Las políticas
de salud pública, han sido incapaces de garantizar este derecho a la
población de forma oportuna y eficiente durante los cuarenta años
de la cuarta república e impedidas y boicoteadas para hacerlo en los
once años de revolución bolivariana. Hoy se arremete de forma descarada
en contra de la actual ministra del poder popular para la salud, Eugenia
Sader, cuando comienza a avanzar en la misión de unir a Barrio Adentro
con un ministerio carcomido por mafias, por fuerzas opositoras y que
defiende los intereses de “profesionales” que asumen la salud y
la medicina como un negocio, un lucrativo negocio para ellos y para
los laboratorios farmacológicos.
Se le ataca con ensañamiento para pretender presionar su destitución,
la culpabilizan de sus propios delitos intencionadamente politizados
para generar desatención y escasez en servicios y medicamentos.
No es a ella a quien atacan, se apunta a desmoronar el avance de nuestra
revolución en la nueva visión de la salud socialista. Se le ataca
para defender un imperio económico sostenido por las clínicas privadas,
por las compañías aseguradoras y los laboratorios farmacológicos.
¿Cuál
es la misión que tiene nuestra Ministra Sader? Desde que asumió
el mando del pesado y burocrático ministerio, se habló claramente
de la fusión de dos sistemas de salud, el heredado sistema público
de la cuarta república, con todos sus vicios y mafias internas que
se reestructurará con el sistema de atención desarrollado por la Misión
Barrio Adentro. Esto debe traducirse en el cambio epistemológico
para el abordaje en la atención: de la salud asistencial a la salud
preventiva. Este proceso, por supuesto, debe avanzar en distintas
áreas: primero que nada aplicar las tres erres a un organismo penetrado
por la oposición, un viejo ministerio que hoy, en muchas oportunidades
es quien sabotea la gestión de la Ministra Sader. Igual que cuando
a nuestro comandante se le atacó con el paro petrolero, hoy se utiliza
a los gremios políticamente afectos a la oposición para entorpecer
y paralizar los avances de las nuevas políticas, así
vemos a diario al gremio de enfermeros atacándola sin descanso.
Igual el ministerio debe asumir el cambio revolucionario. Esto genera
la ira y la desesperación en las direcciones internas que siguen infiltradas
por escuálidos, se cambia a los directores nacionales de salud, por
la nueva generación de médicos integrales preparados por nuestra revolución
y se entorpece su acción por todos los medios, pero allí
están y se lograrán las metas. Hay que informar al pueblo de lo
que está pasando, hay que entender la revolución que se está gestando
en esta batalla, para que no se confunda nuestro pueblo.
La medicina
preventiva, meta fundamental de la revolución y representada como meta
por la Ministra, pasa por empoderar al pueblo. ¿Qué quiere decir esto?
Se le da al poder comunal la capacitación para ejercer desde las mismas
comunidades la atención primaria en salud. ¿Cómo es esto? ¿Quiere
decir que el pobre, el pata en el suelo, ahora va a ser el médico?
Pues así es. Duélale a los fariseos y mercaderes de la salud. Es el
pueblo el primero en asumir las tareas de salud pública.
¿Cómo? Con educación y organización social.
El consejo comunal, por medio de su mesa de salud deberá asumir tareas
fundamentales, primero informarse, prepararse y multiplicar la habilidad
de diagnosticarse como comunidad. Solo el pueblo preparado y activo,
podrá ser capaz de prevenir enfermedades. Hacer y llevar un censo de
los grupos etáreos y sus condiciones, es decir, al cuantificar
y ubicar a los infantes, a los jóvenes y los mayores y clasificar sus
condiciones de salud: personas con discapacidad, personas con enfermedades
adquiridas o congénitas (diabéticos, personas con HIV, hipertensos,
etc), personas encamadas y personas de la tercera edad ya se adelanta
con esto en gran forma el poder popular en la salud. Luego de esta fase
se diagnostican los riesgos comunitarios: los botes de basura,
lugares peligrosos donde se procrean vectores, diagnóstico de condiciones
sanitarias en lo que respecta a aguas negras y desechos, hábitos de
higiene y aseo personal. Esto se conjuga con el empoderamiento de la
mesa técnica de salud del consejo comunal en relación a mujeres embarazadas,
a población sin inclusión educativa, en consumo de drogas y alcohol
y muchas otras formas en las que la salud preventiva podrá dar soluciones
mucho más efectivas a su misma comunidad, esta nueva visión de
la Salud Comunitaria es la base de la prevención y por tanto enemiga
de los capitalistas que rentan con la enfermedad.
Estas acciones
propuestas en la nueva visión del ministerio de salud, por supuesto
que no son del agrado de los fariseos y mercaderes. De nuestros mismos
barrios se alimenta la gran industria de la medicina rentista, es decir
de la consulta privada y de las clínicas privadas. Un desarrollo
socialista en el área de la salud afectará los intereses de estos
viles comerciantes. Por ello se sabotea la gestión de la ministra,
por ello se está saboteando la atención en las salas de emergencia,
por ello se trata de poner al pueblo en su contra.
El pueblo
entonces debe asumir y apoyar esta
gran tarea revolucionaria que nuestro comandante en jefe a pedido a
Eugenia Sader cumplir. Sin la participación militante de las organizaciones
populares no podremos avanzar. Hay que asumir las tareas encomendadas
al pueblo para la contraloría social en los insumos que se envían
a los hospitales. Misteriosamente desaparecen, misteriosamente se le
dice al pueblo que no hay medicinas. El pueblo debe entonces asumir
su rol protagónico, se debe denunciar cada desatención, cada oportunidad
en que se niegue la salud a quien la necesite.
He considerado
importante escribir estas líneas, que de seguro serán atacadas y respondidas
de inmediato, pues es necesario que se le diga a la patria lo que se
está jugando. La salud socialista debe imponerse ante una maquinaria
que lleva décadas enquistadas en las oficinas oficiales, que son difíciles
de detectar y que debemos derrotar, es importante que se entienda que
los ataques a la Ministra Sader son la respuesta organizada y cruel
de seres indignos y mafiosos que pretenden seguir enriqueciéndose con
el dolor del pueblo.
La nueva medicina
humanista que propone el socialismo será atacada desde adentro y desde
afuera, los grandes mercaderes de medicamentos, tampoco se quedarán
callados y quietos cuando nuestra ministra desarrolla los laboratorios
de medicamentos socialistas, cuando el ministerio importa medicamentos
genéricos para darlos de forma gratuita, cuando se vacuna sin costo
a la población. Estos laboratorios atacan de formas inhumanas, hasta
usando la capacidad que tienen, de desatar epidemias en nuestros barrios
para culpar a Chávez y a nuestra querida Eugenia Sader, la coronela.
¡Venceremos!
brachoraul@gmail.com