Los estremecedores acontecimientos que recorren el planeta, lo hacen de una manera vertiginosa. Casi no permiten profundizar en cada uno de ellos, ya que se superponen en cuantos riesgos y potencialidades destructoras. Quizás nunca antes pudimos observar con tanta fluidez sucesos que afectan al conjunto de la humanidad independientemente de las distancias que los separan entre sí.
Los cambios en el Medio Oriente y en África, los desastres naturales, el horrendo accidente nuclear en Japón, la destrucción aceleradísima de la capa de ozono en el Ártico (Polo Norte 40% en un año) “Las observaciones efectuadas desde el suelo mediante un globo sonda encima del Ártico, así como (las hechas) por satélite revelan que la columna de ozono acusó una disminución de alrededor del 40 por ciento en esta región entre el comienzo del invierno y el final del mes de marzo”, explicó la Organización Meteorológica Mundial (OMM-agencia meteorológica de la ONU)) en un comunicado fechado el 6 de Abril del año 2011, todos hechos que afectan el presente, y que tendrán consecuencias innegables sobre el futuro del planeta, y nosotros, sus afectados habitantes.
Se trata, no sólo, de “la mágica potencialidad” que permite la revolución científica-tecnológica de seguir los acontecimientos en “tiempo real”, sino que, la propia crisis Imperialista acelera los ritmos de la acción directa en aras de recomponer la dominación global.
Las fuerzas inter-imperiales pujan por salir de la crisis orgánica que afecta al capitalismo -como consecuencia la crisis de su dominación- en la mejor posición posible, y ello les obliga a tensar sus fuerzas para no quedar rezagados en este nuevo intento de reorganización planetaria.
Se trata esta vez, no sólo de disputar hegemonías regionales o globales, sino de asegurar sus fuentes estratégicas de abastecimientos de materias primas, especialmente de reservas de hidrocarburos y de agua para las décadas venideras. Los seres humanos pasamos a ser un elemento “colateral”, cuya funcionalidad está en directa dependencia con la riqueza de nuestros suelos.
Los centros de poder global son conscientes como nunca, de los riesgos que amenazan el futuro de la humanidad, riesgos que han sido llevados al extremo por el mismo modelo de acumulación, concentración y reproducción del capital que han impuesto como forma de vida. Ese modelo, que en su seno conlleva la destrucción del medio ambiente y el agotamiento de los recursos no renovables, arriesga el porvenir del ser humano y de toda forma de vida biológica sin medir consecuencias, pues la vorágine de su propio funcionamiento es imprescindible para sostener la dominación y las formas de vida que impone el capitalismo depredador.
Descifrar los acontecimientos tan saturados de “desinformación” es un enorme desafío, que nos obliga a profundizar en el pensamiento crítico, poniendo el énfasis en nuestra ubicación geográfico-social. Desde el Sur, desde la insurgencia de clases, desde nuestra visión nacional-internacionalista, es que debemos intentar descubrir las causas y los efectos de los movimientos continuos y contradictorios que se desenvuelven a lo largo y ancho de nuestra lesionada esfera terrestre.
Más allá, de los razonables “esceptisismos” que traen consigo tanta destrucción y muerte, es fundamental concebir la resistencia, basados en el urgente optimismo que trae la Revolución en su vientre, y ya no sólo como elemento liberador de los pobres y oprimidos, sino ampliada y cualificada su esencia actual, es decir: como la única posibilidad de sobrevivencia de la especie humana.
Arrancando por los cables noticiosos…
LIBIA.
Libia, es aún en estos días, portada obligatoria de medios nacionales e internacionales. No redundaremos en lo que ya se ha dicho sobre esta nueva aventura bélica de los EEUU y la OTAN. Quizás debamos partir de la dificultad que ha tenido la izquierda en general, para posicionarse en torno a este tema. Algunos han decidido en base al “reflejo condicionado” colocarse al lado de Gadaffi por su pasado anti-imperialista y solidario con las luchas de liberación nacional en el llamado “tercer mundo”. Otros, han corrido rápidamente a colocarse en el bando opuesto, el de los rebeldes, porque “toda rebelión popular” es una sacrosanta acción liberadora. Nosotros creemos que “ni tan calvo, ni con dos pelucas”. La política revolucionaria debe sustentarse en la coherencia ética, entre otras cosas, y ello obliga a escudriñar en los hechos, y no conformarse con “principismos” facilistas.
En Libia operan en conjunción, elementos endógenos y exógenos que es necesario particularizar. Gadaffi hace mucho que abandonó posiciones revolucionarias, más bien, habría que decir nacionalistas y progresistas. Era Libia ya un país dócil y funcional a las políticas Imperialistas, esencialmente a las europeas. No hablamos sólo de la entrega del petróleo y el gas a las transnacionales, sino incluso, como gendarme de la emigración del norte de África al viejo continente o como un buen amigo de Israel. Hace ya treinta años Gadaffi permitió el secuestro y desaparición del Imán Mussa Sadr (uno de los fundadores del movimiento chiita “Amal” en el Líbano) junto con dos acompañantes, favor hecho al Estado Sionista.
En Libia, hace ya mucho que el Poder Popular había quedado relegado a buenas páginas del “Libro Verde”. Los Gadaffi eran ya muy amigos de Europa, principalmente de Gran Bretaña, Italia y Francia, sus verdugos de hoy.
¿Por qué entonces los EEUU y sus aliados europeos se lanzan sobre él?
Una vez más, la política internacional del Imperio hace aguas. Nosotros, no creemos en aquellas teorías de la conspiración que suponen que tras las revueltas árabes (Túnez, Egipto, Yemen y Barehein) hayan estado las manos de los servicios de inteligencia occidentales, más bien, entendemos que esta ola de rebeliones les ha agarrado de imprevisto, y, en un espacio geo-estratégico de vital importancia sobre el cual se han tenido que volcar urgentemente en función de redirigir estas rebeliones y recomponer la dominación pro-Imperial. La crisis, si bien sorprende al Imperio, este rápidamente intenta aprovechar la oportunidad de acelerar sus planes de reconfiguración geo-política en la zona, y para ello las alianzas tanto con Europa, como con los gobiernos déspotas, sobre todos los de los Países del Golfo, encabezados por Arabia Saudita pasan a ser cruciales.
Egipto es el segundo receptor de ayuda militar del Pentágono después de Israel, y representaba para los intereses Imperiales la llave que aseguraba la estabilidad del Estado Sionista, que permitía a la vez, contener el avance de la influencia Iraní. Las rebeliones populares contagian, más aún cuando el caldo de cultivo esta tan latente como allí. Rápidamente las movilizaciones se extendieron a Yemen, Barhein (sede de la V Flota de la armada de los EEUU) y en la propia Arabia Saudita, pieza fundamental en el ajedrez Imperial. En estos tres países las comunidades chiitas son vistas como potenciales elementos desestabilizadores, bajo influencia de Teherán. En Yemen están alzados en armas en el norte, en Bahréin representan cerca del 75% de la población, pero son excluidos del poder político donde gobierna un sultán sunni, y en Arabia Saudita, si bien son minoría nacional, en el este del reino representan el 75% de la población, que es el territorio donde se encuentran las principales reservas de hidrocarburos.
Hasta ese momento los principales beneficiarios de la crisis estaban siendo Turquía e Irán.
Los EEUU, Europa y Arabia Saudita intentan retomar la iniciativa, y allí Libia pasa a ser clave. Los recursos energéticos de Libia son muy importantes para Europa, y desde allí recuperar influencia hacia el resto del norte de África y Medio Oriente, es para Francia y Gran Bretaña mas que un buen trofeo. Gadaffi había tenido la “loca ocurrencia” de plantear en sus áreas de influencia (Unión Africana y amigos) la necesidad de abandonar el dólar y pasar las reservas internacionales al oro. Aunque cumplió muy parcialmente esta consigna, fue suficiente su convocatoria a la “insurgencia financiera”.
Se sale de un líder político difícil de prever, se asocian las rebeliones a la lucha en contra de “dictadores progresistas”, y se le da un respiro a Arabia Saudita para que resuelva su problema interno mediante la represión, que invada sin costes políticos Bahréin, y que intente canalizar la crisis en Yemen, mientras tanto la opinión pública está enceguecida con Libia y el “sátrapa” Gadaffi.
Occidente trata al mismo tiempo de “acercarse” a las rebeliones, de establecer vínculos emocionales y políticos demostrando su voluntad de actuar. De paso, conspirando con los servicios de inteligencia israelí socavan la estabilidad en Siria, otro país incómodo para los intereses de los EEUU por sus cercanías con Irán (más allá de las legítimas demandas de sectores del Pueblo Sirio).
Entre los alzados libios hay de todo un poco. Muchos ex funcionarios del gobierno de Gadaffi, empresarios, funcionarios y profesionales, pero también mucho pueblo. Combatientes pro Al Queda, nacionalistas, otros Hezbollah, aunque son sunnitas, en fin la gama es amplia y habremos de ver si llegasen a triunfar, que sector logra imponerse. No hay que caricaturizarles de pro monárquicos porque enarbolan la bandera anterior, ya que esa era la única existente, antes de la verde impuesta por Gadaffi, es más bien un símbolo nacional unificador.
El futuro de Libia es toda una incógnita, y dependerá en gran medida de lo que haga Gadaffi. Si resiste y no se entrega a occidente, puede reconstruir en torno a la resistencia a la agresión occidental un amplio movimiento de respaldo en la propia Libia y mucho más allá de ella. Libia puede ser también repartida y configurarse Cirenaica (bastión del este) en un mini protectorado rico en petróleo y también puede eternizarse la guerra civil; es muy pronto para avizorar con precisión en que terminará todo esto. En todo caso, los planificadores occidentales ya están con el colon recontrainflamado, y para los “estrategas” militares los números iniciales no están cuadrando (es que se dejaron aconsejar por los franceses…).
Esta claro que el tiempo es un enemigo de occidente, y que cada día, cada bombardeo, cada intervención de los gobiernos y estados agresores, tiende a complicar sus planes y objetivos.
La posición de los revolucionarios debe ser firme y precisa, condenando y combatiendo la intervención extranjera, denunciando la agresión criminal del Imperio norteamericano y de las potencias europeas. Es nuestro deber, ayudar a respetar la integridad territorial de Libia, de su soberanía nacional y popular, lo que incluye el precepto de que sólo los Libios pueden y deben definir su destino.
¿Qué pasará con las rebeliones de Túnez, Egipto, Yemen, Barhein?¿ Qué pasará en Siria?¿ En Arabia Saudita? ¿La resistencia palestina?
Este es un movimiento que recién comienza. Sin organizaciones políticas sólidas a la vanguardia de las luchas populares, con una infinidad de servicios de inteligencia compitiendo entre sí, y luchando algunos ferozmente en contra de otros. Hay mucho dinero de por medio, no sólo de los estado occidentales, sino también de las monarquías corruptas del golfo, y los intereses mas fuertes del planeta (transnacionales del petróleo, del complejo militar-industrial, de los contratistas en sus más variadas formas).
Como elementos positivos podemos resaltar primeramente; la ruptura del orden establecido, que era el impuesto por el Imperio, sus aliados y sus cipayos. Hay sujetos sociales en configuración que pierden temores, que cobran identidad y consciencia de sus fuerzas. Hay sujetos políticos que comienzan a proyectarse, islamistas de avanzada, nacionalistas de izquierda, progresistas, y claro, islamistas conservadores (los inventados por occidente tipo “Al queda”, también).
Aparecen con fuerza dos países de la región, que amplían sus influencias geo-políticas, uno claramente antagónico al Imperio desde el punto de vista estratégico: Irán (Persia), el otro, tampoco árabe, Turquía (otomano) que si bien es el único miembro musulmán de la OTAN, ha ido en los últimos años “independizándose” cada vez mas de sus socios de Occidente (distanciamiento de Israel y acercamiento a Irán), construyendo multifacéticamente su propia propuesta de posicionamiento estratégico, basado fundamentalmente en dos elementos: su ubicación geo-estratégica que la hace imprescindible para el tránsito de energía hacia Europa, tanto desde Asia central, como del Medio Oriente y su carácter de país musulmán.
Arranca una época de cambios desde el Medio Oriente que por las particularidades de nuestra era, es difícil restringir geográficamente, es muy fácil que se traspasen al Cáucaso, Asia o África. Son tiempos peligrosos, porque encubiertos hay intereses y objetivos que pueden agudizar contradicciones entre potencias, por ejemplo con China en África o Rusia en el Cáucaso o en Asia Central, y las formas de dirimir esas potenciales contradicciones aún no es determinable.
Sobre Palestina algunas consideraciones…
Israel está más aislado que nunca. Sabe que la Resistencia Palestina se ha fortalecido nacionalmente (en lo militar) e internacionalmente. El Estado sionista tiene que medir en este momento cada una de sus acciones militares para no arrastrar tras de sí, al enorme movimiento panárabe o internacionalista que le late en la cueva. Un error de cálculo atraería todas las miradas que están “encandiladas” por los sucesos que los medios reportan a diario como catastróficos (Libia y Yemen principalmente). La resistencia Palestina ha elevado considerablemente su capacidad técnica y combativo-militar. Ante un panorama regional tan delicado y riesgoso Israel profundiza en sus medidas de defensa, sin comprender que el conflicto sólo puede resolverse por dos formas: la negociación o la guerra. A medida que el tiempo transcurre y los acontecimientos con él, la situación para la existencia del Estado de Israel cada vez va quedando más enredada y esto debido a la soberbia, a la prepotencia y al racismo que encarna el Sionismo. La derrota que sufrieron las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel) en el año 2006 en el Líbano por parte de Hezbollah fueron sólo un pre aviso de una situación que se avecina próxima, y que para los EEUU e Israel deberá sincerarse a tiempo antes que el colapso les alcance.
El desastre nuclear en Fukushima:
¿Cómo explicar que se viertan 11.500 toneladas de agua contaminada al mar? Salvo una constricción de pecho tipo aristocrático, nada. Que la radiación del agua excede en 7.5 millones de veces el límite permitido… tampoco. Que se han encontrado trazas de plutonio en las tierras adyacentes a la central, menos. Las secuelas de este desastre son impredecibles, pero sin duda, tienden a ser mucho peores que las del accidente de Chernobyl en 1986. Por ejemplo:
“57 millones de litros de agua radiactiva se acumulan en la central de Fukushima a los que cada día se suman cientos de litros que los trabajadores de la planta vierten sobre los reactores en su intento por enfriar su núcleos.
Pero, ¿qué se puede hacer con ellos? Después de que los técnicos lograran este miércoles cerrar la fuga por la que se estaban filtrando litros de este agua al mar, el problema que se plantea ahora en Fukushima es dónde van a ir parar los que se siguen acumulando.
Según publica el diario 'Los Angeles Times', el agua que se utiliza para tratar de enfriar los reactores y las peligrosas barras de combustible se está filtrando a través de fisuras dentro de la planta, a través de túneles y pasadizos de los niveles más bajos, donde se está acumulando un mar de residuos letales.
El problema: nadie sabe qué hacer con ellos. "No hay ningún precedente similar a esto que pueda ayudar a buscar una solución", asegura al diario Robert Álvarez, ex secretario adjunto del Departamento de Energía de EEUU.
El alto nivel de sustancias radiactivas en el agua tendrá que ser almacenado de forma segura, procesadas y solidificadas. Un trabajo que los expertos afirman que casi seguro se tendrá que realizar en un complejo especialmente diseñado para ello. Además, el proceso de limpiar el agua podría tardar muchos años, incluso décadas y el coste podría llegar a las decenas de miles de millones de dólares.
“El problema inmediato que enfrenta a los japoneses es cómo almacenar toda este agua, teniendo en cuenta que tanques de almacenamiento están casi llenos.”
Diario “el Mundo¨ de España, Abril, 7 del 2011
Pero es que nosotros no queremos saber que significan estas aparentes fórmulas matemáticas, físicas o químicas. Hay tanto que explicarnos….
Cuando Chernobyl, la humanidad no tenía consciencia de los daños que podía generar un accidente nuclear, todos temíamos una guerra de este tipo, entre los EEUU y la ex Unión Soviética, que tenían la DEM como norte (Destrucción Mutua Asegurada).
Salvo Ucrania y la Cuba revolucionaria, pocos tomaron consciencia de la catástrofe. Ucrania, porque allí quedó enclavado Chernobyl luego de la fragmentación de la URSS y Cuba, pues ellos han tratado durante años a quienes han sufrido generacionalmente los efectos de la contaminación, especialmente los niños.
Cabe como defensa que en aquellos años los medios no eran capaces de reportar lo que sucedía en cada rincón del planeta, pero ¿y ahora?
Japón, la tercera economía del planeta, es sacudido por un terremoto grado 9.1 en la escala de Richter, luego por un Tsunami, que daña severamente una planta nuclear… ¿en que termina todo esto?
¿Que consecuencias nos depara, por ejemplo, el desastre nuclear japonés? ¿Tendremos peces fluorecescente fácilmente víctimas de la pesca? Debemos tomar consciencia del daño que el ser humano, y particularmente el sistema de crecimiento y desarrollo económico, le está haciendo a la naturaleza, es decir a nuestro entorno y hábitat.
No se trata sólo de discutir en torno a la crisis energética expuesta ante el mundo devorador de hidrocarburos, y de las potencialidades de la energía nuclear y su pertinencia. Se trata de discutir acerca del modo de vida, y de la nueva y necesaria forma de organizar el desarrollo de la sociedad, pues es ella la que se encuentra en crisis estructural.
Un mundo regido por un modelo de civilización que se caracteriza por la irrefrenable necesidad de acumular, concentrar y reproducir capital, y que para lograrlo requiere un patrón de derroche y consumismo desenfrenado, con superexplotación del trabajo y uso indiscriminado de recursos naturales; es un mundo enfermo, en él, el ser humano se mira como un consumidor, que a veces no puede siquiera alcanzar esta franja, y se convierte entonces en un producto de consumo o consumición, ya sea en su faceta infantil de la prostitución o la pornografía, o bien, en la subcultura de la exclusión, fomentada como cementerios de pobres, narcotráfico, delincuencia, cárceles, emigrantes-inmigrantes, en fin, los inhóspitos habitantes de la marginalidad. Los no-usuarios del mundo de la modernidad. Este es el producto del capitalismo y no podemos olvidarnos de ello.
A los países desarrollados se les permite cualquier cosa. Nadie discute la legalidad o pertinencia de una central nuclear en Japón (Hay 54 reactores en cerca de 17 centrales en funcionamiento. Es la segunda en cantidad el mundo después de Francia en términos del porcentaje de suministro de energía eléctrica. Japón tienen una consigna: "lo nuclear, primero". Según estas directrices, se construirían más de dos docenas de plantas antes de 2030.), pero sí es asunto de amenazas y de guerras, si se construyen una o dos en Irán.
Israel, Estado Genocida se armó gracias a los EEUU de armas nucleares, sin permiso de ningún organismo internacional y no ha pasado nada. Irak fue invadido con la excusa de armas de destrucción masiva que nunca se encontraron. Este doble rasero de la diplomacia internacional ya no aguanta más. Ahora la ONU es un comando central de ataque sobre países soberanos como lo demuestran la mantención de tropas extranjeras en Haití, la actual agresión a Libia y el indignante papel de gendarmes y protectores de los intereses de las transnacionales que está cumpliendo ese organismo en Costa de Marfil imponiendo a sangre y fuego a su cipayo local, Alassane Ouattara.
Obama a la reelección…
Teñido de buenas intenciones llego. Sí, la buena labia quizás no sólo era engaño, algo de cambios quizás quería traer consigo, pero como nosotros no nos dedicamos a descubrir las buenas intenciones de alguien, tenemos que medirlo por lo que ha hecho. Allí sale reprobado, muy reprobado el premio Nobel de la Paz Imperial. La verdad es que con el lindo verbo, casi no nos dimos ni cuenta de los “Tomahawk” que traía consigo en el vocablo, de los “Stealth”, de los “Predators” y “Awacs”, y toda esa descomunal verborrea dialéctica de la guerra que escondía la piel morena del cordero. Esta vez el complejo militar-industrial no entró vestido de cowboy, ni de veterano de guerra, llegó silencioso multicolor, étnicamente mestizo, hasta medio africanizando la dominación yanqui.
Se sacó la careta el hombre, y nosotros “inocentes” del pecado cometido. Pero no preguntemos en Medio Oriente, ni en Afganistán donde los muertos hacen cordilleras de verdaderos inocentes explotados por “bombas inteligentes”, ¿al final no será todo una brillante estrategia de eliminar la pobreza y la exclusión masivamente con acciones humanitarias? Sabremos quizás entender en los futuros cables “wikileaks” que todo era una estrategia en contra de la miseria.
Ahora, el hombre va por la reelección. Emperifollado, de flux, con las mangas recortadas… venga el que venga, lo que le espera al mundo es la acción decidida como nunca del establecimiento norteamericano por retomar el control, por reorganizar la dominación Imperial, reservándose el papel hegemónico, el de la supremacía, el de la potencia imperante.
Esto tiene que ver con su propia crisis interna, con la incapacidad de competir en la cancha que el propio Imperio neoliberal dibujó como reglamentaria. EEUU tiene la mayor deuda externa del planeta, es el país con mayor déficit comercial y fiscal, en fin, tiene una enfermedad que aún le permite respirar, pero cada vez con mayor dificultad. Pierde predominio, pierde respeto, ya no puede golpear la mesa como antes. Es la decadencia del Imperio. Es el moribundo ex amo del planeta, que desde su cama en la sala de tratamientos intensivos intenta cual mafioso siciliano decidir quiénes, y cómo deben seguir gobernando en pos de los intereses de la familia.
Hay Imperio todavía para rato, tampoco pequemos de optimistas extremos. Pero en su franca caída puede llevar a la humanidad toda consigo. Porque el Imperio es irracional desde ese punto de vista. Le vale nada el mundo sin él, si con él le vale tan poco. Y cada vez sube la apuesta, incrementa su vocación genocida, su capacidad destructiva, su poder omnipotente. De alguna manera acostumbró a “la opinión pública” a su escalada intervencionista, al incremento sustantivo de su acción agresiva e interventora. De alguna manera John Wayne sigue de moda, y su frase predilecta: ”Un hombre tiene que hacer, lo que tiene que hacer”, cuya profundidad filosófica refleja el estadio intelectual que el Imperio requiere.
Nuestra América: entre la sumisión y la rebeldía…. la perspectiva de la vía Bolivariana
En el continente se baten a duelo como siempre las posiciones que claman por ser cipayos. El Tío Tom, el negro servil del amo blanco generoso a veces, para visitar sus centros comerciales, sus espacios recreativos, sus villas y mansiones, los que no tienen identidad ni sentido de nación, los que se arrastran a los pies del Imperio que denominamos como “corriente monroista”, y entre quienes, desde la periferia claman por arrasar con todo lo “viejo” y construir lo nuevo. La Patria de los/las Pobres, el País de los/las Libres, el mundo de allá arriba: del cielo asaltado, el que no tiene moldes, es por descubrir e inventar, es decir, “la corriente bolivariana”.
Nuestra América divaga en torno a una táctica peligrosa, que si bien permitió durante la última década avances estratégicos, está tocando los límites de esta forma de acumulación de fuerzas.
Primero porque el Imperio se readecuó, y segundo, porque si bien penetramos el espacio operacional enemigo, no hemos logrado superarlo, salir del hacia los nuevos espacios del Poder constituyente. Es decir, romper definitivamente las líneas defensivas y la profundidad del Estado Burgués.
Porque los que “gobernamos progresistamente” somos incapaces de quebrantar las viejas estructuras, ya que se requieren para ejercer el Poder formal. Es un círculo vicioso que va succionando las energías transformadoras. Nuestros gobiernos tratan de hacer “eficiente” lo viejo, para imponer lo nuevo, esa es una tremenda falacia y un peligrosísimo accionar político.
Los triunfos electorales de las propuestas progresistas y revolucionarias han ido entrampándose en la legalidad burguesa que en su inicio negaban, aquellas que se saben gendarmes de los cambios necesarios. Las viejas estructuras y su cultura, los viejos métodos contienen, desgastan, hastían y hasta domestican. Sucede que se apostó a que la legitimidad se construía casi únicamente en las urnas de la burguesía, fue un truco inteligente, que arropó a nuestro campo de importantes victorias, pero del cual el enemigo aprendió, ¿y entonces qué?
¿Cómo salimos ahora de la trampa? ¿Es que todavía podemos jugar en el espacio democrático-burgués? ¿Y su sistema de legitimación electoral? Hay mucho por acumular todavía, sobretodo en países que no han vivido cambios estructurales progresistas. Sin duda, pero cada vez, los jueces inventarán nuevas reglas para ir progresivamente sacándonos del juego. Por lo tanto toca delinear los derroteros de las nuevas sendas. Seguramente la experiencia de Honduras y el golpe “exitoso”, de los fraudes electorales como el del México, alientan a las fuerzas retrógradas a sostener su contraofensiva ¿y nosotros qué?
Por ahora el campo bolivariano está a la defensiva. Reorganizando sus fuerzas en aras de mantener lo conquistado. Pero: ¿cómo consolidar? y sobre todo, ¿cómo profundizar?
Hay que revisar dos movimientos que se dan en paralelo, que son contradictorios y se retroalimentan. El de las elecciones venideras, y el de cómo transcurren los procesos revolucionarios y progresistas más allá de las elecciones.
Es que hay muchos que todavía no entienden que parte de esta guerra de liberación social y nacional se desenvuelve en el campo de las ideas. De allí se permean al espacio de las pasiones que en definitiva son las que movilizan a millones en aras de cristalizar sus expectativas y sus sueños.
Por lo tanto es imprescindible comprender que pusimos en el centro de la mesa al Socialismo, que lo que se está jugando en la disputa de la conciencia de millones de seres es la viabilidad histórica de la superación del capitalismo. No es cualquier apuesta, y si se pierde, a la bancarrota van los tiempos, la existencia misma de millones excluidos y marginados, de Pueblo Pobre condenado a la miseria y a la opresión. “No podemos optar entre vencer y morir” (José Félix Ribas) “Necesario es Vencer”, eso es inteligible para burócratas y los políticos del “oficialismo” (poder formal).
¿Cuánto ha logrado avanzar el ALBA en el interior de sus procesos? ¿Cómo y cuánto se han fortalecido los movimientos populares? ¿Sus grados de conciencia, movilización y organización nos colocan en qué fase? ¿Qué bloque antagónico tiene la iniciativa? ¿Los cambios estructurales avanzan, están contenidos? El Poder Popular es una realidad incipiente o aún ¿“deseos no empreñan”? las oligarquías locales: ¿en qué posición de fuerzas se encuentran?
La relación estrategia revolucionaria, partido y pueblo: ¿cómo se manifiesta? ¿Cuál es nuestro modelo de desarrollo? ¿En qué se basa nuestro sistema económico? ¿Hemos roto la dependencia? ¿Cómo nos afecta aún la deuda externa? ¿Cuándo dejaremos en Venezuela el socialismo rentístico? ¿Cómo avanzamos en la industrialización y la integración nacional? Existen mil preguntas más por responder.
Este año tenemos elecciones en Nicaragua, Argentina y Perú. El año que viene la batalla principal se dará en la Venezuela bolivariana, y todo está medio quieto, esperando el combate principal que se dará en este encuentro.
Efectivamente, electoralmente Perú es lo que sigue. Para Ollanta Humala logrará triunfar en segunda vuelta se convertirá en un esfuerzo titánico. Sin embargo, la estrategia electoral ideada por el experto en marketing político Joao Santana, el que ayudó a Lula da Silva a obtener la presidencia en 2002 tras tres intentos fallidos, está dando frutos. Los asesores brasileños parecen haber logrado suavizar la imagen radical del candidato de “Gana Perú” con el fin de arañar parte del voto de la clase media. Sus principales bastiones de apoyo se logran hasta ahora en el interior del país, aunque gracias a esta campaña publicitaria ha logrado remontar en Lima. Los resultados de la primera vuelta indican fuerte respaldo en el sur y centro del Perú
El Imperio intentará agrupar el máximo de formaciones políticas en contra de Humala, tal y como lo hiciese en las elecciones del año 2006 apoyando al intragable Alan García, en esta ocasión con una candidata que no es precisamente un elemento de consenso, por todo lo que representan el apellido de Keiko Fujimori. Para los intereses del Norte y de la oligarquía local, quedan en segunda vuelta con la candidata más vulnerable. Para ellos Toledo o Kuzinski eran las mejores alternativas.
La izquierda peruana está muy fragmentada, y el neoliberalismo ha terminado de atomizar a la sociedad peruana que vive entre Centros Comerciales de última generación y barriadas populares enquistadas en basureros municipales. Las contradicciones en el Perú son agudísimas y antagónicas a más no poder. No hay paz posible mientras perdure ese nivel de injusticia y desigualdad.
Esto lo sabe el Imperio, que jugará todas sus cartas legales e ilegales para impedir el triunfo de Ollanta, que significaría la ruptura de su frente de contención a la ALBA, otra brecha en la corriente monroista. Debemos prepararnos para un escenario que deberá radicalizarse después de las elecciones, aunque los tiempos aquí, en Nuestra América, pueden ser largos.
Nicaragua es otra parada. El Sandinismo es para el Imperio un dolor irreversible en el alma. No pueden tolerar que un país que entonces, para los años ochenta, tenía 3 millones de habitantes fuera imposible de conquistar, de dominar.
El Sandinismo les dio como cuando el General de “los Hombres Libres” derrotó a la aviación yanqui, cuando Pedro Altamirano, el viejo guerrero les hizo el corte del chaleco, “pa que respeten”, como cuando un “coro de ángeles” les hizo desistir de sus intenciones neocoloniales en Nuestra América.
En las elecciones de Noviembre veremos a toda la plana operativa de la inteligencia yanqui y sus acólitos moverse en función de reinstalarse en Managua. Centroamérica es un campo de batalla silencioso en el cual Nicaragua sandinista puede en la medida de que se consolide su proceso ampliar los espacios progresistas en el istmo y ese es un peligro que para los EEUU representa un problema de seguridad nacional.
Viene Argentina de Tango y Montoneras…
Desde el punto de vista geo-político las elecciones Argentinas, son sin duda, las más importantes para la región en lo que tiene que ver con el transcurso del año. Es su dimensión geográfica, son su masa económica y demográfica las que determinan su nivel de importancia estratégica. Si la República Federal Argentina sigue plegada a los proyectos de integración latinoamericanos será un elemento determinante, lo mismo sucedería en caso de alejarse.
Todo hace proveer que Cristina se reelegirá, lo que no implica necesariamente suponer que los cambios se profundizaran en la Argentina. El Cono Sur camina a paso muy diferenciado de lo que sucede en nuestra Venezuela bolivariana. Es otra realidad histórico-social, son otras formas y tiempos. Sin embargo, esto no es excusa para intentar profundizar en los diagnósticos y propuestas. Hay un reiterado afán de evitar la polémica en aras de no “cuestionar” la unidad global, asunto en extremo peligroso, ya que de alguna manera eso, no sólo implica ser cómplices de políticas anti populares, sino sobre todo, de recaer en una política de relaciones internacionales pragmática que responda sólo a los intereses inmediatos de los gobiernos de turno.
El movimiento popular argentino es actor que hace falta para esclarecer el panorama. No podemos los revolucionarios descansar los análisis simplemente en las propuestas electorales que el marketing político impone. Es un juego peligroso quedarse revisando cifras con los métodos de la burguesía.
Las otras arterias de Nuestra América….
Pero las cosas no son tan así como aparentan. Hay un movimiento insurgente que corre en paralelo a los procesos democrático-electorales que han sido la vitrina del “por ahora”. Los tercos continuadores de la lucha armada, principalmente la insurgencia Colombiana que en el caso de las FARC-EP ven poco a poco retribuir sus esfuerzos. Largos años de resistencias, de luchas enconadas por levantar un proyecto nacional revolucionario deben ser reconocidos por tirios y troyanos. Después de tantos años no hay guerra más legítima, más propia que la librada por los seguidores consecuentes de Marulanda. Ni el Imperio y sus enormes recursos, ni los tamaños errores políticos de la guerrilla colombiana han cegado sus nobles objetivos. Allí están, retomando la iniciativa en el marco de la guerra popular, con muchísimo arte, alguna ciencia y demasiada fuerza campesina. El Imperio inventó alternativas de todo tipo para gobernar al establecimiento colombiano. Uribe Vélez terco y brutal empleado paramilitar, Santos, la rancia oligarquía cachaca, nada, los insurrectos no entregan banderas a pesar de asesorías israelíes, de tecnología de última generación yanqui, de traiciones viejas como malinche César, de muertos inmortales como “Jojoy”.
Así, poco a poco los insurrectos en el México post moderno entregado desde el palacio de gobierno a los yanquis, a través del narco y la corrupción, foguean sus huestes en su titánica lucha por la liberación y soberanía nacional. Llámense Zapatistas, EPR, ERPI, FARP o las siglas que convoquen, hay que luchar, que combatir más y mejor que nunca.
Es falso el dilema impuesto desde “arriba” entre lucha armada y lucha político-electoral, siempre lo fue. Allí no se descifra el reformismo y la revolución. ¿Cuántos reformistas y traidores hemos conocido vestidos de verde olivo? Hasta con laureles de Comandante y Fusil AKA regalado por Fidel (alusión directa a Joaquín Villalobos, a propósito traidor, no es sinónimo de cobarde, es simplemente traidor). Cuántos reformistas hemos conocido que han muerto purgando sus ideas? Allende es quizás el más publicitado de todos. Murió armas en la mano defendiendo la vía pacífica, vaya que paradoja, ¿no?
Hace unos pocos años podíamos enredarnos en torno a las formas de lucha, ahora ya no. Conquistamos lo que se podía, seguiremos avanzando donde haya espacios, y debemos retomar donde no se pueda.
La gira del Presidente por el Sur…
El solo hecho de la Gira representa un enorme avance y consolidación de la política internacional de la Revolución Bolivariana. Pero más allá de los acuerdos firmados que seguramente el MINCI se encargará de difundir, lo que nosotros debemos resaltar es un tema que puede fácilmente banalizarse. Es la convocatoria a los movimientos sociales del ALBA, al papel de los sujetos sociales que el Presidente y Comandante en Jefe convocó con extrema urgencia.
Lamentablemente para nosotros es un llamado que al menos queda en un “estado de suspensión”. Y otra vez nos preguntamos: “¿somos nosotros o es el Presidente?” ¿Esta vez será de verdad? ¿Es la burocracia y el reformismo quien asesina a mansalva la relación Líder/Pueblo? ¿Nadie escucha, nadie se hace responsable? ¿Nosotros los críticos somos mala hierba? Todo eso aparece y reaparece después de largos once (11) años de Revolución Bolivariana. Porque es como medio esquizofrénico que se convoque al protagonismo popular regional, cuando en nuestra Revolución se le niegan los espacios a los movimientos sociales. Cuando lo que nos es cooptado, se le anula, no existe, se invisibiliza.
Estamos seguros, porque creemos que el Comandante en Jefe no está convocando una confluencia de burócratas de la ALBA, y además estamos ciertos que los movimientos populares de Bolivia, de Ecuador, de Nicaragua no se prestarían para tal payasada. Entonces, como otras tantas iniciativas bien concebidas y direccionalizadas toca dar la lucha político-ideológica para orientar las potencialidades de un esfuerzo en el cual coincidimos estratégica y tácticamente, más ahora en medio de la contraofensiva Imperial.
América Latina vive momentos nuevos. Debe aprender a caminar entre tanta espina. De un lado las rosas del poder formal con todas sus seductoras fragancias, y de otro, las eternas catacumbas, la validez histórica los insurrectos e insumisos, la historia “de los de abajo”, el ciclo de rebeliones que tiene ya más de 500 años registrado. Será un desafío buscar el encuentro de los diferentes caminos, el empalme de las arterias rebeldes que insurgen por los diversos territorios geográfico-espirituales de Nuestra América. Hay un fluir del pensamiento y la acción libertaria que debemos ir ensamblando. Dedicándole tiempo y paciencia a tejer las redes de la unidad. Unidad que debe proyectarse como un tesoro estratégico, y no, con pragmatismo táctico. Respeto y defensa de la diversidad es una consigna que debe regir como parte del componente ético en la compleja topografía de la liberación. El enemigo es el mismo. Piensa “gringo”, habla “gringo” y viste “gringo”. Es el Imperio yanqui, sus aliados y sus cipayos. “Sólo unidos seremos invencibles” decía Bolívar, y esa unidad, no se basa en el pensamiento único, ni en el consenso en torno a una forma de lucha, ni en torno a hegemonías malhabidas. Es en la consciencia de nuestro común pasado y de nuestro común destino: “Libres o muertos, pero jamás esclavos”…
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