanos y eso ya es mucho pedir en una sociedad que cada día el capitalismo pervierte y degenera hasta el infinito.
Resulta para mi imposible pasar por alto este acontecimiento, pues fue esa mujer llamada Carmen Dionisia, la que me parió cuando tenia 29 años y que valientemente asumió su papel de madre y no me dejó morir, aun cuando vivía en la mas extrema pobreza y sin un compañero que asumiera la responsabilidad de padre. Esa mujer que merece todo mi amor y respeto era mi madre. Si hay un Dios y según el Evangelio, “de los pobres será el reino de los cielos” , mi vieja debe estar allí gozando una bola, esperando que yo llegue para hacerme mi asado negro y mis papas rellenas que con tanto gusto hacia cuando yo iba a visitarla.
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