Los astrólogos de los medios ven cuadraturas horripilantes en el cielo. Para no ser cola de cometas, los economistas de la Mesa de la Unidad, ante un auditorio en éxtasis, revelan indicadores devastadores y parámetros insufribles. Leer periódicos, oír radio y ver televisión es un acto de masoquismo, pero no queda otra. El ser humano disfruta el extraño morbo de querer conocer su futuro calamitoso y desgraciado.
Los más finos de la oposición padecen su barranco en perfecto latin. No hablan de berenjenal y malos tiempos, sino de “annus terribilis”. La suya es una pesadilla sofisticada, desde la cancha de golf, el crucero por el Caribe o el auto exilio dorado. Los más lanzados emulan a Isabel II y profetizan que 2012 será un “annus horribilis”. “Lo que nos espera es candela con burundanga”, interrumpe el guasón de siempre que nunca se ubica.
A las Casandras vernáculas, criollas como la manzanita de Julio Garmendia, las refuerzan los pitonisos foráneos. Una cosa llamada Freedom House, “organización no gubernamental con sede en Washington” -como debe ser- informa que hay “riesgo sobre el libre uso de internet en Venezuela” y alerta “de posibilidad de censura por elecciones de 2012”. La profecía tiene su semántica: “hay riesgo”, al igual que “posibilidad de censura”. 2012 será terrible. El Universal del 26-04-11, se deleita desplegando a toda página las lúgubres predicciones de Freedom House, respaldadas por infografías que paran los pelos. Pura tecnología al servicio del desastre, esto es, la desgracia digitalizada.
Roberto Malaver cuenta que allá en su pueblo margariteño, Tacarigua, a un tipo se le ocurrió fundar un periódico. El problema es que en Tacarigua no ocurría nada noticioso. Sin embargo, el fablistán ñero vio que un camión pasó raudo por la calle principal, mientras una señora estaba parada en la puerta de su casa. Entonces tituló: “Si se le ocurre atravesar la calle, la pisa un camión”. En esa misma onda andan nuestros medios de comunicación, pero con tecnología de punta.
No hay noticia buena o medio alentadora. El Nacional titula: “Salario mínimo no alcanza ni para una arepa socialista”. Lo de “arepa socialista” resulta conmovedor. Antes denigrada y sometida a la burla editorial, de pronto el sabroso condumio es elevado a primera página, como si hubiéramos llegado al fin de la lucha de clases. Pero todo fue un recurso retórico-culinario para convertir en mala o pésima la buena noticia del aumento del salario mínimo. Visibilizar la odiada arepa socialista no era ni podía ser nada gratuito. Es bueno decirlo para los revisionistas que sufren de ingenuidad gastronómica.
2012 será un annus horribilis para Venezuela. Lo aseguran Freedom House, Reporteros sin Fronteras, el Instituto de Prensa y Sociedad, las ONG criollas y la Mesa de la Unidad Democrática. A lo mejor esta mesa lo que tiene es un presentimiento de lo que verá cuando abran las urnas electorales. Es ese presentimiento lo que le provoca las pesadillas.
P.S: Muchos mensajes y correos por lo del Kiosco Veraz. Imposible responderlos todos, pero a todos, muchas gracias.
Otro sí: Y a los amigos escuálidos que se apresuraron a darme la bienvenida a su cotarro, les informo que tomé la decisión que ya conocen, precisamente por ser cada día más chavista y bolivariano. Apaguen sus velas.
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