Democracia a la cañona

El ejército de Alejandro Magno atravesaba una vez una región cuyos habitantes creían en gigantes. El propagandista Alejandro, anticipando a FoxNews, ordenó fabricar armas enormes que iba dejando por el camino, como al descuido. Los pobladores, al ver aquellos escudos y espadas desmesurados, dedujeron que en el ejército alejandrino había jayanes invencibles.

No se hacen guerras sin propaganda. La palabra alarde proviene del árabe español. Significó y significa el ruido que los guerreros hacen con sus armas para amedrentar.

Llevan años amaestrando su opinión pública para la violencia. Pero el orfeón contratado es torpe: inventa un video chambón de unos «comacates» con uniformes propios de una comparsa de mamarrachos: gorras de gala con uniforme de fajina y zapatos tenis. Vuelven a movilizar creencias religiosas o de hechicería. Vislumbran el rostro de Cristo en una mancha confusa y el juez eclesiástico hace mofa y befa de la percepción de un animador brutal. Una supuesta pitonisa comete la imprudencia de delatar el Plan A, posterior a Semana Santa: manifestaciones estudiantiles, violencia, un hombre de cabello blanco en Miraflores. Fácil colegir quién. El plan lo detalla también el libro El código Chávez, de Eva Golinger, la valiente. Otro torpe dedica largo rato a un libro anodino, según él.

Hablan de que el gobierno confiscará la mitad de la patria potestad de los niños. ¿La mitad superior o la mitad inferior? ¿Habrá retroactivo por los años de manutención hasta hoy? Diez millones de niños en manos del gobierno. Como ves, hay que ser bien idiota para creer esas cosas. Pero los idiotas, lo decía Ambrose Bierce, el valiente, dominan el Todo. Salvo en Venezuela.

El Referendo fue un golpe asolador, agravado por el alegato de un fraude nunca comprobado. Los observadores internacionales, que la oposición erigió en árbitros inapelables, reconocieron la limpieza del Referendo. Pero ahora insisten con el Plan A, el de diciembre de 2001. No tienen otro. Les ha funcionado en la antigua Unión Soviética, Ucrania, ahora Kirguistán, etc. Salvo en Venezuela, habitada hogaño por el pueblo más inteligente de este lado de la galaxia.

Solo les queda imponernos la democracia del Acta de Carmona, del único modo posible: a la cañona.





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Roberto Hernández Montoya

Licenciado en Letras y presunto humorista. Actual presidente del CELARG y moderador del programa "Los Robertos" denominado "Comos Ustedes Pueden Ver" por sus moderadores, el cual se transmite por RNV y VTV.

 roberto.hernandez.montoya@gmail.com      @rhm1947

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