Eso fue lo que pensó Ana Teresa Rivera Rivas, cuando con sus hijos, yernos y nueras fundó la empresa BRIVERCA C.A. con la finalidad de ofrecerle a los merideños las posibilidades de adquirir vehículos bajo el sistema de crédito con la venta programada de cupos para obtenerlos, con módicas cuotas mensuales para cubrir gastos administrativos y suscripción del contrato de ventas.
Montaron su trabuco y Ana Teresa, oriunda de Timotes y con mas de 60 años de edad se colocó de Director General, a su hija Roxana Rivera como Director de Ventas, a su hijo Andrés Eloy como Director Comercial y a Temagui Alejandrina como Director Administrativo. Todo quedaba en familia y “familia que reza unida permanece unida”. Todo parece que funcionaba bien hasta que unos veinte de los incautos que estaba cancelando cuotas desde el 2008 y no veían carro por ninguna parte, decidieron poner la denuncia ante la fiscalía y esa veintena de afectados acusaron formalmente a la Empresa BRIVERCA C.A. Y A SUS ADMINISTRADORES COMO ESTAFADORES.
Ante las pruebas presentadas, no le quedó mas remedio al TRIBUNAL PENAL DE CONTROL DEL CIRCUITO JUDICIAL PENAL DEL ESTADO MERIDA, que en fecha 04-03-2011 que emitir orden de Aprehensión para la “Cosa Nostra” que se había incubado en Mérida y que estaba especializada en desplumar incautos que mordieron el anzuelo atraídos por las carnadas del facilismo consumista.
Ana Teresa Rivero Rivas, jubilada de CADAFE y por lo tanto ADECA de nacimiento, vio que a ninguno de sus compañeros les había pasado nada con todo lo que robaron durante la IV República y Chávez nada que cumplía, lo que supuestamente dijo de “freírle las cabezas a los adecos corruptos”, se dijo: “esta es mi oportunidad y no la voy a pelar. Mas, yo cumplí los 60 años y si me descubren me condenan a casa por cárcel y yo vivo en tremenda quinta, donde me sentiré feliz de no salir de allí” .Por eso cuando vio que la medida de privación judicial preventiva de libertad, la obligaba a comparecer ante el tribunal y a pernoctar en la sede policial del Estado Mérida, entonces su defensa presentó un certificado médico en donde se determina que sufre de hipertensión, osteoporosis, ulcera gástrica y que por lo tanto debe recibir atención medica las 24 horas del día. Logrando con ello dejar sin efecto la orden de aprehensión en su contra.
Como es de suponer los pollitos se dieron a la fuga y la mamá gallina pernocta en su cálido nido, mientras todos los estafados rumian sus rabias por el dinero perdido y por sus sueños truncados. Y este modus operandi es el mismo que varias compañías de ventas programadas de autos y computadoras llevan a cabo en Mérida y seguirán actuando así, mientras salgan bobos a las calles creyendo en pajaritos preñados y luego de esquilmados no formalicen las denuncias respectivas ante los organismos jurisdiccionales del Estado.
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