Una mirada retrospectiva después del 11 de abril

Nuestro proceso histórico que lleva más de doscientos años con el planteamiento del libertador Simón Bolívar, tomado luego por Ezequiel Zamora, Cipriano Castro y Hugo Chávez, ha tenido puntos de inflexión críticos caracterizados por los contrapesos del dominio español, la oligarquía criolla, el entreguismo a los intereses norteamericanos y más recientemente el imperialismo que marcó buena parte de nuestra historia política del siglo XX y todo el siglo XXI. 

Efectivamente la cuarta República decidió entregar nuestras riquezas y soberanía al imperio Yanki, para colocar en un lugar privilegiado a las clases acomodadas de la burguesía nacional vinculada a sectores políticos corruptos que en definitiva aplastaron nuestros pueblos durante las cuatro décadas de finales del siglo pasado en una suerte de entreguismo económico a los intereses estadounidenses acompañado de una política injerencista tanto militar como no militar por parte de los Estados Unidos. 
 
A la luz de la caída del bloque soviético, sólo el caracazo del 89 retumbaba los oídos del mundo, ante una arremetida neoliberal del Fondo Monetario Internacional liderado por su amo del norte, es así como el 04 de febrero y el 27 de noviembre de 1.992, las Fuerzas Armadas en un camino de lealtad a su pueblo y su compromiso con los más desposeídos se levantaron en armas no sólo ante una crisis profunda de las clases gobernantes de entonces sino contra toda forma de intervención extranjera en Venezuela. 
 
El resultado de todo un proceso político de cambio fue la victoria del Presidente Chávez en 1.998, con lo que se inicia una coyuntura política que significó  un giro contundente en la historia Venezolana, para reivindicar los ideales de nuestro libertador y levantar la bandera de la revolución Bolivariana, dando por primera vez plena soberanía a nuestras riquezas, la economía, la política nacional y las relaciones internacionales de Venezuela, además de un acercamiento con los movimientos sociales anti-imperialistas del mundo. 
 
De tal forma en sus primeros años la revolución Bolivariana dedicó parte importante de su tiempo a suplir la inmensa deuda social del nefasto pasado neoliberal, a tal punto que llevó la inflación a 12,3 puntos porcentuales frente a más de 100% en los años previos de la cuarta república, de tal forma que el proceso político liderado por Chávez generaba resultados que simbolizaban un cambio importante en lo social y económico del país. 
 
Pero la necesidad de ser soberano e independiente nos obligaba a tomar el control del Petróleo Venezolano, ello significaba luchar contra los intereses de los Estados Unidos que se apropiaban al mejor estilo de “malandro” de corbata de nuestra riqueza energética como si fuera su propia caja chica, ante tales intereses un conflicto era necesario y la política de injerencia gringa en acuerdo con la burguesía nacional decidieron el 11 de abril de 2.002 asaltar el poder del pueblo que por primera vez se veía representado en Miraflores y hacía suya la gestión gubernamental; hoy quienes aspiran ser los contrincantes del Presidente Chávez en las presidenciales del 2.012 tuvieron un sitial de horror en aquellos fatídicos 11, 12 y 13 de abril del 2.002. 
 
De tal forma que en una acción cívica – militar, el líder de la revolución retoma las riendas del poder con un mensaje de paz, llamando a hacer Política a la oposición, sin embargo la estrategia imperial para volver al poder en Venezuela desde entonces ha significado desde los Estados Unidos sabotear económicamente, comunicacionalmente y hasta militarmente nuestra soberanía, el paro petrolero, la ampliación de la cuarta flota y el comando sur alrededor de Venezuela, la agresión permanente a través de sus medios privados de comunicación de espectro internacional, configuran un escenario que prepara una posible invasión o agresión militar extranjera liderado por el mismo imperio. 
 
Es así  como resulta necesario más que nunca consolidar las bases de una verdadera organización, social, cívico-militar, regional y continental que permita dar pasos importantes en la constitución de un gran frente de paz que permita combatir los deseos guerreristas del imperio norteamericano. 

"Las ideas no necesitan ni de las armas, en la medida en que sean capaces de conquistar a las grandes masas." Fidel Castro Ruz 

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Nelson Ortega

Aprendíz de Socialista, Bolivariano, Investigador, Planificador Ingeniero en Informática, Diplomado en Innovación Tecnológica, Msc. Planificación Global. www.masrevolucion,blogspot.com

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