El subsuelo era más importante
que los ancianos y niños, que la dignidad y que la historia.
Raúl Bracho.
El telón cae y termina la
representación del teatro de operaciones: Libia ha sido sometida en
nombre de la libertad, ¿Cuál Libia? La que burbujea en el fondo de
la tierra, la rebosante y prolija Libia petrolera, la que quedo debajo
de las ruinas de edificios y mujeres y hombres asesinados por bombas
teledirigidas, la que será botín para la Europa y la Norteamérica
sedientas de combustible. ¿Cómo pasó todo esto y sin que nadie pudiera
detenerlo?
El libreto es el mismo de siempre,
los medios, los mercenarios, el armamento de última edición y el poderío
imperial que hace lo que quiere en cualquier parte del planeta. El gobierno
de transición que ya se babea ante sus amos nuevos y que pide el reparto
de las recompensas ofrecidas, el silencio y el dolor de quienes fueron
sometidos sin tener como imponerse a un enemigo supremo. La historia
se repite y se repetirá hasta tanto no aprendamos a levantarnos a tiempo.
Mañana podrá volver
a montarse en otro escenario, una nueva mentira podrá decirnos
que Chávez hizo trampa en las elecciones y que asesinó a sus
opositores en la frontera con Colombia, se quitará su careta amistosa
el señor Santos y dirá que las FARC estaban conjuradas en ésta desesperada
intención de Chávez, entonces el mundo entero le volverá a creer
a FOX y a CNN, las imágenes prefabricadas estarán dando volteretas
por el mundo mientras los paracos asesinarán más personas y se declararán
el ejército rebelde de Venezuela, el imperio entrará desde las bases
colombianas y comenzará la misma historia que hoy sepulta al pueblo
libio. Venezuela caería en las garras imperiales, es decir, su petróleo
pasaría a ser arsenal de las futuras guerras, todas y todos escribirán
sus palabras de denuncia y de reclamo y a pesar de eso, el imperio habrá
logrado seguir dominando.
Hay una cosa que diferencia
lo que ha pasado en Libia, su industria petrolera muy pronto fluirá
cientos de miles de barriles, el país no ha quedado en guerra, como
pasa en otros países árabes invadidos. Es la sutil ganancia
del imperio. Esta vez podrán aumentar la producción y seguro
bajarán los precios del crudo en muy poco tiempo. Ellos necesitan
el petróleo, pase lo que pase.
Venezuela debe hacer una mejor
lectura de lo que acabamos de vivir con nuestro hermano pueblo de Libia.
Nada puede decirnos que no nos espera un ataque parecido. Todo lo que
se teje en Venezuela para el diciembre del 2.012 suena al escenario
perfecto donde se intentará volver a representar esta historia de dominio
y de dolor. Desde el manejo indigno que se hace de la enfermedad que
supera nuestro comandante, para hacer que la gente no vote por un moribundo,
pasando por las crisis que se ensayan en los estados fronterizos con
Colombia, bastará unirlo a cualquier estrategia de desestabilización
internacional, es decir, un conflicto desde Colombia, para que se pretenda
la intervención de fuerzas internacionales.
Solo una clara y certera garantía
de que jamás lograrán nuestro petróleo servirá de contención. Venezuela
debe generar los mecanismos militares y de resistencia popular para
desactivar y destruir nuestra industria petrolera si es amenazada la
patria con una intervención gringa. A quienes aquí vivimos tendrán
que asesinarnos, lo que en fin de cuentas ya demostraron que son capaces,
pero más allá, no tendrán una gota de petróleo si nos llegasen a
dominar.
Los pueblos deben asumir la
lucha internacional ante un enemigo que es común a todos,
los pueblos deben asumir estrategias de ataque antes que defenderse
de los desquicios imperiales. Hay que hacer un camino que llegue hasta
el campo del futuro, que sepulte por siempre las garras de un
imperio perverso y signado por la locura sanguinaria del egoísmo.
Patria independiente y socialista:
Viviremos y venceremos!!!
brachoraul@gmail.com