Aniversario

1
Queridos televidentes: rompe el Alba de otro aniversario de nuestra Declaración de Independencia. Es día de fiesta para 540 millones de latinoamericanos y caribeños que pasamos la noche celebrando sobre más de veintiún millones de kilómetros cuadrados. Con la primera luz clausuramos todas las industrias contaminantes y predatorias que envenenaban o destruían nuestra naturaleza. Al despuntar el sol entra en vigencia la Ley Continental de socialización de las empresas explotadoras de recursos. Al irrumpir la claridad al templo de Tiwanaku se declaran áreas protegidas y libres de comercio, apropiación e industrialización la Amazonia, los bosques tropicales, las cabeceras de ríos y fuentes de agua. Al unísono Palacios Legislativos y cancillerías sancionan los acuerdos regionales y leyes internas que detienen la destrucción de nuestra naturaleza, nuestra biodiversidad y nuestros recursos hídricos. La cegadora claridad destella en los tejados de todas las viviendas del continente convertidos en acumuladores de energía solar, viviendas autónomas en ciudades autosuficientes en naturaleza autoregenerada.

2
Esta mañana de la Independencia inauguramos el gran ferrocarril y la superautopista que comunica en forma efectiva, continua y practicable todas nuestras repúblicas hermanas. Empieza la excavación de los canales que unirán el Orinoco, el Río Negro, el Amazonas y el Río de la Plata en una sola arteria fluvial navegable. Se abre la primera esclusa del canal Interoceánico bajo control regional que suplementa al de Panamá. Arrancamos el sistema coordinado de energías alternativas y represas que suministra electricidad y riego para toda la región, así como la segunda etapa de la red de gasoductos y oleoductos que distribuye la energía. Compañías navieras, ferrocarrileras y aéreas de exclusiva propiedad latinoamericana y caribeña aseguran desde hoy nuestros intercambios.
3
A medida que la claridad avanza, celebran las multitudes continentales el cumplimiento de las Metas del Milenio, el destierro de la desigualdad y la pobreza. La tierra es de quien la trabaja y no hay tierras sin trabajar. Cooperativas y empresas recuperadas por los trabajadores destierran el desempleo. Se dedica a la salud, la educación y la cultura lo que se dilapidaba en ostentación, lujo y derroche. El producto económico más preciado es la información, que se multiplica en forma infinita y gratuita para todos. Estados informatizados realizan consultas democráticas diarias y resuelven en forma instantánea y automática todos los trámites: desaparecen la burocracia y la corrupción.
4
Hoy, aniversario de la Independencia, América Latina y el Caribe se declara por siempre libre e independiente de la esclavitud de la Deuda. Revisiones jurídicas y auditorías de la validez y monto de dichos compromisos, acuerdos conjuntos de moratoria y cesación colectiva de pagos detienen la perpetua sangría de recursos a favor del capital transnacional. La Cumbre de ministros de Finanzas sanciona el régimen de inversiones extranjeras que anula Tratados de Libre Comercio, Normas de Promoción y Protección de Inversiones e Infames Tratados contra la Doble Tributación. En la economía solidaria casi ha desaparecido la moneda: registramos simbólicamente los intercambios con el Americano Fuerte, nueva divisa regional de todos nuestros países con respaldo del Banco del Sur, reservas en Sucres y diseños del artista Régulo Pérez.
5
Las cámaras transmiten la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, sin intervención de Estados Unidos, que consolida nuestra Unión. A mediodía concluye la ceremonia de arriar las banderas extranjeras en todas las bases militares extrañas, y la partida sin retorno de marines, asesores y demás fuerzas foráneas. Misiones humanitarias parten a asistir a Estados Unidos y Europa, que se hunden con el colapso del capitalismo. En nuestros Congresos se ratifica el nuevo Convenio Latinoamericano y Caribeño de Asistencia y Defensa Mutua que sustituye al fenecido Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca. Cada ciudadano un miliciano y cada miliciano un ciudadano, 540 millones de seres vencemos la Ofensiva de la Paz y damos la bienvenida a la República Libre y Soberana de Puerto Rico, que declara su Independencia.
6
Pantallas divididas nos muestan la enorme movilización de niños y adultos que en campos y ciudades proclama a toda América Latina y el Caribe Territorio Libre del Analfabetismo. Cantamos en portuñol, nueva lengua oficial que sintetiza y engloba todos nuestros idiomas y culturas. Arrancan las Olimpíadas Culturales en las que fraternamente competimos en maratones de Ideas, decatlones de descubrimientos, campeonatos de Originalidad, récords del Asombro. Damos un pase a nuestras cámaras en Colombeia, el gran Instituto de Estudios Latinoamericanos que coordina la red de otros mil semejantes, donde la intelectualidad continental se reúne para la entrega del Robinson, el Premio Nobel latinoamericano y caribeño, para la escritora Laura Antillano. Transmitimos desde Telamcar, la Emisora de los Sueños, el gran circuito continental de dos mil televisoras y radios educativas de la región retransmitidas por nuestros diez satélites latinoamericanos, en el Alba del día que nunca anochecerá. De nosotros depende que cada venidero aniversario sea verdadera celebración, o cavilación vergonzosa sobre nuestras derrotas.



CONSULTE TAMBIÉN:
http://laplantainsolente.blogspot.com,


http://luisbritto.wordpress.com


Versión en francés, gracias a la inteligente ayuda del amigo Romain Vallée: http://luisbrittogarcia-fr.blogspot.com


Libros de Luis Britto en Internet:


Rajatabla: www.monteavila.gob.ve


Dictadura mediática en Venezuela: www.minci.gob.ve


Esta nota ha sido leída aproximadamente 2536 veces.



Luis Britto García

Escritor, historiador, ensayista y dramaturgo. http://luisbrittogarcia.blogspot.com

 brittoluis@gmail.com

Visite el perfil de Luis Britto García para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Luis Britto García

Luis Britto García

Más artículos de este autor