Entre las facultades que da
la historia a quienes asumen papeles de líderes esta la de masificar
ideas fuerza que son asumidas por la población y convertidas en gritos
de lucha. Hoy el comandante presidente en la alocución al pueblo
congregado frente a su balcón en el día de su cumpleaños, cuestionó,
desarmó y cambió la ya legendaria frase que es característica de
nuestra revolución bolivariana: “!Patria socialismo o muerte,
venceremos!” que ya de a poquito se habia cambiado en el camino
y la verdad no se por obra de quien en “!Patria socialista o muerte,
venceremos!” Esta vez, según instrucciones de nuestro comandante
deberá transformarse y decir: ¡Patria socialista y victoria, venceremos!
Aquí vivimos desde la
enfermedad de nuestro comandante, desterrando la muerte, fuera de discursos
y de slogans. A nadie podrá molestar a menos que sea la necrofílica
reacción criolla que se quedará apostando a finales fatales. La guerra
y la muerte son pasajeros del equipaje de nuestro enemigo, contra la
guerra y contra la muerte injusta, el asesinato, la masacre, el
secuestro, el hambre que mata a miles de niños en África, las bombas
que caen a diario sobre Libia abandonada a la soledad de los pueblos
del mundo que la han dejado sola ante un imperio que la asesina por
cuotas, a diario, casi sin dolientes.
Desterrar la muerte como destino
ante la victoria, es comprometernos con la obligación de vencer, es
mi lectura de la propuesta de Hugo Chávez a nosotros, su pueblo. Si
el mismo la esta desterrando de su cuerpo, nada menos podremos hacer
nosotros al desterrarla de nuestra historia. Necesario es vivir comandante
y vivirás y viviremos, necesario es vencer y venceremos.
Como se me acercan las dos
realidades, la de la vida de nuestro líder comandante y la de nuestra
sociedad y humanidad en general. Ambos enfermos, todos enfermos, todos
con posibilidad de desaparecer y todos ansiando la vida. A la humanidad
la ataca un cáncer que se llama capital, que le ha carcomido todos
los huesos de su esqueleto y a nuestro comandante igual se le diagnostica
una enfermedad estigmatizada con la muerte. Ni lo uno ni lo otro, nadie
se va a morir, menos ahora, la vida es nuestro amuleto, como cantó
Silvio en una de sus canciones nuevatrovianas.
Necesario es vencer y venceremos!!!
brachoraul@gmail.com