Burocracia con Burundanga

Burundanga, droga que llaman “de la voluntad”. Quien le consume o le hacen consumir se vuelve en exceso dócil.

Es famosa, de nuevo, por la resonancia de ciertos delitos contra las personas, cometidos mediando el uso del alcaloide, llamado técnicamente escopolamina, el cual se encuentra en diversas plantas. Dijimos de nuevo, porque años atrás, sin que uno llegase a saber de qué se trataba, Celia Cruz, la guarachera cubana, la mencionó en uno de sus ritmos más sonados.

Songo le dio a Borondongo

Borondongo le dio a Bernabé

Bernabé le pegó a Muchilanga

le echó burundanga

les hinchan los pies.

Si uno se atiene al diccionario de la Real Academia, el cual siempre anda como en deuda con los hablantes, burocracia o burócrata, se refieren a cosas enredadas, alcabalas puestas allí sin o mala intención, pero estorbosas; papeleo y vericuetos innecesarios. En fin, como si las oficinas del Estado o públicas, porque a ellas se refiere el Drae, o quienes allí trabajan, viviesen intoxicadas de burundanga.

Songo le dio a Borondongo

Borondongo le dio a Bernabé.

Pero la cosa no es así. El burócrata, si intoxicado está, no es con burundanga. Si la usase sería para bajear a quienes a sus predios llegan a gestionar algo, donde maneja, controla y dirige. Porque es pócima para hacer las cosas a su gusto, con las personas comunes también y hasta con curas. Hacerles perder la paciencia e irritarles, como cuando “Bernabé le pegó a Muchilanga.”

Muchas veces su verbo, el del burócrata, es como flauta mágica. Otras, al contrario, le funciona el callar profundamente y dejar que las cosas duerman eternamente.

Pero, no es como dice el diccionario. Para ser burócrata y repartidor de burundanga, no es necesario ser funcionario de gobierno o del Estado. Basta con ser dirigente de partido de gobierno. Estos siempre andan detrás de todo, aletargados y los pies hinchados, quizás por tanta marcha. Porque una cosa es marchar, otra pensar. No sé por qué, pero allí y en la empresa privada estafadora y remolona, es donde más de esos especímenes hay.

Es cierto que entre gobernadores, alcaldes, ministros y funcionarios de todo pelo abundan de esos que UNETE llama “Tecnoburócratas”. Unos parecieran tomar burundanga, por eso les falta voluntad y nada hacen hasta que les llega la orden; otros se prodigan repartiéndola, para nos mantengamos en aquello que llamaron el Limbo, que el Papa borró del mapa católico con un pase mágico, por el burocratismo allí enquistado:

Songo le dio a Borondongo, Bernabé y Muchilanga. ¡Tate quieto!

Un burócrata integral, superior a los que menciona la organización sindical, “orgánico”, que toma y reparte burundanga concentrada a diestra y siniestra, es aquel que es concejal. Perdió la voluntad desde el momento mismo que le eligieron y hace perderla a los demás. Allá en la pared pintados, uno les ve los párpados guindar. Tanto, pero tanto que nos “hinchan los pies”. Para embarbascar les es suficiente el tufo que despide la pintura.

Los de los partidos, sindicatos, gremios, acusan con empecinamiento a los del gobierno, de ser burócratas, guiados por el bendito diccionario, al cual también “les hinchan los pies”. Cuando dicen, acusan, mal ponen, callan, proceden como si estuviesen atosigados de burundanga. Lentos, ineptos, sin respuesta pertinente ni respaldo popular, solos cual el gallo de Morón.

Las tres R., muchos de aquellos funcionarios y dirigentes, les metieron en frasco con burundanga y allí las mantienen conservadas.

En la MUD*, que no es oficina de gobierno, aunque allí se gestionan muchas cosas, como dolaritos a la embajada, el burocratismo sentó sus reales; tanto que cualquier pequeña cosa requiere muchos trámites, opiniones, cabildeos y órdenes, por lo que camina como Chencha; parece que alguien le dio burundanga porque “le hinchan los pies”. Pero no es eso. No es en verdad burundanga lo que toma. Es una pócima de agallas que dificulta acuerdos.

Pero en fin de cuentas, sin ser burundanga hace burócratas. Estos toman pócimas y las reparten a granel.

Songo le dio a Borondongo

Borondongo le dio a Bernabé

Bernabé le pegó a Muchilanga.

damas.eligio@gmail.com


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Eligio Damas

Militante de la izquierda de toda la vida. Nunca ha sido candidato a nada y menos ser llevado a tribunal alguno. Libre para opinar, sin tapaojos ni ataduras. Maestro de escuela de los de abajo.

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