Testamento de Judas Preocupado Bush Rice

Yo, Judas Preocupado Bush Rice, mejor conocido por la conspiración mediática mayamera como Kid Magnicidio, en pleno uso de mis prerrogativas unipolares y excesivas para usurpar soberanías, invadir países y alimentar conspiraciones para derrocar presidentes elegidos democráticamente, manifiesto públicamente que nombro usufructuarios de todo mi patrimonio material, físico y mental a las personas e instituciones que se mencionan a continuación:
Dono mi traje de baño a las ONG que desde el año 2000 se están bañando en el gran chorro de dólares que les aporto a través del National Endowment for Democracy (NED).

A los oposicionistas venezolanos les concedo íntegramente a Condoleezza Rice para que hable por ellos y les diseñe la agenda política desde Washington. Confiero el portaviones estadounidense que recientemente estuvo en Curazao al ex presidente que adquirió el buque Sierra Nevada y embarcó al país. Otorgo mis expertos en numerología y los cartones de Bingo (con granos de caraotas incluidos) a Carlos Ortega.

Entrego los televisores de mi propiedad a Enrique Mendoza para que pueda ensayar el parlamento siguiente: "Aquí no nos estamos chupando los dedos... El Canal 8 va en las próximas horas fuera del aire, se las echaron de a... para sacar del aire a las televisoras comerciales. A esa basura, que se llama el Canal 8, la vamos a sacar fuera del aire".

El acto bíblico de la multiplicación de los panes se lo dejo a quienes aún no han comprendido que en este país se acabó el pan de piquito. La soledad de la Sala Oval de la Casa Blanca se la obsequio a la quinta La Unidad. Mis bajos instintos que a diario me asaltan se los transfiero consumadamente a la periodista María Elvira Salazar, residenciada en Miami.

Doy mi voto de castidad a Henry Ramos Allup, quien en la madrugada del pasado 16 de agosto dijo que en 24 horas presentaría las pruebas que demostrarían el supuesto fraude cometido en el referendo revocatorio. Cedo a los oposicionistas Los Halcones de la Casa Blanca a cambio de El Cuervo y el Cisne Negro de Ricardo Haussman.

Dono mi dentadura a la dirigencia cuarta republicana que desde diciembre de 1998 viene mordiendo el polvo amargo de la derrota. Encomiendo mis sueños de grandeza a los siete enanitos de Blanca Nieves. Regalo mis mentiras para invadir a Irak a los invariables embustes de Patricia Poleo. Le confiero al libro Código Chávez mi fracasado código imperialista en Venezuela. Dejo mi firma a quienes han sido citados por la Fiscalía General de la República por haber refrendado el Decreto Carmona.

Mis letras de cambio se las cedo a los dirigente, que ante las derrotas sufridas por la CD en el referendo revocatorio y las elecciones regionales, ahora intentan cambiar o disfrazar la denominación de la alianza opositora. Por eso, mi movimiento de tergiversación se lo dejo a la oposición, puesto que por más que se tongonee siempre se le ve el bojote.

En medio de mis constantes intranquilidades, declaro que no tengo más propiedades que adjudicar y certifico la autenticidad de este testamento. Firma: Judas Preocupado Bush Rice.

Jugándome a Rosalinda en cuatro esquinas y cruz grande, aseguro que esta dote es incuestionable, aprueba: Judas Bingo Fijo. Anuncio que este documento es explosivo: C4.

Me lavo las manos sobre todo lo aquí entregado, pero suscribo sin que se me escape nada: Poncio Pilatos.

Firmas en depósito: Alí Babá y los 40 ladrones.

vchavezlopez@hotmail.com


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Vidal Chávez López


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