“Entre vencer o morir, necesario es vencer”

Esta frase lapidaria de José  Félix Ribas, justo antes de la Batalla de la Victoria, es la misma que hoy cita  el comandante Chávez para cambiar la consigna de ¡Patria socialista o muerte. Venceremos!. 

Entre las facultades que da la historia a quienes asumen papeles de líderes esta la de masificar ideas fuerza que son asumidas por la población y convertidas en gritos de lucha.  Hoy el comandante presidente en la alocución al pueblo congregado frente a su balcón en el día de su cumpleaños, cuestionó, desarmó y cambió la ya legendaria frase que es característica de nuestra revolución bolivariana: “!Patria socialismo o muerte, venceremos!” que ya de a poquito se habia cambiado en el camino y la verdad no se por obra de quien en “!Patria socialista o muerte, venceremos!” Esta vez, según instrucciones de nuestro comandante deberá transformarse y decir: ¡Patria socialista y victoria, venceremos! 

Aquí vivimos desde la enfermedad de nuestro comandante, desterrando la muerte, fuera de discursos y de slogans. A nadie podrá molestar a menos que sea la necrofílica reacción criolla que se quedará apostando a finales fatales. La guerra y la muerte son pasajeros del equipaje de nuestro enemigo, contra la guerra y contra la muerte injusta, el asesinato, la masacre,  el secuestro, el hambre que mata a miles de niños en África, las bombas que caen a diario sobre Libia abandonada a la soledad de los pueblos del mundo que la han dejado sola ante un imperio que la asesina por cuotas, a diario, casi sin dolientes. 

Desterrar la muerte como destino ante la victoria, es comprometernos con la obligación de vencer, es mi lectura de la propuesta de Hugo Chávez a nosotros, su pueblo. Si el mismo la esta desterrando de su cuerpo, nada menos podremos hacer nosotros al desterrarla de nuestra historia. Necesario es vivir comandante y vivirás y viviremos, necesario es vencer y venceremos. 

Como se me acercan las dos realidades, la de la vida de nuestro líder comandante y la de nuestra sociedad y humanidad en general. Ambos enfermos, todos enfermos, todos con posibilidad de desaparecer y todos ansiando la vida. A la humanidad la ataca un cáncer que se llama capital, que le ha carcomido todos los huesos de su esqueleto y a nuestro comandante igual se le diagnostica una enfermedad estigmatizada con la muerte. Ni lo uno ni lo otro, nadie se va a morir, menos ahora,  la vida es nuestro amuleto, como cantó Silvio en una de sus canciones nuevatrovianas. 

Necesario es vencer y venceremos!!!

brachoraul@gmail.com



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Raúl Bracho


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