Puesto todo el esfuerzo en intentar retratar, así fuera a trazos
gruesos, las múltiples facetas del intenso fervor popular desatado con
el retorno de Chávez, ignoré por completo las reacciones de las caras
más visibles del antichavismo partidista.
Las ya tristemente
célebres declaraciones de Capriles Radonski, del pasado miércoles 6 de
julio, en las que ponía en duda la enfermedad del Presidente, las
escuché detenidamente apenas esta mañana. Supongo que sus palabras son
una buena medida del desconcierto y la impotencia que los embarga.
Según reseñan EFE y AP, el gobernador de Miranda y dirigente de Primero Justicia afirmó:
"Yo no soy médico, pero mi abuela yo la tuve enferma de cáncer. Yo me
imagino que alguno de ustedes habrá visto una persona que tiene cáncer…
Que yo sepa, el cáncer es una enfermedad de mucho cuidado… Oye, que una
persona un día está de una forma y al día siguiente está de otra, ¿quién
dice la verdad?".
¿A qué razones podría responder semejante
ejemplo de absoluta ausencia de tino político? La clave, pienso, está en
la pregunta que formula el mismo Capriles Radonski, con el
desvergonzado propósito de sembrar la duda razonable.
Por estos
días de silencios y rumores, la pregunta apunta directamente a una
figura que encarna no sólo el talante moral, sino los peores vicios del
periodismo antichavista: Nelson Bocaranda. Un avieso chismoso, que
reclama para sí el dudoso título de "chacal de la información", y
devenido, por obra y gracias de los aduladores y las circunstancias, en
un ejemplo de "periodismo de investigación".
Veamos los hechos:
Lunes 20 de junio: en su página web, runrun.es, en columna intitulada Donde guardan a Chávez en la Habana: el CIMEQ,
Bocaranda publica la primera referencia (implícita) sobre el retorno
del presidente Chávez a Venezuela: "… ayer comentaban que el avión
presidencial estaría listo en el aeropuerto José Martí para traerlo en
el momento que los médicos cubanos se lo permitan…".
Quiso el
destino que el primer comentario sobre el asunto apareciera publicado el
mismo día que, según informara el mismo Chávez recientemente, el
Presidente fue sometido a su segunda operación. Tal día, según
Bocaranda, su regreso era inminente.
Jueves 23 de junio: de nuevo en la web, columna intitulada Por lo pronto Chávez no regresa antes del 5 de Julio. ¿Qué le está pasando?,
escribe: "Parece que es un hecho. El presidente venezolano deberá
quedarse por más días en Cuba. Su reposo podría extenderse más allá de
la semana que se había anunciado".
Jueves 23 de junio: es decir, el mismo día, pero esta vez en el diario El Universal, publica: "Al menos una semana más debería quedarse el impaciente paciente bajo la observación de los médicos tratantes".
Viernes 24 de junio: en la web, columna intitulada Nueva orden en el Hospital Militar: el Presidente llega el 30 de Junio,
escribe: "El último reporte que se tiene, desde ayer, es que el enfermo
recluido en Cuba podría estar en condiciones de venirse al país el
próximo jueves 30 de junio…".
Sábado 25 de junio: en la web, Rompiendo el cerco informativo: Las verdades de la enfermedad del Presidente Chávez,
escribe: "Mis fuentes cubanas me señalan que hará una rápida aparición
pública antes de venirse a Caracas el próximo jueves 30…".
Lunes 27 de junio: en la web, ¿Ni siquiera a Soto Rojas le han dicho la verdad de la salud presidencial?, publica: "La fecha tentativa es el jueves 30… o antes…".
Difícil
saber si está reiterando la especie que ha divulgado en días sucesivos,
viernes 24 y sábado 25 (versión que, a su vez, desmiente la publicada
apenas un día antes, el miércoles 23), o si la está poniendo en duda.
Cabe una tercera opción: Bocaranda está haciendo ambas cosas: reiterando
y desdiciéndose.
Lunes 27 de junio: en la web, Ya no pueden negar la enfermedad del Jefe que vuelve el Viernes 1°. ¡El mismo día! Bocaranda desmiente su... ¿desmentido? y da una nueva fecha: "El viernes los veremos en Maiquetía".
Martes 28 de junio: en su columna de El Universal,
reitera: "Poco a poco va mejorando el presidente operado. El viernes 1°
de julio será su regreso. Presidirá los actos del Bicentenario”.
Miércoles 29 de junio: en la web, Fuera del CIMEQ el Presidente Chávez pero no viene para el 5:
"Chávez deberá dirigirse a la nación desde Cuba antes del fin de semana
si no viene antes del 5 de Julio… Por lo pronto, parece ya definitivo
que no viene para el 5 de Julio".
Léase bien: "... deberá
dirigirse... si no viene antes del 5...". ¿Vuelve o no vuelve antes del
5? ¿No aseguraba apenas un día antes que el retorno sería el 1° de
julio?
Jueves 30 de junio: en el diario El Universal,
escribe: "Ante la decisión de no estar presente en Caracas para el 5 de
Julio, Chávez deberá dirigirse a la nación desde Cuba antes del fin de
semana… Aun cabe que Chávez nos dé una sorpresa y esté presente en el
desfile previsto para el martes".
Como se sabe, es el día en que Chávez se dirige
al país en cadena nacional para informar que le ha sido extraído un
tumor cancerígeno, y que se encuentra recuperándose. Apenas dos días
después de "informar" que el Presidente volvería el 1° de julio y
presidiría los actos del Bicentenario de la Independencia, corrobora lo
que un día antes (miércoles 29) planteaba como duda: Chávez no estará.
No sin antes dejar abierta la posibilidad de que sí haga acto de
presencia. No estará. Puede que sí.
Viernes 1 de julio: en la web, columna intitulada Ya Chávez no viene el 5 pues comenzó anoche la quimioterapia,
sostiene: "Definitivamente el presidente Hugo Chávez no podrá venir al
país para estar presente el próximo martes 5 de Julio en el día
Bicentenario de la Independencia venezolana… La debilidad que ocasiona
la quimioterapia le impedirá el viaje que tenía previsto a Caracas.
Ante este tratamiento, que se aceleró tras descubrir células
cancerígenas en su organismo, como él mismo lo anunció, nos arriesgamos a
decir que al menos por los próximos quince días deberá quedarse en
Cuba".
Un día después, Bocaranda es categórico: "Definitivamente...". Se anima a pronosticar: "quince días". Mínimo.
Lunes 4 de julio: en la web, A riesgo de su salud Chávez adelanta su regreso para calmar demonios desatados,
se defiende: "En estas mismas páginas dejamos abierta la posibilidad
-aunque no la creíamos dada la condición de la salud del paciente- que
(sic) el enfermo mandatario pudiera darnos una sorpresa regresando a
Caracas para el 5 de julio".
Cosa curiosa: Chávez retorna a
Venezuela justo después de que Bocaranda ofreciera a sus lectores el
peor de los escenarios (mínimo quince días para su regreso), de la
manera más terminante.
Martes 5 de julio: en su columna de El Universal,
reitera: "El último párrafo de la primera nota de nuestra columna del
jueves cerraba con esta frase: 'Aun cabe que Chávez nos dé una sorpresa y
esté presente en el desfile previsto para el martes'".
Miércoles 6 de julio: en la web, columna intitulada: Con el paso de las horas, en su reposo Chávez afina los cambios civiles y militares:
"Adán Chávez ha sido uno de los más sorprendidos con el retorno
inesperado del hermano quien según él le habría confiado -en el primer
momento que se vieron en La Habana tras conocerse la existencia del
cáncer- que 'debes irte preparando para ser el candidato de la
revolución si esta enfermedad me vence pues en manos de otros se
perdería'. ¿Verdad o invento?".
Será la última vez que Bocaranda
se refiera al tema del regreso del Presidente. Genio desfigurado, tal
vez orgullo maltrecho, sólo hablará de sorpresa y de "retorno
inesperado" para referirse a una figura cercana a Chávez. Un "retorno
inesperado" que anunció y desmintió una y otra vez durante 12 días (del
20 de junio al 1° de julio), durante los cuales ofreció ¡ocho versiones
distintas! ¡Casi una por día!
Lunes 20: regreso inminente.
Jueves 23: al menos una semana más para el regreso.
Viernes 24: regreso el 30 de junio.
Lunes 27: regreso el 30 de junio... o antes.
Martes 28: regreso el 1° de julio.
Miércoles 29: regreso poco probable antes del 5 de julio.
Jueves 30: posible regreso antes del 5 de julio.
Viernes 1: imposible regreso antes del 5 de julio.
Parafraseando
a un perplejo Capriles Radonski, ¿se puede confiar en un persona que un
día afirma una cosa y al día siguiente otra? ¿Quién dice la verdad?
Tenga usted por seguro que Bocaranda no. Haga la prueba, si es de su interés, respecto de todo lo "informado"
por el columnista sobre el estado de salud del Presidente: mentiras,
medias verdades, imprecisiones, especulaciones. El mismo Bocaranda que
alguna vez suscribió la tesis de que ¡Chávez conspiró para derrocar a Raúl Castro! El mismo que desde el sábado 2 de julio
comenzó a intrigar sobre supuestos cambios en el gabinete ministerial, y
que una vez desmentido por los hechos, escribió una columna intitulada Así estarán las cosas que no quiso crear más problemas haciendo cambios:
"el presidente Hugo Chávez dejó a todo el mundo con los crespos
hechos". ¿A todo el mundo? Es decir, según este tipo, el hecho de que
Chávez "ratificara" a su gabinete ¡confirma su versión sobre cambios en
el gabinete!
Puro invento. Por eso es que cuando ellos van, el pueblo ya viene de regreso.