Nuestras fallas comunicacionales

Pildoritas 78 (año 04)

NUESTRAS FALLAS COMUNICACIONALES, UNA ESPADA DE DAMÓCLES

El oposicionismo venezolano, no puede ocultar los moretones que cada acción del gobierno le causa a sus aspiraciones por regresar al poder para continuar la obra destructiva de la Patria.

Cada vez que Chávez sale en cadena a anunciar una nueva actividad a favor de los pobres para seguir en el empeño de visibilizarlos, es para ellos un gancho de izquierda en plena cara que los obliga a continuar en su permanente cinismo de negación de todo lo que venga del gobierno.

Con la Gran Misión Vivienda, y antes con la Misión Agro-Venezuela se les cayó la máscara, se le vieron las costuras y el cinismo llegó a su máxima expresión cuando, y sin importarles que la sola participación del pueblo les desmiente y les deja en ridículo, salen a declarar por sus medios que esas misiones son pura demagogia, que Chávez le miente al pueblo, que el gobierno es incapaz de cumplir la meta; eso sí se cuidan de no publicar la entrega casi a diario de viviendas a damnificados, que están dentro de las cifras prometidas para este año, razón por la cual se hace necesario implementar una estrategia para que el pueblo se entere de cada entrega, de cuantas viviendas se han asignado en cada estado del país, cuántas faltan por entregar, cuántas están en construcción y ello debe hacerse en micros por todos los medios, sobre todo por los de la derecha, que son los que ocultan deliberadamente las noticias positivas en general, sobre la obra de gobierno y ahora en particular, el cumplimiento de la palabra en las dos ultimas misiones que atacan de manera contundente dos de los mas grandes males heredados de la cuarta, como son el problema agroalimentario y el de la vivienda.

Los medios tarifados de la derecha, no dicen nada sobre lo que ya es un hecho irrefutable, pero lamentablemente ocultado y poco publicitado, que se refiere a que los recursos para ambas misiones están garantizados, que ya dichos recursos están siendo invertidos a lo largo y ancho del país. sobre la instalación de centros de acopio de materiales para la construcción o de insumos para el agro, tampoco sobre el convenio-compromiso de la Banca privada de asumir un monto para créditos que supera los 12 millones de bolívares fuertes.

No dicen nada sobre algo nunca visto en gobiernos anteriores como es la participación activa y protagónica de todo el equipo de gobierno con el presidente a la cabeza y los ministros y demás altos funcionarios de gobierno en la calle, algo que durante las más de cuatro décadas de sus desgobiernos era imposible, pues todos los burócratas preferían quedarse apoltronados en sus sillas ejecutivas, que salir como los de ahora a patear la calle, sin pararle al mal tiempo, ni al roce con los excluidos.

Por ello tanta insistencia, del mismísimo Presidente en que hay que mejorar nuestras estrategias comunicacionales, campo este en que hay que aceptar, estamos en minusvalía y nos ha sido imposible romper los cercos a que está sometida la obra de gobierno.

Creo que algo hay que hacer, tal vez idear una nueva misión para masificar la información, a toda la población, a sabiendas de que muchos de los venezolanos que adversan la revolución lo hacen, porque solo tienen la versión sesgada de los medios, enemigos a ultranza del proceso y porque por una vía distinta no le ha sido dada la oportunidad de poder enterarse, no solo de la enorme actividad de la Revolución por mejorarle la vida a todos los venezolanos, sino de cómo han sido engañados por los medios a los que han tenido acceso.

Algo hay que hacer urgente, la angustia que el Jefe de la Revolución manifiesta con tanta frecuencia, es compartida por quienes hemos decidido apoyar este hermoso proceso y es algo que nos está haciendo mucho daño pues es muy fácil darnos cuenta de cómo un gran número de venezolanos están tan desinformados que aun careciendo de vivienda, no saben que está en pleno desarrollo un plan de gobierno para, esta vez en serio, poder solucionarle el problema a cada grupo familiar que no tenga techo propio, pero es que también hay otro no desechable número de venezolanos que influido por los medios apátridas se empecinan en negar lo que es evidente, claro no para ellos a quienes les ha sido puesta una venda en sus ojos y tapones en sus oídos que les obligan a no darse por enterados, de nada de lo que puede demostrar la falsedad de los mensajes que provienen de los medios de la desinformación que padecemos en este país.-

Por lo anterior se requiere hacer algo urgente para no tener que lamentarnos en un futuro, por cierto muy próximo, de no haber hecho a tiempo lo que teníamos que hacer para resolver las enormes fallas comunicacionales que son para la revolución como una espada de Damocles sobre nuestras cabezas.-

yuviliz40@hotmail.com


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Saúl Molina Z.


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