¿DEQUILIBRO INSTITUCIONAL?
Resulta hasta risible lo que reseña el diario regional de San Cristóbal con el titular siguiente_ “Colombia solicita ayuda a Venezuela para controlar el narcotráfico” lo que de entrada hace presumir que las autoridades de ese país que así se expresan, desconocen los enormes esfuerzos y logros que aquí se hacen, para contener la avalancha de grandes cantidades de drogas desde ese país que como sabemos es el más grande productor de droga y por lo tanto el mayor exportador.
Habría que responderles con una pregunta: ¿Qué hacen ellos por frenar la producción y exportación que se supone clandestina de diferentes tipos de drogas?.
Aquí tenemos pruebas, ahí están las estadísticas, nunca antes se habían logrado tantos alijos detectados y decomisados, tantas avionetas, fincas y propiedades confiscadas, tantos narcotraficantes capturados y deportados, sin embargo no son muchas las noticias que conozcamos sobre hechos similares en Colombia que es la fuente de este terrible flagelo.
Lo de el capo Makled es un reciente ejemplo, se dieron toda la bomba posible para extraditarlo, permitieron que medios propios y extranjeros, se regodearan con la enorme cantidad de porquerías que salieron de su boca, contra nuestro gobierno, lo convirtieron en vedette, haciéndole el juego a los enemigos declarados de este país de aquí y de fuera y cuando lo creyeron suficientemente exprimido para que dijese lo que le ordenaban decir, por fin se dignaron entregarlo, pero eso si cuando ya supuestamente el imperio había obtenido lo que quería como un instrumento para seguir acumulando supuestas pruebas que justifiquen sus fines de conquista.
La noticia no es más que otra patraña de los laboratorios de guerra sucia internacional contra el proceso revolucionario, que le sirve a los enemigos internos, incuestionablemente apátridas que se aprovechan de informaciones falaces como ésta para intentar por esa vía socavar las bases del proceso.
A nivel de frontera como bien sabemos, del lado de allá son muchos quienes se benefician del contrabando, porque por la enorme diferencia cambiaria nuestros productos los compran por más de un 75% menos, pero no contentos con ello hay una buena porción de colombianos que han convertido en un negocio llevarse, no sólo la gasolina y aceites como ya sabemos, sino grandes cantidades de productos., no solo alimenticios sino de otra índole, para obtener grandes ganancias, produciendo a veces escasez, en los anaqueles de los abastos en casi todo el Táchira y me imagino que igual en otros estados fronterizos.
Es fácil comprobarlo, con solo visitar Cúcuta, en donde no sólo se consiguen los productos venezolanos, sino que esa ciudad se ha convertido prácticamente en un centro de acopio para distribuirlos, en otros departamentos colombianos, incluso, aunque usted no lo crea en la mismísima Bogotá.
Todo ello se suma al jugoso negocio, que muchos vivos que poseen cédula venezolana, unos de forma legal, otros a través de subterfugios como la falsificación de cartas de residencia y de trabajo aun viviendo en el país vecino, hacen con las remesas y en este renglón muchos se han convertido en empresarios especializados para esquilmarle al Estado altas sumas en dólares, elaborando expedientes con recaudos obtenidos a través de mafias que venden al mejor postor cualquier documento que les permita cumplir los requisitos y así pasar la prueba ante los entes correspondientes.
Hay quienes para no levantar sospechas buscan la manera de aparecer como residenciados en ciudades distintas a San Cristóbal y se echan el viaje por ejemplo hasta Valencia, cargados de carpetas, todo ello con la complicidad de empleados de los entes privados que se encargan de entregar las divisas.-
Por esa vía es muy grande la cantidad de dólares que salen de manera irregular, aunque aparentemente legal, que lo que sirven es para beneficiar la economía de un país, que aunque vecino y supuestamente hermano por origen común y por historia, no es poco el daño que nos hace, aunque en apariencia intente demostrar solidaridad, que bien sabemos es más por conveniencia que por otra cosa.
Vistas las cosas desde esta realidad, que nadie puede negar, hay que aceptar que estamos en desventaja evidente, ello sin contar que aquí tenemos más de cinco millones de colombianos quienes muy poco han sabido agradecer el cobijo, la acogida, la solidaridad y el trato especial que sobre todo desde que existe el gobierno revolucionario se les ha brindado.-
Todo ello queda comprobado por ejemplo cuando sin ninguna consideración se inventan historias como la de que Venezuela junto a Irán están construyendo una base nuclear en la Península de Paraguaná y sin el menor respeto, ética u objetividad, afirman que es con el fin de estar en condiciones de atacar con misiles a Estados Unidos y por supuesto a Colombia, lo dicen como si fuese un hecho, por una de las cadenas más importantes como es Caracol y por supuesto con la repetición en medios contrarrevolucionarios de aquí y de todo el mundo, para seguir abonando la especie de que somos un pais terrorista y así sentar las bases tendentes a la justificación de una invasión violenta como las que ya hemos visto repetirse y actualmente en desarrollo en varios países del globo.-
En definitiva, y que me desmienta alguien, estamos en un evidente desequilibrio en donde la reciprocidad no existe y donde se aprovechan de nuestro sudor y del trabajo de muchos, contribuyendo a elevar los índices de inflación, el desabastecimiento y las dificultades a los consumidores venezolanos. Desequilibrio institucional lo llamaría yo, porque es poco lo que se hace por frenar tantos desmanes que nos perjudican.
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