No es cualquier cumpleaños, no es cualquiera el cumpleañero, no son cualquiera, ni pocos, los invitados, es la celebración más grande que se haya podido realizar en un país porque el personaje se ha metido de tal manera en la mayoría de los corazones que laten por el bien en esta patria, que ya forma parte de la más intima proximidad en cada familia en la que el odio no tiene cabida, en la que el amor se desborda porque a pulso, a fuerza de repartir cariño y felicidad a millones, a fuerza de rescatar de los abismos a muchos, se ha convertido en indispensable para poder lograr, esta vez definiticamente, completar la obra de aquel otro, el más grande cumpleañero en cada julio con una diferencia de solo cuatro días con el que hoy cumple apenas 57.
No es cualquier cumpleaños, es el más importante porque el cumpleañero viene regresando como él bien lo ha dicho de otro de los abismos que le ha tocado enfrentar, esta vez ganándole nada menos que a la muerte, con su férrea voluntad, pero rodeado por millones, arropado, nada menos y nada más que con el manto sagrado de la Madre de Dios y elevado su espíritu con la oraciones, que incluyen hasta el llanto de gran parte del pueblo.
Hoy es la gran oportunidad para demostrarle a este hombre excepcional, la gratitud por haber dado los pasos justos desde que inició la lucha con las banderas bolivarianas en sus manos, para rescatar la Patria de las garras de del salvajismo capitalista que pisoteaba los derechos de todo un pueblo y encendió la llama de la esperanza sobe todo en los pobres, en los excluidos, en los marginado y siempre olvidados no solo de la Patria de Bolívar sino de la Patria grande: Latinoamérica y más allá.
Hoy pues, como el mejor regalo para este querido ser, que por entregarse hasta consumirse por su pueblo está librando la mayor batalla de su vida, elevemos una oración profunda, llena de gratitud para quien todo lo puede, ese Cristo que el cumpleañero siempre tiene presente, por estar devolviéndole la salud y la vida a quien por tanto amar se olvidó de si mismo para entregarse a los pobres, emulando al mismo Dios hecho hombre, que precisamente vino a redimir a todos los bienaventurados como Él los llamó en su prédica evangelizadora,
Médicos, Clínicas y Sindicaleros
Pásese alguien en horas de consulta por cualquier clínica privada de cualquiera de nuestras ciudades, o por los consultorios privados de cualquier médico y se podrá dar cuenta de la cantidad de pacientes que está en sala de espera; para ser abusivamente conservadores calculemos un promedio de diez pacientes, que si insistiendo en serlo más, cada uno de ellos cancela 150 bolívares fuertes, suman 1500 bolívares fuertes en un día lo que multiplicado por 22 días hábiles llega a la bicoca de 33.000 bolívares fuertes, si a ello le sumamos las cirugías que realice en el mes, los porcentajes que muchos laboratorios les otorgan por enviarle pacientes, los que les otorgan laboratorios fabricantes o importadores de medicamentos por recomendar sus marcas, veremos como el negocio es más que redondo: bien sabemos por experiencia propia que los pacientes que día a día visitan los consultorios exceden el número de 10 y que lo que un cirujano recibe por cada intervención quirúrgica no es cualquier oreja de cochino, pero es que además son muchos los que le trabajan al estado y que a partir de el 1ro, de julio el que menos percibirá llega a sobrepasar los 7.000 bolívares fuertes; en fin hay un soberano abuso pero además un descarado olvido del juramento hipocrático, que les ha llevado a desterrar de su mente y de su corazón cualquier sentimiento humanitario, tanto que para ellos un paciente no es tal, sino que es un cliente que se suma a sus ganancias de día, del mes y del año. Si a ello le agregamos que es muy frecuente que no expidan factura por consulta, evadiendo el IVA y el impuesto sobre la renta, nos encontramos ante un violador de las leyes y de la ética. Es precisamente por lo que ante la puesta en vigencia de la nueva Ley de Precios y costos, han reaccionado los voceros de las clínicas privadas, y los sindicaleros porque saben que esta Ley vendrá por fin a poner orden y a enfrentar el abuso al que durante tantos años hemos sido sometidos un enorme número de venezolanos.
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